(Comunicado de la Directiva sociedad de arquitectos de la Republica Dominicana)
Pareciese haber un plan para no escatimar esfuerzos en abrir heridas a la ciudad, al civismo, a la Patria y hasta a las clases profesionales. Estamos viviendo en el país del no consenso. Se mutilan especies arbóreas de paseos, parques y espacios libres para ampliar vías, como es el caso del Jardín Botánico Nacional, que en evidencias del devenir urbano no traen soluciones a los problemas de tránsito.
Se permite con motivo de la Navidad, la instalación de monumentos de diseños foráneos que afectan la perspectiva visual y la solemnidad de espacios vitales de homenaje a símbolos patrióticos, y luego sin reparos se decide la permanencia de esos adefesios visuales para el esparcimiento, la libación de bebidas y la música a todo dar de personas de un municipio, para todavía mancillar más la aptitud cívica que se debe guardar ante la bandera, su plaza urbana y su entorno que debiera ser sagrado.
Como colofón hoy nos despertamos con la sorpresa del anuncio en una web de un nuevo proyecto del Arquitecto español Rafael Moneo; se trata de la remodelación de la Plaza España. Esta nueva propuesta se une con la famosa intervención de las Ruinas de San Francisco.
Pensábamos que con el rechazo colectivo a este diseño invasivo, donde la historicidad del contexto no es la protagonista, ya estaba descartada la implementación de este proyecto, pero nos damos cuenta que no. La sorpresa de hoy es abrumadora, al observar la remodelación de la Plaza España de la Ciudad Colonial de Santo Domingo por firmas no locales, esto representa una afrenta a nuestra clase profesional, no porque esté mal su concepción o idea, sino porque somos más de diez mil arquitectos dominicanos diseminados en todo el territorio nacional con capacidad de producir iguales, o mejores propuestas que las ejecutadas por el extranjero.
Lamentablemente la clase profesional de la Arquitectura, el Urbanismo, con miles de egresados de las academias dominicanas, no se enteran de los planes prospectivos de intervención del patrimonio que se desarrollan, o van a desarrollar en esta ciudad. Hay indignación y con razón; éste país que es de todos, "democratico", es lugar en que sólo unos pocos sin consenso, son los que deciden como deben ser las cosas.
Hacemos un llamado a un cambio de actitud en las autoridades y a tener mayor transparencia en las decisiones y proyectos a ejecutar.