§ 1. Cuando Bruno Rosario Candelier muestre públicamente el acta del pleno de la asamblea de miembros de número de la Academia Dominicana de la Lengua (ADL) que modificó los estatutos de 2002 el 13 de enero de 2006, entonces acataré humildemente los estatutos de 2006 publicados en el Boletín 20 que vio la luz pública en junio de 2009.

§ 2. Y Rosario Candelier no mostrará el acta de la asamblea, porque sencillamente no existe y al no existir el director de la Academia no la envió al Poder Ejecutivo para su aprobación mediante decreto, tal como lo exige la ley 122-05 para las asociaciones sin fines de lucro o instituciones de derecho público. En consecuencia, esa reforma estatutaria de 2006 publicada en el Boletín 20 solo existe en la mente de Rosario Candelier y sus secuaces. Como se vio en la entrega anterior que publiqué en Acento.com, los que firmaron el desconocimiento de esos estatutos de 2006, también suscribieron un documento con un voto de censura el 28 de febrero de 2006 contra el director de la ADL en razón de esa modificación ilegal.

§ 3. ¿Quieren saber la causa por la que Rosario Candelier modificó los estatutos de 2002, sin asamblea del pleno de los académicos de número? Porque cuando asumí en 2004 la subdirección de la ADL, Rosario Candelier no contaba con la mayoría de votos en la Junta Directiva y no pudo imponer su visión totalitaria a los demás académicos. Pero en las elecciones de julio de 2005, salí de la subdirección y entonces Rosario Candelier sí contó ya con la mayoría en la Junta Directiva, modificó los estatutos en 2006 y eliminó a la secretaria perpetua y a partir de ese momento construyó su poder absoluto hasta el día de hoy al subordinar la junta directiva a su persona.

§ 4. Causante de la crisis de legitimidad de las sucesivas gestiones de Rosario Candelier al frente de la ADL, es a esa ilegalidad que hábil y astutamente no se han referido nunca todos los que han salido en defensa del “actual director” y se han ido por la tangente al enfocarse en asuntos personales que nada tienen que ver con esta crisis de legitimidad y legalidad: aducen esos secuaces del Rosario Candelier que él es trabajólico, que ha publicado 60 libros, que es buen padre de familia y mejor amigo, que ha colocado en un sitial local e internacional a la ADL, así como una larga sarta de ditirambos.

§ 5. El grupo Pedro Henríquez Ureña por el Rescate y Adecentamiento de la ADL ha tenido siempre clarísimo que su lucha por la legitimidad y legalidad de los estatutos de 2002 (principio innegociable) no tiene absolutamente nada que ver con asuntos personales, sino que se trata de un problema institucional; que no hay pequeños y mezquinos intereses surgidos cada vez que se acercan elecciones en la ADL, etc. etc. El suscrito mantiene excelentes relaciones personales con el director de la ADL e incluso antes de que se desatara la presente crisis, fue a la ADL a llevarle su último poemario, dedicado, como muestra del intercambio de publicaciones que hemos mantenido siempre.

§ 6. Simplemente, hemos querido alertar a la comunidad de académicos de número de esta crisis de legitimidad e ilegalidad para que cada cual asuma su responsabilidad en las próximas elecciones de 2023.

§ 7. Según los estatutos de 2002, válidos y vigentes, y por los que no se rige el director de la ADL, las figuras de académicos correspondientes y miembros colaboradores son inexistentes, por los que esa categoría debe de abstenerse de participar en este conflicto entre académicos de número y debo recordar, además, que un académico electo no tiene existencia (es decir, voz y voto) hasta que no presenta su discurso de ingreso a la ADL.

§ 8. Si ambiciones y apetencias electoreras existen, es en el campo del director y sus valedores, algunos de los cuales juegan a la doble cabeza llevando y trayendo informaciones a ambos campos en pugna con la finalidad expresa de obtener adhesión para su proyecto de dirigir la ADL, traicionado, como buenos Romualdo Montero, tanto a Sánchez como a Pedro Santana. Desde 2005 el grupo que adversa a Rosario Candelier no ha terciado en ninguna de las elecciones en que él ha sido elegido director basado en los estatutos de 2006, prueba de que no reconocemos ese método de elección ni tenemos ambiciones de dirigir la ADL.

§ 9. No seré, si estoy vivo en 2023, ni candidato a vocal. Retirado desde 2013 de toda actividad, mi vida de escritor y periodista se contrae a leer, escribir y dirigir la revista literaria y cultural Cuadernos de Poética y a luchar por la creación en nuestro país de un verdadero Estado nacional anticlientelista y antipatrimonialista, seguidor como he sido, y soy, de esta sana doctrina política fundada desde 1916 por don Américo Lugo en 1916 con su tesis doctoral, en 1920 con su carta a Horacio Vásquez y en los años 1934-36 con sus cartas al dictador Trujillo, doctrina que muchos, en nuestro ámbito geográfico, proclaman de la boca para afuera.

§ 10. Transcribo, a continuación, con la autorización de Manuel Matos Moquete, la carta que le dirigió a Bruno Rosario Candelier cuando el director de la ADL le solicitó, por escrito, como es su método habitual, el voto no solamente para él, sino también para los demás miembros de la Junta Directiva, un método de reelección indefinida que vulnera incluso los mismos estatutos fraudulentos de 2006, según los cuales, salvo que el académico de número esté enfermo de gravedad y no pueda trasladarse, este deberá estar presente en el local de la Academia el día de la elección de sus autoridades, las que deberán ser votadas individualmente y no por plancha. Esta es una carta reveladora que delata el mecanismo de funcionamiento del poder de Rosario Candelier, usado con todos los académicos que les favorecen en esta práctica y que prefieren enviar su voto por escrito, aunque estén sanos y salvos en la comodidad de su hogar. Matos Moquete le dijo no al poder del director y su mecanismo de reelección indefinido. Los términos de la carta de Matos Moquete revelan, además, que la confrontación con Rosario Candelier no es nada personal, sino institucional:

Santo Domingo, DN
9 de junio de 2020

Señor
Don Bruno Rosario Candelier
Director de la Academia Dominicana de la Lengua
Su Despacho.

Distinguido Director:

Cortésmente, reciba mis afectuosos saludos, a la par que mi respuesta  negativa a su misiva del 5 de junio de 2020, en la cual  solicita mi decisión acerca del asunto planteado en estos términos:
“Si usted está de acuerdo que el suscrito siga dirigiendo la ADL puede consignar su voto por este Director y la Junta Directiva propuestos  en la hoja de votación, que le adjunto”.

Soy de opinión que la junta directiva propuesta no es la más adecuada para dirigir la Academia Dominicana de la Lengua -ADL a partir de la asamblea eleccionaria del 18 del mes en curso.
En esencia, esa junta directiva ha agotado varios períodos consecutivos en la conducción  de la ADL.

No ignoro algunos cambios introducidos, en relación con la junta directiva vigente, que afectan a individuos y a determinadas funciones. Pero, de ningún modo, estos obran en función del fortalecimiento y la renovación de la ADL.

Es preciso señalar que es saludable dejar espacio a la alternabilidad en nuestra institución.

Estos tiempos requieren de nuevas ideas y nuevos proyectos.

Y esto ha de suceder, sin portar desmedro a los grandes aportes introducidos a la ADL por el equipo directivo en estos últimos lustros, principalmente debido a la obra tesorera de su Director, Bruno Rosario Candelier .

Por lo antes dicho, dejo mi voto en libertad de considerar nuevas propuestas para la dirección de la ADL durante el período 2020-2023.

Con la amistad, consideración y estima de siempre, le saluda cordialmente,

Dr. Manuel Matos Moquete
Miembro de Número

Manuel Matos