La mayoría de recomendaciones o puntos propuestos pueden lograrse con disposición y voluntad política, es cuestión de gerencia y un plan estratégico responsable y serio.

La Policía Nacional debe asumir al elegir y designar en los diferentes puestos aplicando los méritos a los probos y capaces; en lo que deben participar activamente todas las comunidades. Urge comunitarizar la Policía, así lo manda nuestra ley orgánica 590-16, en sus artículos 5 y 14, de igual manera lo mandaba la ley derogada, 96-04 y que nunca se aplicó.

La ONU, define a los policías como funcionarios encargados de hacer cumplir la ley junto a los jueces y fiscales conformando el sistema de justicia. Para  ir reduciendo el mal solo debemos aplicar de manera estricta la ley. “La policía” es el brazo fuerte de la justicia, por consiguiente no podemos permitir que se siga debilitando nuestra institución policial o destruirla como muchos conspiran, sino por el contrario apoyarla y fortalecerla.

Esperamos que el General Ney, puedas convencer y tener el apoyo del Presidente de la República para dar un ejemplo, liberando a la Policía y a la sociedad de esos generales y coroneles corruptos (con sus equipos) y que conviven con el crimen, juéguesela, sea el protagonista de asuntos internos, "policía de los policías", la sociedad y al gobierno más que a nadie le urge. Además, es una oportunidad para reducir la conspiración, sin publicidad y lo que ameriten sometimiento, instrumente su expediente. Mientras las depuraciones sean simbólicas solo sacando a los chiquitos la sociedad no confiará en la Policía Nacional. La ley manda reducir a 20 el número de generales, es tiempo de aplicarla y retirar el resto, eso ayudará a la limpieza.

Sin dejar de lado lo más importante, proteger y defender la dignidad y calidad de vida de sus policías, además de lograr la uniformidad, recuperar el orgullo y el prestigio que se han perdido.

Debemos agregar que se necesita mejor el atrasado modelo de relaciones públicas, el cual es importante eficientizar para la orientación, la educación ciudadana y así mejorar la interrelación de todos los sectores sociales que convienen estar involucrados en la solución de la problemática de la inseguridad y la violencia.

La Policía Nacional padece de todos los males sociales, pues somos un reflejo de la misma sociedad; los policías comunes, humildes, de poco rango, que son la mayoría, son víctimas del sistema y son usados por quienes los dirigen, mantenidos en la ignorancia y la explotación, matándole el orgullo y espíritu de cuerpo.

La cultura de mando autoritario y el desenvolvimiento de los afanes policiales y militares es similar al de un estado de guerra o de excepción, viven en zozobra e incertidumbre constantes, sin planificación alguna que le permita programarse y organizar mínimamente una agenda, a razón de que los policías comunes no tienen límite de horario laboral, saben la hora que entran pero escasamente cuando terminará la jornada.

La reforma policial, es un error pensar que se logrará con una ley. El proceso a largo plazo solo puede alcanzarse a través de la educación, actualizando todo: Planificación estratégica con programas científicos y tecnológicos, pensum, manuales, uso de la fuerza y protocolos de actuación; perfiles de cada actor, docentes, tecnologías, estructuras, doctrina, rol preventivo de la PN en esencia, con ética y transparencia; entre otros.

Repito, los Policías y la misma sociedad somos víctimas del sistema mafioso y corrupto que dirige la administración pública. No se puede negar que los policías son parte del problema, pero, la solución de la inseguridad y el crimen está más allá de la PN, dejémonos de engaño.

La reforma actual de la Policía Nacional debe incluir a AMET. Serán difíciles los retos frente a las grandes debilidades y deficiencias que hoy presenta esta descalabrada institución. Parte de estos retos es llenar el vacío de gerencia, profesionalidad y transparencia que espero que con su nueva gestión que solucionado.

Nos comportamos como una sociedad incivilizada. Y el principal ejemplo de ello lo es precisamente el desorden o violencia vial, el cual ocupa las más altas estadísticas de América en accidentes con víctimas fatales, con lesiones permanentes y pérdidas materiales incalculables.

Por otro lado cabe destacar la inseguridad en las carreteras, siendo esta amenaza una de las más graves preocupaciones de conductores nacionales como de turistas.

Urge satisfacer la carencia de un sistema de gestión preventivo, facilitador y viabilizador del tránsito con seguridad y orden que recupere la confianza y conquiste la cooperación de la ciudadanía.

El mayor reto para el nuevo Jefe Policial, Mayor General Ney es conquistar con gerencia y liderazgo la integración y sinergia de todos estos sectores en favor de la educación, prevención de delitos y seguridad vial. También recordarle que la misión principal de AMET es la prevención y aplicación de la ley No. 63-17 de Movilidad, Transporte, Tránsito y Seguridad Vial de la República Dominicana, en pos de la seguridad y ordenamiento vial y no de recaudar o reprimir.

Señor Jefe policial, en 81 años no hemos sido capaces de ver y tratar como seres humanos a nuestros policías, cásese con la gloria, siente un precedente a favor de la dignidad de los policías, inicie la revolución para conquistar la confianza ciudadana, reivindique el lema "Todo por la patria".

El autor es periodista y militante Verde. Además, miembro fundador y vocero de la Asociación de Policías y Militares Dominicanos, APODOM, ProDignidad y Derechos para todos los veteranos.

Dios les bendiga siempre Pueblo Dominicana. http://rescaterd.org.do/