Como siempre, saltando charquitos sin mojarse los zapatos. El taimado presidente Danilo Medina, de nuevo, le ha pasado, implacablemente su aplanadora a Leonel Fernández y los miembros del PLD que se le oponen y, de paso, a la oposición democrática que lucha contra el modelo permanente de malversación de fondos nacionales y el continuismo de los gobiernos peledeistas.
El soborno, el robo al Estado, que es el robo al pueblo dominicano, de arriba – abajo, en cualquiera de sus rangos políticos, sociales o comerciales, formas y componentes, hay que rechazarlo y los acusados, previa presentación de pruebas, deben ser juzgados por tribunales competentes libres de toda influencia o control político o ideológico.
El pueblo dominicano debe tener bien claro y tener en cuenta que este no es el único caso en que han estado envueltos funcionarios de alto nivel de las administraciones peledeistas. No es posible olvidar el soborno para la compra de los aviones Tucanos también a Brasil, sin el imprescindible radar como componente funcional. Tampoco los casos de los señores Félix Bautista y Diandino Peña quienes manejaron, a discreción, miles de millones de dólares.
El lavado de dinero y el tráfico de drogas y el llamado tráfico de influencias para ser favorecidos con jugosos contratos o prebendas a costa del hambre y la miseria del pueblo.
Pero qué pasa con el caso de Odebrecht desde el año 2012 con el gobierno del presidente Danilo Medina. El procurador Jean Alain Rodríguez pretende que el pueblo acepte que en la administración del señor Medina todos los funcionarios son santos porque, en los encausados no aparece nadie de su administración. Y, para colmo, demostrando su agradecimiento al presidente, se equivoca de fechas y le pide a los fiscales brasileños en el idioma portugués los datos en “que la empresa Odebrecht en los años 2001-2004 ha incurrido en infracciones de lavado de activos o corrupción”.
En el documento en español que presenta el referido procurador, como por magia o realidad, aparecen 10 años de diferencia sobre el documento de solicitud en portugués. Ahora, falsamente, la solicitud de la procuraduría dominicana a la brasileña en el idioma español hace creer que la solicitud fue del año 2001-2014. No es fácil, ese procurador no es nada fácil. Danilo no sabe nada, ni siquiera de las donaciones de Odebrecht a sus campañas electorales.
Pero, si Danilo no sabía nada, entonces, quiénes son los sobornados de Danilo que Danilo no sabía, quién autorizaba las sobrevaluaciones de obras por encima de un 25 por ciento. Cómo Odebrecht, sin que lo supiera Danilo, sus ayudantes, su servicio secreto, su policía o militares pudo llevar a la República dominicana su departamento de corrupción internacional llamado “ Departamento de Operaciones Estructuradas” y cómo pudo la Odebrecht financiar las campañas electorales de Leonel Fernández y Danilo Medina en los años 2008, 2012 y 2016.
Parece que, con los antecedentes que presenta el procurador, o quien lo dirige, el gobierno de Danilo, de santos se ha convertido, de repente, en un gobierno de bobos.
El caso del ingeniero Temístocles Montas.
El ingeniero Juan Temístocles Montás, antiguo e importante dirigente del PLD y funcionario público en las administraciones peledeistas, incluyendo la de Danilo Medina, fue escogido para que le pasaran la aplanadora de marca MEDINA y lo acusaron, entre otras cosas, de usar dinero de Ángel Rondón (léase Odebrecht) para proyectos personales y también de enriquecimiento ilícito al valorar sus declaraciones juradas.
El señor Montás, con autoridad, desmiente esas acusaciones y en una declaración pública que aparece en los Servicios de Acento el 1 de Julio 2017-9.02 PM declara que recibió dinero de Ángel Rondón, (Odebrecht) para las campañas políticas del PLD en los años 2008, 2012 y 2016.
El ingeniero Montás afirma que SI recibió dinero de Ángel Rondón para las campanas del PLD y que nunca firmó ningún contrato con Odebrecht y si lo hicieron los funcionarios de los gobiernos del PLD Víctor Díaz Rúa, Vicente Bengoa, Radhames Segura, Gonzalo Castillo, Daniel Toribio, Simón Lizardo y el ingeniero Mariano German.
En sus declaraciones, el señor Montás NO informa a quiénes se les adjudicó la construcción de las obras y quién aprobó el 34% de sobrevaluación sobre los contratos originales. Y quién, o quiénes, en la administración de Danilo Medina, premiaron a la firma Odebrecht, con contratos en la República Dominicana por casi seis mil millones de dólares, y quién autorizó a la multinacional de la corrupción para que aplicaba una tasa del 22 por ciento sobre el valor de sus obras para facilitar el soborno a los funcionarios dominicanos.
Sabiendo la férrea disciplina de los cuadros y máximos dirigentes del PLD, el señor Temístocles Montas, sin la autorización del jefe de campaña, el tesorero, directa o indirectamente del presidente-candidato no podía aceptar los fondos de campaña que le entregaba el señor Ángel Rondón y, mucho menos usar ese dinero para su enriquecimiento personal.
El señor Rondón, antes de entregarle el dinero al señor Montás, ya había negociado con alguien muy alto en la administración peledeista el dinero que le iban a entregar a Montás. Esta maniobra es así y no de otra manera.
Lo del procurador de Medina con Montás es un cuento de camino muy mal montado.
Por el pueblo dominicano, por esto, y mucho más, hay que aclararlo.