Llevar a cabo de manera adecuada todo lo relativo al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en Situación Migratoria Irregular, ha sido un camino difícil y tortuoso, por la poca y escasa colaboración del gobierno haitiano para dotar a sus ciudadanos de documentos de identificación.
Las autoridades haitianas hasta ahora han demostrado que tienen condiciones de grandes peticionarios ante organismos multilaterales como la OEA, ONU, CARICOM y otros países “amigos” que quieren aportar para resolver la situación migratoria con la República Dominicana.
También sagacidad diplomática con indudables habilidades para tratar de lograr que la República Dominicana cumpla con su requerimiento de “nacionalizar” como dominicanos a miles de sus ciudadanos que salen de ese país agobiados por la pobreza y el histórico poco empeño de sus gobernantes por los pobres.
Sin embargo a pesar de esas habilidades vemos que el gobierno haitiano a la hora de cumplir con su rol de dotar a sus ciudadanos de documentos de identidad básicos, se muestran parcos y poco colaboradores.
Muchos dominicanos nos hemos quedado asombrados con esta inexplicable inercia no tanto de las autoridades haitianas sino de cientos de organismos y personalidades que se sumaron al quantum acusatorio contra la República Dominicana.
Muchas de esas entidades deberían colaborar también para que la República de Haití cumpla con su parte, porque la regularización y posterior naturalización es un camino de doble vía. Ha sido lastimoso ver como el presidente Danilo Medina tuvo que pedir la colaboración del gobierno haitiano para sus ciudadanos.
Asimismo es penoso ver cientos de haitianos que no han podido cumplir con las exigencias documentales del Plan Nacional de Regularización por los altos costos de los pasaportes de su país. Ahora la situación se ha tornado en contra del gobierno del presidente haitiano Martelly para que cumpla, con la ventaja de que los ataques que recibe son tímidos y no tan feroces como los que tuvo la República Dominicana antes de la entrada en vigencia de la nueva ley de naturalización.
El plazo establecido para la regularización vence el día 28 de febrero de próximo año, y a partir de esa fecha las autoridades dominicanas actuarán apegadas al procedimiento establecido legalmente. Todos los casos de extranjeros que residen en el país se tratan personalmente y para aplicar por el mismo no hay que pagar un solo centavo al Estado dominicano.
Pienso que llevar a buen término el Plan Nacional de Regularización sería un éxito para ambos países; pero hasta ahora sectores tanto nacionales como extranjeros prefieren la confrontación constante, situación que ya los dominicanos no queremos y que debería ser superada.