Colapsó la Policía ahora, pero no con el caso Paya. Colapsó ahora, pero no con el caso Figueroa Agosto y sus vínculos con el alto mando Policial con carnet y todo.

Colapsó ahora, pero no con el caso de la avioneta de Tireo. Colapsó ahora, pero no con la operación cirujano mutilando miles de jóvenes.

Colapsó ahora, pero no cuando el sicariato policial y el teniente la soga se apoderaron de las noches y las madrugas para abatir y privar de sus vidas jóvenes que vieron anulada su libertad de tránsito y su seguridad personal e integridad física.

Qué bien, Colapsó ahora, y no con el genocidio ciudadano de la gestión  de Guzmán Fermín y Polanco Gómez en el que la vida estaba supedita a un justificado intercambio de disparos o la ley de ojo por ojo y diente por diente.

¡Qué chulo, hermano Servio Tulio Castaños Guzmán, colapsó ahora y,  no cuando las estadísticas de  Amnistía Internacional contaba por miles las ejecuciones policiales de Guzmán Fermín y Polanco Gómez!

Colapsó ahora,  con él que investiga los hechos de Puerto Plata y,  no cuando se produjo el asalto policial que mancho la institución policial. Servio Tulio, esta colapsando ahora, pero no con el caso González González y La Francesa.

Colapsa ahora, pero no cuando el equipo en el Departamento  de Asuntos internos de la Policía del actual jefe policial,  fue acorralado por anteriores jefaturas   y,  algunos de sus  miembros  asesinados, como el caso de Casilla Minaya- chino-. Colapsa ahora, pero  no con el caso de Toño leña y el asesinato del periodista. Colapsa ahora, pero no con el fusilamiento de los cuatro miembros de fenatrano en el Mirador Sur.

¡Qué bien, colapsa ahora y hay que intervenirla, y no en las anteriores jefaturas!

La policía esta colapsando ahora, pero no cuando él y la Finjus promovieron el mayor pecado constitucional, constitucionalizar la dependencia y no la institución jerárquicamente superior como es el caso de la policía con relación al Ministerio de lo Interior Policía en el artículo 255 de la Constitución Dominicana.

Claro que colapsó ahora, porque la institución con la que se construye una alianza para promover una reforma que haga nacer   una policía como se la merece la sociedad, es la Universidad Autónoma de Santo Dominga y,  no las que tradicionalmente lo han sido e hicieron de la policía en la constitución de 2010 un cuerpo armado, no un cuerpo policial de naturaleza civil al  servicio a la comunidad,  en vez,  de  la  fuerza de represiva que hoy existe.

Para Servio Tulio hay que intervenir la policía, porque el actual jefe ha asumido el principio de dotar la policía  de una filosofía, una ética y doctrina de ingreso  y permanencia,  que garantice una naturaleza distinta al actual  cuerpo. Una doctrina  en la que ley y  orden, evolucionen hacia la disciplina, compromiso y servicio a la comunidad.

Para Servio Tulio, la Policía colapsó, porque con este nuevo jefe policial desaparece la vieja retórica de Trucutú, de leña y garrote. Y colapsó,  más que nada, por su campaña anticorrupción al interior de la policía, abortando lo peor de sus filas. Colapsa hoy la policía, porque el chantaje obsesivo de ser siempre tomado en cuenta,  lo dejan fuera de la comisión  de veeduría policial,  ¿qué manera de colapsar?

El General  Manuel Castro Castillo y su equipo, tienen la oportunidad de enrumbar la policía por un verdadero proceso de reformas que beneficie la sociedad con un cuerpo policial comprometido con la seguridad y el servicio a la comunidad.

Estas reformas como parte de la consolidación de la vida democrática de la sociedad, supone una modificación del artículo 255 de la Constitución,  para establecer el verdadero carácter de cuerpo civil  a la policía y,  hacer coherente su estatus de dependencia del Ministerio de lo Interior excluyéndola del texto constitucional. Si hacer este proceso es colapsar, hay que examinar el sano juicio de quienes así piensan.