La Universidad del Caribe-UNICARIBE- una vez más, tuvo el privilegio de poner en circulación obras de autores comprometidos con el desarrollo social y la lucha contra la pobreza.

En esta ocasión, Leandro Viotto Romano nos entrego un compendio formidable, de aportes extraordinarios, de varios personajes comprometidos con la divulgación del saber cotidiano y la impronta social para vencer la exclusión social, origen del nivel dantesco de pobreza que hoy vive América Latina y el resto del tercer mundo.

“EL DERECHO A NO SER POBRES” reúne todas las condiciones de convertirse en un documento de referencia para todos aquellos profesionales de las Ciencias Sociales y sobre todo, a la juventud pujante, que siempre anda en la búsqueda de respuestas que motiven su ánimo de salir del estancamiento económico e intelectual.

Con el lema de “El Futuro NO te Busca, Te Espera” el Autor nos tiende una liana de conocimiento, que nos conduce, sin tapujos, a un mundo donde su máxima ¨La Felicidad NO depende de lo que recibimos, si no de lo que damos¨, se convierte en dogma y llave maestra para poder entender el fenómeno de la pobreza y a la vez  identificarnos con las vivencias de cada uno de los expositores de este Compendio.

Cada expositor narra sus vivencias desde un ángulo práctico, donde la experiencia vivida, la esgrime con autoridad y convicción para poder así darnos un mensaje de aliento, que nos ubicará dentro del contexto de este páramo, que es la desigualdad social, sus causas y efectos.

Esta desigualdad es y será siempre tema de discusión obligada no solo por aquellos que luchan contra ella, sino también por aquellos conceptualizadores que la utilizan, como lanza espartana en  foros internacionales, para justificar posiciones y actitudes de índole académica, cultural y político. Sin embargo, los verdaderos héroes de esta lucha son los ciudadanos que la sufren en carne propia, día a día, forjando una cultura de desesperanza, aflicción y pérdida de esperanza.

En estos foros y cumbres, siempre se busca señalar a los culpables de la existencia de esta desigualdad y exclusión social. Se elaboran modelos dinámicos y estocásticos, así como econométricos, para ubicar y cuantificar a los culpables; el resultado siempre se queda en un mero ejercicio intelectual, impersonal e inalcanzable.

A través de las entrevistas, el autor ilustra elocuentemente, que la sinergia social es más poderosa que todos esos ejercicios académicos e institucionales, dándole suma importancia a la voluntad popular de salir de la pobreza ,concertando los esfuerzos y voluntades de la Sociedad Civil conjuntamente con un Estado Facilitador, cuyas políticas estén orientadas hacia el desarrollo integral del ciudadano, sin el uso del clientelismo político y denigrante, que usualmente se entroniza como paliativo a la inercia estatal.

Es de amplio conocimiento que la Pobreza, como tal, es el puente ideal para la ocurrencia de un Estado anómico e infuncional. Robert K. Merton describe estas secuencias en diferentes estadios donde el último ocurre dentro del caos social y la pérdida de la institucionalidad. Esta Anomia Social deriva en el surgimiento de fuerzas entrópicas que se alimentan de la falta de liderazgo y la apatía ciudadana. De ahí la importancia  de detectar a tiempo las fortalezas y debilidades, que poseen los Estados, para enfrentar la pobreza a través del empoderamiento económico y social de la ciudadanía.

Entre las debilidades más comunes, reflejadas en este Compendio, están la corrupción generalizada y la exclusión social. La primera surge al amparo de un Marco Legal y Punitivo carente de idoneidad e integridad por parte de sus ejecutores principales. La segunda, se genera a través de un sistema educativo excluyente y una estructura de financiación divorciada totalmente del concepto del empredeurismo desarrollador.

Estas debilidades sistémicas originan la apatía social ante la problemática de la pobreza e induce a aceptarla como un “modus vivendis” al amparo de canonjías gubernamentales y ¨programas parches¨, de asistencia social, que en nada contribuyen a erradicar la pobreza.

Finalmente deseo finalizar esta presentación citando unas líneas del Autor:

¨La salida de la pobreza es realmente digna cuando se hace por medio del trabajo. Ningún subsidio perpetuo le otorga al destinatario dignidad ni sentimiento de utilidad. La carencia se transforma en problema no cuando es transitoria, si no cuando pasa a ser un estilo insuperable de vida; cuando en vez de ser electiva, se convierte en una herencia impuesta¨.