Celebramos el 500 aniversario de la Reforma y damos gracias a Dios por ella.
El 31 de Octubre de 1517, un monje católico romano de 26 años de edad llamado Martín Lutero clavó en la puerta de la Iglesia de Wittenberg 95 tesis doctrinales con las cuales pretendía que la iglesia católica romana las considerara y volviera a las enseñanzas Apostólicas reveladas por el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento.
Martín Lutero fue llamado a exponer su documento ante el Rey Carlos V de Alemania, en la dieta de Worms, que era la reunión de todas las autoridades del Imperio.
Relata la historia que en el primer encuentro le pidieron que se retractara de sus escritos, se le dijo de manera escueta que respondiera, si o no, al pedimento de las autoridades de retractarse. Lutero pidió tiempo para pensarlo. Se le dió ese tiempo y en la próxima convocatoria le volvieron a reiterar el pedimento de retractación, a lo que Martín Lutero respondió:
"Si no se me convence mediante testimonio de la Escritura y claros argumentos de la razón, porque no creo ni en el papa ni a los Concilios, ya que está demostrado que a menudo han errado contradiciéndose a sí mismos- por los textos de las Sagradas Escrituras que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios.
Por eso, no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable. ¡Dios me ayude, amén!"
El veredicto fue inmediato, fue considerado hereje y sentenciado a muerte, quedando libre de culpa cualquiera que a partir de ese momento matara al monje agustino, Martín Lutero. Fue protegido por el Rey Federico III de Sajonia, llamado el sabio, quien lo libró de morir.
He aquí el resumen de las 95 tesis doctrinales de Martín Lutero:
1. Sola Escritura.
Creer solo en la Biblia como la palabra de Dios inspirada, autoridad final, inerrante e infalible para los fines que fue dada por Dios. A la Sagrada Escritura nada ni nadie debe añadirse y ni suprimírsele.
2. Sola Gracia.
El hombre es salvo por gracia Divina, únicamente, es la disposición de Dios de proveer Su favor para que por medio de la fe el hombre obtenga la salvación.
Este favor solo depende de Dios, de Su gracia y por medio de la fe en Cristo.
3. Sola fe.
Es el medio por el cual somos salvos, NO es por obras, somos justificados por creer en Cristo como nuestro salvador.
La fe que salva produce obras, pero las obras no salvan.
4. Solo Cristo.
El único mediador entre Dios y los hombres es Cristo, El es El salvador, Su sacrificio en la Cruz nos justificó, El pagó con Su muerte la justicia divina, apartó la ira de Dios sobre nosotros, nos redimió de la esclavitud del pecado en el cual vivíamos y nos reconcilió con Dios, pues éramos enemigos de Dios. En la Cruz del calvario se consumó la obra de salvación. Solo Cristo, el revelado en la Escritura.
5. Solo Dios.
Solo Dios merece la gloria, solo Dios, Creador del universo y de todo lo que en ello hay, visibles e invisibles, quien por Su amor, gracia y misericordia diseñó desde antes de la fundación del mundo la redención de Su pueblo, para la alabanza de la gloria de Su gracia.
Las causas, las tesis de Martin Lutero que produjeron el cisma entre protestante y católicos Romanos hace 500 años siguen vigentes al día de hoy. El catolicismo romano sostiene todavía:
1. La infalibilidad papal, en adición a las Escrituras
2. La mediación de María como corredentora con Cristo.
3. Niegan la justificación por la fe, llamando anatema (malditos) a aquellos que creen que el hombre es solo justificado por la fe.
4. Continúan con la intermediación sacerdotal y las confesiones.
5. Dicen que la iglesia es la dispensadora de la Gracia divina a través de los sacramentos, no Dios.
6. Creen en la inmaculada concepción de María, lo cual no lo dice la Biblia.
7. Creen en que los elementos del vino y el pan se convierten literalmente en la sangre y el cuerpo del Señor, cuando la Biblia lo muestra como un simbolismo.
8. Todavía el catolicismo romano vende "bulas papales" para proveer de Indulgencias a los familiares de los muertos que están en el infierno o el purgatorio, pudiendo estos salir de esos lugares al momento en que sus familiares la compren en la iglesia romana.
9. Se continúa con la veneración de reliquias e imágenes.
10. Se continúa con la celebración de misas a los muertos.
11. Continúan las penitencias como medios para alcanzar el favor Divino.
La Reforma no se puede reducir, como se ha querido mostrar, a una separación entre hermanos, NADA más falso.
Tampoco se puede atribuir a temas políticos y socioeconómicos de la época.
No fue una mera protesta por los maltratos y abusos del clero romano a su feligresía.
Tampoco pueden reducirse a consignas eclesiásticas simples y divisionistas.
No era una nueva perspectiva teológica la que estaba promoviendo Martín Lutero.
Tampoco era, ni es, la promoción de un humanismo que tratara de opacar la teología doctrinal a la que apelaban regresar.
La Reforma Protestante fue un avivamiento teológico, Espiritual e intelectual promovido por la Providencia Divina para que el mundo volviera a los fundamentos de la palabra de Dios revelada por el Espíritu Santo a través de los Apóstoles.
Pensar menos de ahí es desvirtuar las intenciones de Dios y los reformadores.
La conclusión es evidente, es irreconciliable la doctrina Bíblica que argumentaron los Reformadores con la doctrina anti bíblica católica romana.
El Ecumenismo es una figura ausente en la Palabra de Dios, la unidad del pueblo de Dios está basada en la Verdad revelada en la Biblia, "Santifícalos en Tu Verdad, Tu palabra es Verdad" dice el Señor.
Por lo tanto, celebremos éste aniversario 500 de la Reforma Protestante.
Gloria sea a Dios por ella y por lo que a través de los siglos a representado para el pueblo de Dios, Libertad, se nos dio a Conocer la Verdad y esa Verdad nos ha hecho libres.