El proceso que se ha anunciado de revisión integral de la Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social no debería estar al margen del Régimen Contributivo-Subsidiado, nunca implementado.

El artículo 7 de la Ley 87-01 en su acápite c expresa que “ …Régimen Contributivo-Subsidiado que protegerá a los profesionales y técnicos independientes y a los trabajadores por cuenta propia con ingresos promedios iguales o superiores a un salario mínimo nacional con aporte del trabajador y un subsidio estatal para suplir la falta del empleador”; mientras que para el Régimen Subsidiado en el caso específico de los trabajadores con ingresos  inestables e inferiores al salario mínimo nacional su financiación total corre a cargo del Estado. El Régimen Subsidiado ha tenido sus  serios problemas ser abordados en otra oportunidad.

El Régimen Contributivo-Subsidiado nunca implementado es una muy clara prueba de  que la universalidad de la Seguridad Social en cuanto a incluir a toda la  población, es materia pendiente. Tal como se ha dicho se trata de las trabajadoras y trabajadores independientes que tienen ingresos superiores al salario mínimo promedio, que de acuerdo estimaciones para el 2017 eran más de 800 mil personas que junto a familiares podrían aproximarse  en la actualidad a 2 millones.

Se entiende  la dificultad de cumplir con hacer realidad el Régimen Contributivo-Subsidiado; pero lo que sí está claro como acontece con no pocas leyes en la República Dominicana es que lo que explica su total incumplimiento ha de referirse a razones de voluntad política.

Se entiende el desafío, que requiere además de mucha creatividad; pero no puede ser que la solución sea simplemente retirarlo de la ley.

El hecho de que para el Régimen Contributivo-Subsidiado no se haya dado ninguna solución en salud, pensiones, riesgos laborales, entre otras prestaciones básicas de la Seguridad Social, significa un gran vacío del Sistema Dominicano de la Seguridad Social que prácticamente invalida la denominación de sistema.

No se recuerda esfuerzo alguno en proporción a la dimensión del problema para resolver esa  gran vacío de la Ley 87-01 en cuanto a hacer corresponder lo aprobado, con la necesidad de avance de la sociedad y del Estado dominicano;  en particular en un tema que cuestiona la capacidad de  respuesta del liderazgo nacional político,  empresarial, sindical o de la llamada  sociedad civil.

Procede aceptar de nuevo el desafío y no renunciar a un Régimen Contributivo-Subsidiado y más que procurar formalmente su inclusión de nuevo en la ley que se discute, promover las correspondientes iniciativas y acciones creativas para que la Seguridad Social. aun sea gradualmente, se convierta en  realidad para esa población. Es posible.