El papel que juega la publicidad en la sociedad de consumo es de suma importancia ya que su papel como metodología y su impacto sicológico en el carácter social se logra a través de un condicionamiento tedioso, pero bien planificado junto a una elaborada propaganda. Analicemos como esta maquinaria publicista afecta el carácter sicológico del hombre moderno y su percepción de comprar bienes y servicios no considerados como “necesidad” sino deseos fútiles o superfluos. El papel de la publicidad en el consumo se basa en un proceso de comunicación con una intención de llegar a impactar a las masas llevándoles un mensaje abierto a veces subliminal en el cual se les informa la necesidad y disponibilidad de los productos existentes en el mercado.
Estos medios masivos de comunicación están dirigidos a captar la atención del público, e influir sobre su percepción sobre artículos y bienes, modificando las ideas y hasta la forma de pensar de los compradores: se trata de instigar a la persona que gaste, consuma y le hace percibir la necesidad de obtener bienes y servicios no necesarios, pero si como parte de vanidades y deseos de ostentación, en una sociedad que necesita más consumidores que productores.
Los medios de comunicación de masas son unos de los mecanismos que ejercen su poder utilizando la publicidad y la propaganda, a través de los órganos de difusión como radio, televisión, periódicos, revistas, las redes de comunicación digital, internet, estudios y encuestas que ayudan a determinar consumidores activos y proclives a la compra de esos bienes.
Uno de los aspectos más sobresalientes de la publicidad son los llamados mensajes subliminales, informaciones o mensajes que pueden ser audio- visuales [compuestos de imágenes y sonidos] que recibimos por debajo de nuestro umbral de conciencia, los cuales estimulan y excitan el consumo de uno o más productos, situación que ha sido aprovechada por algunos sectores de publicidad para utilizar estas imágenes para sugerir y hasta influir en la voluntad del público de consumo en masa en relación a un producto, una marca, una idea, y en algunos casos con una manipulación de las emociones humanas creando reacciones placenteras o de disgusto hacia un determinado artículo o proyecto.
La publicidad nos hace ver solo el lado bello de la vida, los anuncios publicitarios nunca nos muestran el dolor de la muerte, las desigualdades humanas, los abusos, las necesidades y la pobreza entre muchos otros.
La publicidad ejerce un poder de convicción que lleva a las personas a comprar objetos que se anuncian y se promueven como dotados de propiedades, que en realidad no contienen, convirtiéndose en lo que se conoce como una publicidad engañosa. Se le llama publicidad cuando la actividad se refiere a la promoción y venta de productos, se llama propaganda cuando se trata de propagar ideas, creencias, doctrinas y promover figuras públicas, la cual tiene como misión el sugerir ideas que en la actualidad tienen un uso masivo en el campo de la política teniendo como finalidad el enviar mensajes a un público de masas a través de tácticas de publicidad y marketing siendo la intención crear una percepción o una idea especifica que muchas veces puede ser falsa o engañosa, a veces capaz de modificar el entorno por medio de la manipulación de las emociones, es decir en lenguaje llano, le lavan el cerebro a las personas.
El uso de la publicidad, propaganda y mercadeo continúa siendo de importancia en las sociedades de consumo y es usada ampliamente en el mundo de la política la cual ha sido utilizada como medio de predicción a través de sondeos, encuestas y mercadeo orientado a predecir el triunfo de un candidato o un partido.