"La causa real y determinante que ha hecho perder el poder a las hombres, ha sido siempre el haber llegado a ser indignos de ejercerlos " (Alexis de Tocqueville / Autor de la Democracia en América, 1835).

Wilfredo Lozano (1950), acaba de publicar un libro polémico, profundo, diferente y especialmente, dramático en torno al porvenir nacional. Se toma todo su tiempo, para ir dejando caer una serie de pensamientos tras pensamientos, idea tras idea, que nos ofrecen un perfil de país no conocido, un perfil de país que vive su cotidianidad al margen de realidades como estas, que sellaban un destino:

"Tras las reformas de 1994, producto del fraude electoral en ese año, quedó trunca la reforma constitucional del 2003, hecha a la medida de la reelección de Hipólito Mejía y se hizo crítica tras la total clientelización de la política de partidos y la agudización del uso patrimonial del Estado por Leonel Fernández, sobre todo a partir del 2008. La Reforma constitucional del 2010 lo que hace es consolidar ese modelo verticalista y clientelar, extendiendo el poder del presidente a todo el sistema estatal. Puede decirse que a partir de 2010 asistimos a una suerte de constitucionalización del presidencialismo clientelista."  (La razón democrática, pag 32 )

Alexis de TocquevilleEn la cartografía nacional lozaniana, como muestra esta cita de la página 32, advierte hacia dónde se dirige su escarpelo, porque no busca atajos, el libro maneja con estricto rigor el tema de las cronologías, personajes y fechas, para que la historia analizada surja desde su contexto real y la memoria la ubique sin pérdida de secuencias.

Wilfredo Lozano, se esmera en citar y detallar hechos de la historia dominicana, que ofrecen a su acierto la base de verdades irrefutables, tristemente comprobadas, por las consecuencias posteriores en la vida nacional.

Le preocupa una democracia tullida en sus esencias, la mira con bastante objetividad, pero a pesar de la obra del cientista social, está la mirada de quien le duele lo que dice, porque lo hace con la autenticidad que ofrecen los datos y las abundantes referencias contrastadas con otros casos de América Latina. En este sentido, especialidad de sociólogo y buen lector, no se arredra en buscar definiciones de pensadores de la sociología moderna, para reforzar sus criterios valientes y osados, porque escribe sobre una materia política que no siempre nadie quiere analizar.

Leyendo por segunda vez el libro La razón democrática, me convencí de algo que siempre había barruntado en soliloquios casi del absurdo: somos una pequeña nación de transiciones dentro de transiciones, no terminamos ninguna, nos hemos transicionado como los niños en la noria, que gira y gira, hasta marearnos. No hay fatalismos ni catástrofes política, Lozano analiza hechos y el accionar de sus protagonistas en la historia dominicana de los últimos 60 años y nos lleva con un hilo conductor interesante: a los mitos de la política dominicana concentrados en una clase política huérfana de imaginación, para la transformación, pero pletórica en magias y trucos, para el hurto y el timo, la burla y la indolencia ante el resto de la población.

Wilfredo LozanoCuando nos habla del Estado moribundo, haría temblar a cualquiera que cree que tiene los pies sobre la tierra, la debilidad del estado es un signo de decadencia nacional, agrego yo, los signos de las normas colapsadas están ante nuestros ojos: vivimos en un orden aparente que en el fondo ni es orden ni tampoco es aparente, esa paradoja confunde pero retrata como la ley vive en un terreno de nadie, que el autor del libro no tiene que hacer muchos esfuerzos, para explicarlo o analizarlo. Pero en este sentido, el análisis del libro es contundente, espeluznante y realista, realismo que choca con la pasividad observada en la vida Dominicana de estos días.

La primera parte del libro pone en andamios el tema de la democracia, el autoritarismo y el clientelismo, claves fundamentales, para entender el actual modelo político que se vive en la República Dominicana, dejando muy claro la deriva del sistema electoral dominicano cuando afirma y analiza el autismo de las élites del poder y las consecuencias de ese autismo, se refiere antes al tema de las facciones de los partidos y al analizar las consecuencias de las mismas agrega:

"Por lo pronto ha producido una suerte de giro autista de las élites políticas hacia sus problemas internos, desconectándose de sus relaciones ciudadanas y con la sociedad civil. Por otro lado, a la tendencia autista le complementa un manejo clientelista de la gente, que ha convertido a nuestro sistema electoral, en un verdadero mercado de clientes, sobre todo en tiempos de campaña electoral. Con ello la democracia ha sufrido un deterioro en su legitimidad ciudadana, al tiempo que la crisis del sistema de partidos parece apuntar hacia una suerte de modelo de partido único en torno al PLD como partido hegemónico. Como es obvio, esto tiene una secuela autoritaria que amenaza con quebrar las bases precarias de la democracia criolla " (La razón democrática, pág 34).

El libro campante, no se conforma con analizar sus objetivos temáticos, se tiene la impresión de que las realidades que describe, nos siguen de modo paralelo en una acera  contigua, como un fantasma narrado y avistado al mismo tiempo.

Cabe una pregunta, que no por simple deja no  ser fatalista y dramática: ¿Con qué ojos podría leer la clase política actual los planteamientos de este libro?…

La razón democrática, su estructura como libro de análisis político  del presente, negarlo es ser ciego, deja un triste perfil de la clase política dominicana y sus visiones con respecto al delicado oficio de construir una nación en función de normas y preceptos, que puedan regir con sentido democrático a la República Dominicana del siglo XXI.

El texto no es una amarga queja, es un diagnóstico doloroso y preciso del presente dominicano, que hoy los menos ingenuos ven con cierta incertidumbre, no por el gobierno que tiene las riendas del Estado, sino porque la herencia sumada a los errores involuntarios crean un clima futuro, no muy halagüeño, especialmente por una razón: porque los aprestos electorales para el 2016, se han iniciado proclamando las buenaventuranzas de una obra del gobierno pasado que el presente crítico, el libro lo hace magistralmente, pone en evidencia la mayor quiebra de la nación dominicana.

Wilfredo Lozano, investigador incansable, con notorios aciertos en su produccción intelectual, da una lección de humildad al construir un libro que se muestra en cada página, abierto a un debate que nuestra democracia, no siempre está en condición de asimilar, lamentablemente.

En tiempos donde la descalificación iracunda y vacía de razonamiento se imponen a un análisis ponderado y profundo, Lozano convoca por medio de su obra, al debate franco y llano de una realidad nacional, que asediada por factores externos también, amerita un serio debate nacional, que conduce, indefectiblemente, a una refundación de la República. (Cfe)

(*) Hago constar que he leído el libro sabiendo que iba a encontrar, puntos de coincidencias en criterios y visiones, en cierta manera coincidencias entre textos personales publicados por mí y las argumentaciones del  Dr Lozano. Por eso es una lectura sin ruta posible, pero si apegada al rigor de análisis que el libro La  razón democrática obliga.

No tengo un orden especial para escribir los artículos, focalizo lo que entiendo es urgente y hace un puente dramático con el presente.