La pornografía es hoy un fenómeno arraigado en todo el mundo y, prácticamente, en todas las esferas sociales. El Internet ha contribuido a lo que se considera hoy el "Fenómeno pornográfico". 

No ha mucho tiempo se demostró que en el mismo Congreso nuestro el consumo de pornografía era alarmante. Siendo las facturas por este concepto desproporcionadas.

Veamos detalles de esta actividad que constituye una de las mas poderosas industrias en el mundo.

¿Qué es la pornografía?

En términos generales la pornografía es la exhibición de órganos, gestos y práctica sexuales con la intención de excitar a aquellos que la estén viendo.

Para Brian Clowes (Ph.D) existen dos grandes grupos de pornografía: Leve y fuerte.

La sociedad ha marcado una línea divisoria entre el material erótico que considera generalmente de "buen gusto" y relativamente "inofensivo", y el que muestra actividades que la gente en general considera depravado, pervertido y que no merece la protección de la ley como libertad de expresión. Generalmente a la primera se le llama pornografía "leve"y a la segunda pornografía fuerte.

Esta informal manera de clasificar a la pornografía siempre ha tenido profundos problemas morales y legales. En la actualidad, el carácter no viable de dicha clasificación se está manifestando cada vez con mayor claridad ante la avalancha de evidencias que muestran que aun el material erótico que aparenta ser el más inocuo puede dañar profundamente a las personas y, por ende, también a la sociedad.

El doctor Clowes nos dice también que…

Una definición de pornografía "leve", que el sentido común nos dicta, sería la exhibición de personas en distintas posturas eróticas, pero que no participan en ningún comportamiento explícitamente violento y/o sexual. La pornografía "leve" también es intrínseca y gravemente inmoral.

En Estados Unidos, probablemente la pornografía "leve" cause mucho más daño que la fuerte debido a que es mucho más accesible al público y también a que sutilmente trivializa conductas tan perversas como la pederastia y la violación sexual.

Según la definición de pornografía "leve" que hemos dado más arriba, la pornografía fuerte consistiría entonces en la exhibición de actos sexuales entre personas de cualquier edad, incluyendo las relaciones sexuales con animales, el fetichismo, etc.

Por su parte la psicóloga Clínica y Educacional Esther Morales de León, asegura que…

La pornografía, es la exhibición de contenidos sexuales, en forma obscena, con la intención de excitar o promover la lujuria. Sus principales consumidores son hombres, quienes a diferencia de las mujeres, tiene la particularidad de excitarse visualmente. La pornografía no es arte, ni tampoco mero erotismo o sensualidad, sino generalmente cruda exhibición de genitales y actos sexuales de toda índole

Y completa con:

Esta claro que la pornografía es una epidemia silenciosa, que daña a nuestra sociedad y en especial a sus principales víctimas, mujeres, niños y jóvenes. Un negocio millonario y denigrante, practicado por personas ambiciosas e inmorales, que motiva delitos sexuales y deja en una ridícula posición a los aún insuficientes esfuerzos que se hacen por entregar educación sexual.

Cuando el hombre comenzó a fijarse en el cuerpo desnudo de una mujer lo pintó en la pared. Aquello no estaba exento de erotismo. Pero dado que la intención no pasaba de ahí, desde luego que aquello nada tiene que ver con la pornografía como es entendida hoy.

Algunos arqueólogos aseguran que la pornografía nació hace unos 35 mil años. La prueba que existe al respecto es una estatuilla de marfil (de 6cm de alto 3,4 cm de ancho) de una diosa con una vagina enorme, enseñando explícitamente sus órganos sexuales. En esta misma línea, con 25 mil años de antigüedad, está la Venus de Willendorf, descubierta en 1908.

Frecuentemente nos encontramos con trabas legales que impiden catalogar mucho material sexual explícito como pornográfico.

Las primeras películas eróticas fueron llamadas “stag films” (machos filmados). Su audiencia estaba integrada principalmente por hombres que pertenecían a sociedades privadas o clubes de caballeros.

Casi todos los tratadistas del tema piensan que la película pornográfica más conocida es "Garganta Profunda". Fue filmada en 1972. Su director es Gerard Damiano. Fue protagonizada Linda Lovelace. La historia trata de una mujer cuyo médico descubre que por una rara mutación su clítoris se encuentra en la garganta, por lo que solamente alcanzaría orgasmos mediante la felación.

En 1968 Dinamarca fue el primer país que legalizó la pornografía.

En 1970 llega el primer porno moderno: “Mona, the Virgin Nymph”. Fue el primer film pornográfico argumental exhibido en las salas cinematográficas de los USA.

Para poblar los campos, los hombres fueron diseñados para reaccionar a los estímulos visuales: necesitábamos ver la oportunidad de las relaciones sexuales para poder tenerlas. Pero ahora tenemos impostores visuales; la pornografía imita las señales sexuales de la evolución. Muchas mujeres jóvenes con cuerpos bien formados, dispuestas a ofrecerles sus servicios a los hombres sin necesidad de compromisos a largo plazo… eso no es solo un maravilloso viernes por la noche, es la clásica trama de las películas triple equis. Es también parte de la estrategia reproductiva. Una encaja perfectamente en la otra. Por eso no hay conversaciones extensas ni citas prolongadas. Y cuando las hay, se adelanta la película, igual que en la vida real.

La pornografía está dirigida a las necesidades evolucionistas del hombre; las novelas románticas cumplen la misma función para las mujeres. Su estrategia reproductiva es identificar al hombre adecuado, al tipo protector y poderoso que la ama solamente a ella. La pornografía y las novelas románticas son mecanismos parásitos. Muy semejantes al azúcar procesada. Nuestro mecanismo del gusto está diseñado para ser estimulado por las cosas dulces, como las frutas maduras, para aumentar la probabilidad de subsistencia.

Me gustaría seguir con este ineludible tema. Pero la Censura está a punto de ordenar a mi particular regidora de escena que me tire el… ¡Telón!