En días pasados me enteré sobre los 13.6 millones de seguidores en las redes sociales que la influencer medioambiental Greta Tintin Eleonora Ernman Thunberg tiene y del icónico papel que desempeña en su lucha contra el cambio climático.
Al mismo tiempo la menor de las Kardashian, Kilye Jenner publicaba a sus 280 millones de seguidores cuáles son sus exuberantes gustos y placeres como una de el influencer más “admiradas”. Siendo esto un ejemplo de cómo anda nuestra sociedad en estos momentos y de cómo la realidad actual de lo que marca tendencia no necesariamente es lo que defendemos.
Greta, a su corta edad está tratando de conseguir que el mundo comprenda que el cambio climático es una de las amenazas más graves que enfrenta el planeta y la necesidad de tomar acción conjunta para resolverlo. Mientras ella rehúsa transportarse en embarcaciones que no sean movidas por el viento, Kile Jenner y su poderosa familia no viajan si no es en Jets privados.
Cuando Greta moviliza a personas para que se unan a favor de su importante iniciativa, Jenner muestra ejemplos del culto constante a su personalidad. Greta con tan solo 16 años se ha convertido en la voz más relevante de la lucha a favor del planeta y Keli Jenner en el símbolo de lo superficial.
Porque en definitiva lo que mueve al mundo es y será el dinero, la banalidad y lo superfluo y es algo que ninguna iniciativa a favor de cualquier causa lo podrá superar. No dudamos de los relevantes esfuerzos que hacen Greta y la maquinaria de asesores detrás de ella para crear cierto nivel de conciencia planetaria antes de que sea tarde.
Pero Greta, lo hemos captado, todos debemos involucraros en la lucha para proteger lo que queda de nuestro tierra y solicitar a los gobiernos asuman la responsabilidad que tienen en este aspecto diseñando leyes y acuerdos con esta finalidad; no obstante, desafortunadamente existen temas que son de mayor trascendencia en el mundo actual que es el promover productos con cortes egocéntricos que muestras una falsa percepción de la realidad.
Así es, nada de lo que hacemos en la actualidad cobra relevancia sino es promovido por una de las marcas con nombres como el de Kelie Jenner y los millones que sus empresas ganan solo porque lo dijo o lo "posteo" ella; todo esto deliberadamente basado en las estrategias de marketing creadas por las grandes corporaciones. Ella forma parte de ese grupito con grandes concentraciones de capital y poder, cuyo aporte social es nulo.
En efecto, desearíamos afirmar que la cantidad de seguidores de una persona no es importante, sin embargo en realidad si lo es, ya que aunque el trabajo de Greta es generar comprensión de la situación del planeta, el de Kelie Jenner no tiene conciencia alguna. Siendo los nuevos patrones que asume el mundo como referencia de "trabajo duro".
Pero lo irrelevante e intrascendente son los nuevos paradigmas universales y eso solo lo podemos cambiar educando a las personas para producir consciencia absoluta para que esta generación que literalmente muere por la banalidad proyectada en las redes sociales aprenda a tomar las información con "pinzas' dependiendo del emisor.
La realidad contra la tendencia mundial, es que nadie desea salir de las zonas de confort diseñadas para que constantemente estemos enganchados en todo lo que no es importante, seguir a una millonaria que no contribuye en otra cosa que no sea la de enrostrarle al mundo lo que tiene y del “sacrificio” que le ha costado. O seguir a Greta que es una de las tantas voces que desea suscitar conciencia.
No obstante, la iniciativa de informar y educar que tiene Greta sobre como mitigar el dañó ya causado, entendiendo como todos hemos sido y somos responsables del calentamiento global, es un primer paso para buscar una solución conjunta. Pero existe una realidad que es tendencia a nivel mundial y es que a las personas les encanta.