A pesar de que desde hace mucho tiempo disponemos de datos referentes a novelas publicadas por Alejandro Angulo Guridi (1823-1906) antes de 1856, se sigue considerando El montero (1856), de Pedro Francisco Bonó (1825-1906), como el punto de partida de la producción novelística en la literatura dominicana. Pero ocurre que en octubre de 1989 localizamos un extenso fragmento de la novela Cecilia, publicada por Angulo Guridi en 1853 en El Progreso, periódico que circuló en la ciudad de Santo Domingo entre febrero y octubre de ese año, dirigido por el poeta y periodista Nicolás Ureña de Mendoza. El mismo Angulo Guridi era el redactor.
Posiblemente Alejandro Angulo Guridi haya publicado en 1841 la novela La joven Carmela. Sobre esta publicación existen dudas, debido a que dicho texto todavía resulta desconocido y nadie ha podido decir que lo ha leído. El acucioso historiador Vetillo Alfau Durán —uno de nuestros mentores al iniciarnos en el campo de la investigación— la cita en sus «Apuntes para la bibliografía de la novela en Santo Domingo».
También mencionan dicha novela Néstor Contín Aybar en el tomo II de su Historia de la literatura dominicana;1 Joaquín Balaguer en su Historia de la literatura dominicana;2 y Diógenes Céspedes en su obra Estudios sobre la literatura, cultura e ideologías.3
Balaguer afirma que la impresión de la obra del menor de los hermanos Angulo Guridi fue autorizada en 1841; y Céspedes considera que «si apareciera» el texto La joven Carmela «se pudiera hablar en primera novela dominicana».
También esa novela es reseñada en los «Apuntes…» del enjundioso investigador Alfau Duran, quien informa que la misma fue escrita por Angulo Guridi en colaboración con Francisco J. Blanchie, publicada en Villa Clara (Cuba) en noviembre de 1842 e impresa en la imprenta El Eco de Villaclara. Tanto Contín Aybar como Balaguer confirman la versión de Alfau Durán, a quien consideramos el maestro del detalle relevante.
Sobre la tercera novela de Alejandro Angulo Guridi, Los amores de los indios (1843), Balaguer, en su obra citada, dice: «la novela corta Los amores de los indios (es) una de las obras con que se inicia en América la literatura indigenista».
Marcio Veloz Maggiolo, en su libro Cultura, teatro y relatos en Santo Domingo, menciona dicha obra, refiriéndose al origen de la novela dominicana, afirma: «La obra dominicana no nace propiamente en Santo Domingo, sino en Cuba, con las publicaciones de Alejandro Angulo Guridi: Los amores de los indios (1843)».4
En Panorama histórico de la literatura dominicana Max Henríquez Ureña hace la siguiente aseveración: «No hay noticia de ninguna narración escrita por un dominicano que sea anterior en fecha a Los amores de los indios..»5
Pero es Cecilia (1853) la última novela publicada por Alejandro Angulo Guridi y la que, gracias a los datos obtenidos de los valiosos «Apuntes…» de Vetillo Alfau Duran, pudimos localizar y reproducir, en parte, en el Archivo General de la Nación. Véase, en nuestra obra citada, el apéndice III (pp. 457-490). Así inicia el pionero de la novelística dominicana su novela:
«Serían las cinco de una tarde del mes de Febrero de 1837, y los alrededores del pueblecito San Diego de Núñez, situado en la Vuelta Debajo de la Isla de Cuba, empezaban ya a presentar el espectáculo grandioso, bello y triste de la muerte del Sol, y el solemne y míxtico de la entrada de la noche. El firmamento estaba velado tras nubes cenicientas y cobrizas, que con marcada lentitud pasaban del Norte al Sur, y por entre la unión de unas y otras se destacan algunos rayos de luz color de sangre, semejantes a las grietas que quedan en el cráter de un volcán poco después de haber bañado sus cercanías con las encendidas lavas de su erupción».
Dicha novela apareció incompleta, como folletín recortable, en el semanario dominical El Progreso ya citado, específicamente en los números 1-3 y 5-8, comprendidos entre el 20 de febrero de 1853 y el 10 de abril de ese mismo año. En el número 10, correspondiente al 24 de abril, apareció una nota de prensa en la que los editores del periódico pedían excusas a los lectores de Angulo Guridi debido a que la publicación novela sería descontinuada a causa de las múltiples ocupaciones de su autor.
Es importante señalar que Angulo Gurídi dice, en la introducción de la obra, haber publicado antes su novela Cecilia en el periódico El Eco de Villaclara, en Cuba, «y que, reformada y con más extensión presento a los lectores de El Progreso». Es decir, el precursor de nuestra narrativa publicó su obra en 1851 o antes de este año, que fue la fecha hasta la cual permaneció en Cuba.
Cabe señalar, entonces, que, por el momento, y hasta tanto no aparezcan los textos de Alejandro Angulo Gurídi correspondientes a 1841, 1842 y 1843, habrá que considerar como primera novela dominicana no al El montero de Bonó, sino a Cecilia, de Angulo Guridi, sin que ello en modo alguno implique que dejemos de reconocer la importancia y la trascendencia que en términos sociológicos e histórico-literarios tiene la primera de un autor criollo en la cual se trata de un tema tan verdaderamente dominicano como lo es el referente a la montonería en el siglo pasado.
Sobre los textos de Alejandro Angulo Guridi y también sobre los de su hermano Francisco Javier Angulo Guridi (1816-1884) Diógenes Céspedes, en su obra citada, opina que los mismos, sean de buena o mala calidad, «deberían comenzar a publicarse sin excepción». Estamos plenamente de acuerdo con el destacado crítico dominicano, quien, además, afirma que las novelas de los hermanos Angulo Guridi «tienen el curioso mérito de ser nuestras primeras novelas pero al mismo tiempo también el de ser iniciadoras, en América, de la literatura indigenista».
NOTAS:
*En: Miguel Collado. Apuntes bibliográficos sobre la literatura dominicana. Santo Domingo: Biblioteca Nacional, 1993. Vol. I. (Colección Orfeo-Segunda Etapa). Para la publicación de este artículo hemos hecho algunos cambios (actualizaciones) al texto aparecido en 1993. Con esta obra obtuvimos el Premio Casa del Escritor Dominicano en 1993.
1Néstor Contín Aybar. Historia de la literatura dominicana. San Pedro de Macorís: Universidad Central del Este (UCE), 1983. Tomo I. P. 243.
2Joaquín Balaguer. Historia de la literatura dominicana. Santo Domingo: Julio D. Postigo e hijos, 1970.
3Diógenes Céspedes. Estudios sobre literatura, cultura e ideologías: Estudios poéticos, estudios sobre narrativa, cultura, ideología y análisis de discursos. 2.a edición. Santo Domingo: Editora Taller, 1983. 265 p. (Biblioteca taller; 156).
4Marcio Veloz Maggiolo. Cultura, teatro y relatos en Santo Domingo. Santiago de los Caballeros: Universidad Católica Madre y Maestra (UCMM), 1972. P. 172 (Col. Contemporáneos).
5Max Henríquez Ureña. Panorama histórico de la literatura dominicana. Santo Domingo: Librería Dominicana, 1965. Vol. 2. P. 227. (Colección Pensamiento Dominicano).