El gobierno se vanagloria de la reducción de la pobreza. Esta se estima en un 24% de la población en el 2018, que representa 2,54 millones de habitantes sobre una población total de 10.5 millones.

A principios del 2004, meses después de la crisis bancaria la pobreza aumentó a 42% (BM) de un 26,8% que existía en el año 2000. Eso representó 1.2 millones de habitantes, que a finales del 2004 y lograda nuevamente la estabilidad de precios se redujo en 150 mil personas quedando la pobreza en un 40.2% (cuadro1).

En el 2017 la pobreza registrada era de 2.59 millones de habitantes, representando un 25.5% de la población. Para el 2018, bajó a 24.1%, pero en términos absolutos es la misma que en el 2000.

Sin embargo, de acuerdo con la encuesta de BCRD (Gráficos 1 y 2) la pobreza aumentó del 2000 al 2003 de 32% a 49.5%, marcando una clara diferencia con las cifras del Banco Mundial, el PNUD y la Cepal (cuadro1).

Ahora bien, que nos dice Antonio Morillo, experto en medición de la pobreza, citamos

en los tres últimos decenios, en la República Dominicana se calculó una multiplicidad de cifras relativas a los indicadores de pobreza monetaria, las cuales difieren significativamente inclusive en el orden de magnitud para un mismo período. Este fenómeno se debe, en parte, a la utilización de diversas metodologías para medir la pobreza que aluden principalmente a la construcción de la canasta básica, la definición del Indicador de Bienestar y las fuentes de datos a partir de las cuales se realizaron las mediciones utilizadas para definir los umbrales que permiten determinar si un hogar es pobre o no. Esto ha traído como consecuencia que el conjunto de estimaciones generadas para esas décadas no permita la comparabilidad en la cifra y, por consiguiente, la evaluación adecuada de la situación y tendencias de la pobreza monetaria (ver cuadro 1).

Fíjense que, en el año 2000 hay tres cifras diferentes sobre la pobreza. Banco Mundial con un 26.9%, PNUD con 54.10% y CEPAL con un 46.9%.

En el 2004, un año después de la crisis bancaria hay también importantes diferencias. El Banco Mundial arrojó un 42.1% de pobres, la CEPAL un 54.4% y el PNUD un 61.7%. A esto se suma la cifra del BCRD a través de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo que arrojó 49.5%.

La del BM es la más utilizada y confiable. Por ejemplo, el grafico 1, con datos del Banco Mundial arroja una tendencia sobre el número de pobres que es mas realista que la del gobierno.

¿Es posible que el gobierno haya reducido la pobreza de un 31% en el 2016 a 23% en el 2018?

Eso es prácticamente imposible. Por eso no se pueden hacer estimados sobre la cantidad de pobres con fines de explotarlo políticamente. La cifra mas cercana a la realidad sobre el porcentaje de pobreza en el país es de un 30% y no la que propaga el gobierno de un 23%. Eso es pura fantasía.

Finalmente, los que han salido de la pobreza en los últimos años se encuentran en el grupo de los vulnerables. Es decir, escalan a la clase media baja, pero caen en la pobreza en un santiamén. Un año de bajo crecimiento del PIB o cualquier movimiento brusco en la tasa de cambio o la inflación, hace que la proporción de pobres vuelva a crecer significativamente.