“Fue sin querer. Es caprichoso el azar. No te busqué ni me viniste a buscar”. JMSerrat.
Yo creo en el azar y sus caprichos en el amor y la política.
Un amigo lector me contaba el otro día, su no entender esto de los azares; y se preguntaba, por qué en vez de ir esa noche a ver cantar a Vitico en santo lugar, no se extasió en otro bar a degustar a Sabina como si fuera un postre? Así no se hubiera encontrado con “la mujer”… entonces todo fue un derroche. (Imagino que de amor, no me contó mas).
Lo que ocurrió al amigo, Serrat lo explica mejor: “Tu estabas donde no tenías que estar; y yo pasé, pasé sin querer pasar. Y me viste y te vi entre la gente que iba y venía con prisa en la noche que anunciaba chaparrón. !Tanto tiempo esperándote..!”
Como al amigo de la historia, pero menos romántico que el canto de Joan Manuel, me ocurrió el pasado domingo en la mañana cuando encontré al nuevo ministro de la presidencia, Gustavo Montalvo, acompañado de su esposa, ejercitándose en un parque.
Ellos dos y nadie mas. Ni me detuve a saludarlos. Para seguir en Serrat, todo fue “Entre un hola y un adiós! Un felicitarles y seguir en lo mío que es defender la salud y alejar los años corriendo entre pájaros y árboles, en silencio.
Pero el dato es que iban solos. Solos, como visitaba la librería Cuesta el antiguo ministro de esa cosa, César Pina Toribio. Y esto, si bien son apenas señales, les digo aquí que de señales y señales se crea una percepción y así van creando los pueblo “su realidad” sobre un gobierno.
Digo aquí que, erróneamente, por falta de ocho boches, tres cancelaciones a tiempo y cuatro sometimientos en su momento, y por culpa de siete cumbancheros sin control, más seis gozadores sin disimulo, hoy el pueblo dominicano está convencido que el que pasó fue un gobierno de locos gastadores del erario, fantoches y prepotentes, arrogantes como los porteros, un club de “vivebien” sin discreción, y para colmo echadores de vaina a los vecinos.
Y todo, a pesar de que en esos gobiernos estuvieran o estuvieron Leonel, Margarita, el Presidente Medina, Francisco Domínguez, Roberto Salcedo, Cesar Pina, José Tomás Pérez, Temo Montas, Jaime David, Guarocuya Félix, Ventura Camejo, Lantigua, Josefina, dona Ligia Amada, y muchos otros. No todos eran como el de Agricultura que ni por disimulo vestía como un agrónomo. Parecía un banquero.
El gobierno tiene mucho por hacer en todo, pero en especial en su imagen y hechos de probidad, no despilfarro y entrega de los funcionarios a los problemas de los más necesitados.
Sin señal de austeridad gubernamental, la impostergable reforma fiscal será una guerra sin descanso. El gobierno tiene que mandar la señal que le otorgue la autoridad moral que le permita concertar y hacer una reforma sobre todo justa.
Otra cosa es la urgente necesidad que tiene el PLD de acercarse a las comunidades a crear liderazgos propios con trabajo y ejemplo. Pero ese es tema para otro bulevar, que don Radha hace rato está esperando este. Un buen día para todos.