La prensa escrita en Republica Dominicana ha perdido mucha independencia en los últimos años y también credibilidad, por sus tendencias conservadoras y a veces muy comprometidas con la gestión actual. Un gobierno que se gasta anualmente RD$8,000 millones del presupuesto en anuncios y propaganda, explica en parte el problema. El otro es que sin ese nivel de gasto, que sale del bolsillo de los contribuyentes, muchos periódicos y programas de noticias hubieran dejado de existir.
Pero si seguimos atrapados en las redes de esa práctica antidemocrática, de comprar la noticia y dejarse manipular del gobierno, entonces la libertad de prensa en nuestro país está corriendo un grave peligro. Y eso no termina ahí, porque también ahogan financieramente o persiguen políticamente a los directores de los medios que mantienen una línea noticiosa crítica denunciando lo que está mal.
Dice el periodista del Diario Le Monde de Paris, Jean-Michel Caroit, que es corresponsal para Haití y Republica Dominicana, que aquí solo los periódicos digitales destacan las noticias de Nuria Piera y citan a 7dias.com y Acento.com.do, mientras la gran prensa toca el asunto en forma limitada y cuando los afectados responden.
En Haití, sin embargo, es lo contrario ya que todos los periódicos, sin excepción, han destacado en grandes titulares las denuncias de la mencionada periodista, que se ha caracterizado como una de las pocas luces que brillan en nuestro nebuloso horizonte mediático, lleno de falsedades y manipulaciones gubernamentales. Definitivamente y aunque usted no lo crea, en Haití hay muchas cosas que funcionan mejor que aquí.
Y hay que reconocer que si no fuera por esos medios digitales y por mujeres como Nuria Piera, viviéramos en total oscuridad, desconociendo las intrigas, mentiras, actos de corrupción y violaciones a las leyes y la constitución por parte de este gobierno, cuyos funcionarios odian la verdad y la transparencia. Los principales medios se han encargado de ocultar, minimizar o tergiversar todo los que puede desfavorecer al candidato oficial Danilo Medina. Pero son diligentes cuando de atacar al candidato del PRD se trata.
Hasta que la mayoría de la prensa escrita, cuyos dueños mantienen un bajo perfil en el plano político y rara vez dan muestra pública de inclinarse personalmente hacia un determinado bando, no logre zafarse de las ataduras oficiales y actuar con independencia y objetividad, la democracia en este país andará sobre silla de rueda.
No se trata de atacar o defender a los gobiernos de turno o sus opositores, simplemente se trata de actuar con mayor equidad y objetividad en cuanto a la noticia. Por ahí comienza la transparencia, la justicia y el buen gobierno que tanto demanda la sociedad civil. Porque solo los gobiernos malos o muy malos, los que violan todo y se burlan de la gente, necesitan controlar a los medios de comunicación para justificar sus extravagancias, su descomposición moral y sus vagabunderías.
Un gobierno que no paga prensa para engañar a su pueblo, paga cierto costo político, pero le hace un tremendo bien a la Nación y a la democracia. Ese es el comienzo de todo.