Dos partidos políticos alemanes plantearon el lunes pasado que los países con problemas de deuda podrían reducir la misma vendiendo parte de sus reservas en oro. Este argumento resulta novedoso en medio de propuestas de políticas que enfatizan en el aumento de la presión fiscal y la reducción del gasto público para mejorar la situación de las cuentas fiscales y enfrentar la deuda con relativa facilidad. 

El abandono de los acuerdos de Bretton Woods en la década de los setentas permitió la flotación de todas las monedas cuyo respaldo estaba garantizado por reservas de oro. Con los precios que recientemente ha alcanzado la onza troy de ese metal en los mercados internacionales, eventualmente esas reservasllegarían a niveles tales que podrían aliviar el servicio de la deuda de algunos gobiernos (Ver Tabla 1). 

Tabla 1. Valor de las Reservas en Oro de Algunos Países

 

Para algunos países, comoEspaña, Grecia y Portugal, las reservas en oro pudieran en alguna medida aliviar el pago de la deuda pública, pero no garantiza resolver las dificultades a las que se alude.  En Estados Unidos e Italia la situación es relativamente distinta ya que sus reservas son considerablemente elevadas, aunque la deuda como proporción del PIB también es relativamente mayor en estos países (Ver Tabla 2). 

Momentáneamente una decisión de esta naturaleza crearía incertidumbre en los mercados financieros internacionales. La reducción de la deuda por esta vía calmaría el nerviosismo de los mercados financieros; no obstante tendría otras implicaciones y eventualmente comprometería la sana y completa recuperación de la economía mundial. 

La venta de las reservas de oro para aliviar el problema de la deuda tendría un efecto distribución de las mismas entre los países deudores y acreedores. Este efecto en las naciones acreedoras impulsaría su crecimiento si esta tiene un elevado coeficiente de apertura comercial. Mientras más cerrada sea la economía acreedora menor sería el derrame de los efectos positivos de su crecimiento en el resto de las economías. De manera que el efecto repercusión del incremento de la riqueza de los acreedores beneficiaría poco la recuperación de los países deudores. 

Tabla 2. Saldo Estructural del Gobierno y Deuda Bruta

 

Durante las crisis económicas la mayoría de los países tienden a profundizar los saldos negativos de sus balanzas comerciales y corrientes, desestimulando el crecimiento en los países con los que se vinculan comercialmente. Si la recuperación europea la lidera, por ejemplo Alemania, es probable que el resto de los países de la zona euro tengan dificultades para recuperarse, ya que ese país por sus incrementos recientes de su productividad ha ganado mucho espacio en el mercado dentro de esa región. 

En este caso, los países que hayan reducido sus reservas en oro, tal y como plantean los políticos alemanes, los colocaría en medio de un proceso de recuperación y eventualmente sin ahorros que les permita paliar la reversión de ese proceso; además crearía incertidumbres respecto del éxito del proceso de recuperación. 

En general los líderes europeos mantienen una actitud frente a la presente crisis que podría, en el corto plazo, desacelerar el crecimiento económico. Sostienen que una medida fundamental de política económica consiste en reducir los déficitsdel sector público; con lo cual se sugiere la consolidación de la situación fiscal; es decir aumentar los ingresos fiscales y reducir el gasto público, ambas medidas resultarían en menor crecimiento económico. Sin embargo, se liberarían los recursos para honrar el servicio de la deuda. 

Todo parece indicar que la economía mundial entrarían en un período de bajo crecimiento económico o de recesión, sobre todo por el hecho de que el proceso de globalización traslada inmediatamente los episodios de crisis (o expansión) que se registran en países mas desarrollados considerando su peso en el mercado mundial (i.e. Estados Unidos). 

De manera que las autoridades deberían preparar al país para afrontar eventualmente una recesión de larga duración. Por lo que no resulta recomendable mantener el ritmo del gasto y sobre todo del endeudamiento público.La prudencia es altamente aconsejable durante la proximidad de una recesión mundial.