¿Cuál es la gran sorpresa en el caso Súper Tucano? Los sobornos fueron de conocimiento público antes del contrato ser ratificado por el Congreso.

Recordemos que el 5 de Septiembre del 2008, el entonces diputado por el PLD y presidente de la comisión de ética Elso Segura Martínez denunció que varios funcionarios habrían recibido sobornos por aprobar la compra de los aviones brasileños. El diputado afirmó en ese entonces que “medios interesados ofrecieron dinero en dólares a legisladores para que votaran a favor del préstamo de 93 millones de dólares”. Sin embargo, el comité político del PLD bajó la línea para silenciar al diputado, lo que lo llevó a asistir a la cámara con una venda sobre la boca, una protesta simbólica contra su propio partido que pretendía callar voces disidentes (Video: http://www.youtube.com/watch?v=FEeXRmY3bsQ)

La complicidad siempre ha estado a la luz. A pesar de la gravedad del hecho, la procuraduría nunca hizo las investigaciones de a lugar, ni entrevistó a Segura para esclarecer la procedencia de su denuncia. Las acusaciones de Segura fueron calificadas de “insólitas” e “insolentes” por el entonces presidente del senado Reinaldo Pared Pérez. Incluso Julio Cesar Valentín, presidente de la cámara de diputados en ese entonces, llego a decir que la denuncia “daña la imagen del Congreso”. Pelegrín Castillo, ex diputado y actual ministro de Energía y Minas, dijo que la denuncia de Segura “solo favorece al narcotráfico”. No olvidemos que en un Wikileaks el propio presidente Leonel Fernández dice que “se sobreentiende que los militares de alto rango a menudo toman el 10% de los recursos que pasan por sus manos como comisión”, añadiendo que las fuerzas armadas es una institución corrupta. ¿Entonces cuál es la gran sorpresa?

En Noviembre del 2008 ya había informaciones públicas que indicaban una grosera sobrevaluación en el precio de estos aviones. Por ejemplo, la agencia EFE había publicado un mes antes una nota sobre la venta de 12 aviones Súper Tucano a la fuerza aérea de Chile por USD$120 millones, equivalente a USD$10 millones por avión. El mismo artículo agrega que en el año 2005, Colombia también firmó un contrato por USD$240 millones para comprar 25 aviones, equivalente a USD$9.6 millones por avión. Sin embargo, República Dominicana pagó USD$93 millones por 8 aviones, equivalente a USD$11.6 millones por avión, lo que indica una sobrevaluación de USD$1.6 a USD$2 millones por avión, para una sobrevaluación total que ronda entre los USD$12.8 y USD$16 millones de dólares.  La magnitud del monto probablemente indica que fueron varios funcionarios, y no uno solo como se dice ahora, los que llegaron a aceptar sobornos. Vale destacar que Elso Segura denunció que “colegas” (en plural) habrían aceptado sobornos, lo que implica la participación de varios congresistas.

Lo claro es que Elso Seguro, presidente de la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados en ese entonces, ha sido reivindicado. Pero su caso deja en evidencia lo que pasa con personas que cumplen con su deber. En Mayo del 2010, el ex-diputado denuncio que fue víctima de fraude por sus mismos compañeros de partidos. Por vía pública, Segura denunció que en varios centros de votación del poblado  de Guerra, en  la provincia de Santo Domingo,   se falsificaron  los resultados electorales para  favorecer a otro candidato del PLD. Ese mismo mes, la JCE comunico varios recursos rechazados sobre candidaturas del PLD, donde figuraba uno de revisión que presentó Elso Segura. Eventualmente, Segura fue excluido de la boleta del PLD para incluir a Sofía Azcona y así supuestamente cumplir con la cuota femenina. En Agosto del 2011, Segura también se presentó como candidato a juez para el Tribunal Supremo Electoral (TSE), cuya candidatura fue eventualmente rechazada.  Evidentemente, al que calla ante actos de corrupción se le premia. Por otro lado, al que habla y demanda justicia se le cierran caminos, como ha sido en el caso de Elso Segura.

Mi pregunta es, ¿estaría el procurador dispuesto a tirar piedras hacia atrás con este caso, o seguiremos tirándole las piedras al pueblo?