En la mañana del pasado día siete de enero, participé en la Cadena Humana frente a la Suprema Corte de Justicia. Nos formamos como siempre en una línea que en esta ocasión ocupaba la calle que corre en dirección Este-Oeste, al Norte de la Suprema Corte de Justicia. Tuvimos cerca de 20 o 25 minutos de paz, todo tranquilo, nadie peligraba. Coreábamos consignas contra la corrupción y contra la impunidad, consignas que deberían ser coreadas también por un gobierno pulcro; pero luego llegó la Policía Nacional y ya no pudo ser…
Los miembros de esa policía sin futuro se colocaron detrás de cada uno de los participantes de las Cadenas Humanas, pero no lo hicieron respetando el espacio vital del ser humano, sino que se colocaron detrás y bien pegados, apretando contra el cuerpo de los participantes, luchando por obligarlos a ir hacia delante.
En un momento me dirigí al policía que me presionaba por detrás y le dije: “Me voy a mover un poco para quedar entre los dos policías de atrás, porque ya usted me tiene las nalgas calientes y usted es hombre, no se me pegue.”
Parece que uno de los jefes de esa policía irrespetuosa me escuchó y, acto seguido, trajo a una policía mujer para que se me pusiera detrás y se me pegara. Así como lo estoy contando!!!
A esa joven que violaba mis derechos, le comenté que en cualquier país en donde exista un régimen de derechos, nadie puede tocar a una persona en el hombro para llamar su atención sin recibir, por respuesta inmediata, un reclamo airado de: “No me toque”.
Ninguno de los policías que estaban ese día actuaban por la libre, no se concibe a un policía de esos tomando una decisión de actuar que no sea respaldada por una orden explícita. Es importante resaltar eso porque en un momento, uno de los policías se dispuso a fomentar el desorden y le dio un empujón a la policía que yo tenía detrás y a los otros policías que teníamos al lado y como consecuencia de ese empujón nos precipitamos hacia delante y poco faltó para que cayéramos rodando por la calle,
La Policía Nacional está fomentando el desorden, está actuando fuera de ley, viola los más elementales derechos cuando se le pega a un ciudadano. ¿Qué parte del NO ME TOQUE es que no entiende?
Otro elemento a tomar en cuenta fue la presencia, en el lugar de la Cadena Humana, de reconocidos antisociales que ya en ocasiones anteriores se habían desempeñado como “paleros”. En esta ocasión esos paleros trataron de infiltrarse en las filas de quienes estábamos formando la Cadena Humana, sin lugar a dudas para ayudar a la Policía Nacional a crear las condiciones del gran desorden. Los paleros fueron identificados y denunciados como tales, pero a ellos la Policía Nacional no los tocó, ni se les pegó, ni los empujó.
Presidente Medina, Usted debe saber todo esto que estoy diciendo. No se desentienda. Ahora mismo lo que haga o deje de hacer la Policía Nacional es a Usted que se le carga y es a Usted a quien menos le conviene un desorden o una desgracia contra personas que lo único que están exigiendo es que no haya impunidad ni corrupción y lo están haciendo dentro del más estricto orden legal y amparados por las más amplias garantías de derecho.