El gobierno de Danilo Medina no solamente es una continuación del integrismo religioso de Leonel Fernández, sino que lo profundiza como ningún otro presidente dominicano lo hiciese después de Trujillo.
Este último aceptó todas las condiciones impuestas por el Vaticano, a cambio de legitimarlo ante la población, como puede ser confirmado leyendo el concordato aún vigente de 1954. Danilo no solamente acepta el Concordato, declara que gobernará con la Iglesia y entrega a la vice-presidenta los recursos para el clientelismo estatal que ella a su vez pone a disposición del Cardenal.
No es Dios, es el dinero público tras bastidores
El mayor legado Trujillista ha sido la ausencia de institucionalidad de los aparatos del estado, el Concordato y la conformación del integrismo político-religioso dominicano. El adoctrinamiento de varias generaciones de dominicanos con el culto a Dios y a Trujillo, nos continúa marcando como nación y dominando la política de estado.
La religiosidad se ha mantenido ausente de las movilizaciones lideradas por la generación del milenio, motivo de celebración y esperanza. Mientras, Danilo Medina, acude al Cardenal, a discursos religiosos de su esposa, y al asistencialismo de la vice-presidenta a las órdenes del Cardenal para lograr feligreses que lo apoyen.
En la práctica, la Iglesia Romana después de Trujillo ha crecido con el aumento del financiamiento estatal que le ha permitido la importación desmesurada de religiosos y religiosas y la subdivisión del territorio nacional multiplicando el número de diócesis, parroquias, conventos, y Jesuitas, en todo el territorio nacional; además de conformar un nuevo Vicariato Castrense que inevitablemente serán los asesores del poder militar.
Mientras los presupuestos para servicios de educación y salud permanecieron menguados y las escuelas públicas disminuyeron las tandas de clase a unas 2 ½ horas diarias de clase, el presupuesto para la Iglesia Católica aumentó y se ha puesto en marcha entrenamientos masivos de personas señaladas por la Jerarquía para enseñar religión en las escuelas públicas. El financiamiento permitió un crecimiento numérico que en países ricos como los Estados Unidos ha disminuido notablemente—ver las estadísticas oficiales de la Iglesia Estadounidense en un artículo anterior.[1]
El crecimiento de púlpitos y programas dirigidos a diferentes estratos de la sociedad dominicana en todo el territorio nacional y las escuelas públicas del país, aumentan la influencia de la Iglesia Romana en la población y su poder para controlar y manipular. Este poder lo está usando el Cardenal López Rodríguez a manos llenas.
Nunca fue mejor expresado como en septiembre del 2009 cuando invocó precisamente su influencia en el voto político del pueblo para amedrentar a los legisladores y a Leonel Fernández a modificar el artículo 30 de la Constitución. Logró criminalizar el aborto bajo todas circunstancias y despojar a la mujer dominicana de los derechos internacionalmente reconocidos por acuerdos firmados con organismos de las Naciones Unidas.
Aumento de la Integración político-religiosa en el Gobierno de Danilo Medina
El 24 de noviembre del 2012, la Iglesia Romana, a través de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) y la Comisión Nacional de Pastoral Familiar, propuso al gobierno la creación de un Ministerio de la Familia que integre como organismo rector a todas las instituciones responsables de la aplicación de políticas públicas dirigidas a las familias. Este documento fue firmado y leído por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez durante la Misa que presidió al final de la caminata “Un paso por mi familia”, acompañado por el presidente Danilo Medina, la Primera Dama y la Vice-Presidenta.
El nuevo Ministerio de la Familia aglutinaría bajo su dirección a diferentes instituciones creadas con propósitos muy diferentes a los que el Cardenal plantea. De hacerse la aglutinación, dejarán de existir instituciones que son el logro de años para hacer respetar los derechos de la mujer, los ancianos, la adolescencia y la niñez.
La Jerarquía pretende extender su visión pecaminosa de la sexualidad humana y negar los derechos humanos reconocidos por las Naciones Unidas aglutinando bajo el nuevo Ministerio de la Familia, al Ministerio de la Mujer, el Ministerio de la Juventud, el Consejo Nacional para la Niñez (CONANI), el Consejo Nacional de los Discapacitados (CONADIS), el Instituto de Protección de la Vejez, el Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, “entre otras departamentos e iniciativas del sector público”.[2]
La Iglesia Romana busca conducir todas las políticas públicas de la misma manera que lo está logrando en las escuelas públicas: Incidir de forma transversal para retornarnos a la época medieval y hundir más al país en el atraso. Esto también llevaría a estas instituciones a lograr empleomanía para miembros del Opus Dei y de familiares de los purpurados, ampliando la avaricia característica de manejar los bolsillos y las conciencias de la ciudadanía.
La ausencia de transparencia o corrupción al interior de la Iglesia Romana
El efecto más devastador del financiamiento estatal a la Iglesia Romana no es únicamente la desviación de los recursos estatales hacia fines religiosos; lo cual es violatorio de la Constitución laica que nos rige. Sino además, en la forma en que ésta desviación se realiza: sin transparencia.
La ruta del dinero es difícil de rastrear. Se ejecuta a través de múltiples Ministerios y organismos estatales y a través de individuos que “aspiran” a la presidencia de la Republica, como fue el caso de Radamés Segura donando millones de pesos a la Iglesia Romana mientras dejaba a la población en oscuridad por falta de fondos para pagar el combustible de la compañía de electricidad. ¿Por qué nadie clamó corrupción cuando Nuria dio a conocer el caso? ¿Acaso no es corrupción apropiarse de dinero estatal que no está contemplado en el presupuesto? ¿Acaso no es tan corrupto el que paga como el que lo coge? ¿Acaso no está dando la Iglesia Romana el peor ejemplo que está llevando al país al colapso?
Por eso, aunque algunos de mis amigos religiosos se molesten, no tienen calidad moral para denunciar la corrupción de los gobiernos si permanecen silenciosos ante la corrupción de su Iglesia. Este es su dilema: ser percibidos como hipócritas que no ven la viga en su ojo mientras intentan sacar la paja del ojo ajeno. Su trabajo será subsumido por la Jerarquía, porque ellos tienen el monopolio de decidir sobre la doctrina y la moral del Catolicismo.[3]
Debemos de seguir la ruta del dinero para acabar con la corrupción y la impunidad que está convirtiendo a la República Dominicana en un estado fallido. Para ello, no podemos crear una institución privilegiada que constantemente demanda recursos en tierra, bienes inmobiliarios, y dinero tras bastidores. Este es el dilema de la iglesia: para aparentar ser lo que dice ser, tiene que ocultar lo que hace. Y esto no solamente sucede en República Dominicana, pero ha estado presente desde que el Cristianismo se romanizó.
Las cuentas del Vaticano
El periódico español el País, publicó el 21 de septiembre del 2010, la investigación por blanqueo al Presidente del Banco del Vaticano. En esa ocasión, la Fiscalía de Roma ordenó a la policía financiera italiana la incautación de 23 millones de euros depositados en la banca del Vaticano, conocido como el Instituto para las Obras Religiosas (IOR). Fuentes cercanas a la investigación informaron el motivo.
El banco presidido por Ettore Gotti Tedeschi habría incurrido en un posible delito al no comunicar a las autoridades italianas los nombres de dos clientes que ingresaron hacía unos días 20 y 3 millones de euros, respectivamente. El blanqueo de dinero viola la ley 231 del 2007, que incorpora la normativa comunitaria sobre la prevención del lavado de dinero. La fuente afirma que en el 2009, el libro Vaticano S.A., de Gianluigi Nuzzi, “sacudió los cimientos del banco al revelar que el instituto llevaba años lavando dinero de la mafia y abriendo cuentas secretas a nombre de políticos como Giulio Andreotti, banqueros y empresarios”.[4]
Gianluigi Nuzzi, destacó además que el problema eran “las cuentas anónimas de fondos de beneficencia inexistentes o de sacerdotes testaferros, que el banco no sabe quiénes son". IOR maneja cuentas de órdenes religiosas y otras asociaciones católicas que utilizan el estatus de la Santa Sede, “fue dirigido en los ’80 por el controvertido arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, muy cercano a Juan Pablo II, quien lo protegió siempre”. El escándalo, le costó la vida entre otros al banquero Roberto Calvi, hallado misteriosamente ahorcado bajo el puente Blackfriars (Frailes Negros), en Londres, y “destapó las relaciones ocultas entre el banco vaticano, la logia masónica P2 de Licio Gelli y la mafia siciliana”.[5]
El 3 de enero del 2013 la prensa internacional publicó la noticia de que Italia había suspendido los pagos de tarjetas de crédito en el Vaticano y los turistas deberán pagar en efectivo. Las noticias del bbc.co.uk indican que la suspensión se debe por el incumplimiento del banco del Vaticano de reglas contra el lavado de dinero. Los bancos comerciales italianos han sido prohibidos en el Vaticano “porque el pequeño Estado no ha implementado totalmente unas medidas de la Unión Europea para prevenir el lavado de dinero. Se ha informado que El Vaticano está buscando ahora un banco registrado fuera de Italia para procesar los pagos con tarjetas de crédito”.[6]
Conclusión
Es evidente que la nación Dominicana y sus finanzas no pueden estar sujetas a ningún otro estado, pero lo que no es tan evidente para nuestros políticos es que la moral de un pueblo no puede estar normada por el Vaticano. Este Estado, que se autodenomina “sociedad perfecta”, comete crímenes horrendos y los oculta con mentiras. Entre todos los estados de la Unión Europea, es el más pequeño, y el único que se ha visto envuelto en escándalos que lo unen al blanqueo de dinero mal habido, a la mafia, y a asesinatos para encubrir sus actuaciones.
Dejemos a la Iglesia que funcione como institución privada, sin privilegios jurídicos ni dinero del pueblo, igual que las demás instituciones religiosas del país. Demos al césar lo que es del césar y a dios lo que es de dios cumpliendo los artículos de la Constitución que es laica. Es alarmante lo que los presidentes del PLD han hecho violando la Constitución y es desconcertante la ignorancia que manifiesta el Presidente Medina afirmando abiertamente que gobernará con la Iglesia, como si estuviéramos en tiempos de la dictadura religiosa colonial. Si República Dominicana no despierta, será imposible lograr una democracia social y un estado de derecho.
[1] http://www.acento.com.do/index.php/blog/4031/78/Iglesia-estadounidense-y-costo-de-la-contra-reforma.html
[2] http://www.listin.com.do/la-republica/2012/11/25/256451/Miles-respaldan-marcha-de-la-Iglesia-por-la-familia-dominicana
[3] Esto lo comprendieron las monjas estadounidenses cuando sacaron de la red católica de tres estados del Oeste 25 hospitales católicos que ellas habían fundado y dirigido, y 15 hospitales afiliados, y los convirtieron en una ONG independiente de la Iglesia Romana bajo el nombre Dignity Health. Esto lo documento en el artículo anteriormente mencionado, un hecho obligatoriamente relacionado a la persecución posterior del Vaticano y la voluntad de las monjas de mantener su libertad de conciencia.
Esta voluntad las ha llevado a mantener una posición digna y no doblegarse como demostró la participación diferente de la Jerarquía Católica que asumieron en las pasadas elecciones presidenciales de los Estados Unidos. También se demuestra en la respuesta oficial que han enviado para responder a las acusaciones del Vaticano.
[4] Miguel Mora. Investigado por blanqueo el presidente del banco vaticano. Periódico el País, 22 de septiembres del 2010 http://elpais.com/diario/2010/09/22/internacional/1285106404_850215.html