La patria, vista como ese terruño donde naciste y aprendes a querer y se convierte para la mayoría de las personas, en ese “único” lugar en el mundo, donde sientes el “poder” de ser “dueña-o”. Y caminas con la “seguridad” de que te pertenece, que nunca nada ni nadie tendrá la posibilidad de expulsarte.
Yo, para bien o para mal, la tengo tatuada en el alma, en el espíritu y en mi ser. “Dominicana Soy” como reza un eslogan y un merengue: “De mis raíces yo no voy a olvidarme” y es verdad.
A mi no se me da bien, lo que Joan Manuel pregona en su Vagabundear “No me siento extranjero en ningún lugar donde haya lumbre y vino tengo mi hogar”. Soy de las que más de un mes fuera, me hace sentir nostalgia, añoranza y melancolía. Y eso nombrado “saudade” que se me entra en el alma y me produce un gran deseo y una necesidad imperiosa de volver. Así de profundo y grande es mi amor, por mi país. La verdad el único lugar del mundo donde estoy preparada para vivir. Aunque las circunstancias puedan depararme otro destino, como a muchísima gente.
Confesado esto, permítanme unas disquisiciones existenciales sobre este hartazgo, turbación y vergüenza que me produce lo que esta pasando en “mi patria”. Y ahí, si coincido totalmente con Joan Manuel “Harto ya de estar harto, ya me cansé, de preguntar al mundo porqué y porqué”. Como no puedo pedirle a la “Rosa de los Vientos” que me ayude, y desde ahora dedicarme a vagabundear… Las expreso, con la esperanza de que, haciéndolo, alguien logre “despertar” de la tontería…
- No sé a ustedes, pero a mi me produce un miedo atroz, que el presidente de mi nación, designe en un cargo público importante (aunque en este país funcione en muchísimos casos como “botella” de alto rango) a una persona que está cumpliendo prisión preventiva. Pero lo que me causa pavor, es que “confiese” que lo hizo porque no lo sabía.
Lo que me lleva a preguntarme, ¿Cuántas decisiones están saliendo de Palacio de esa manera? ¿Quién tiene el “verdadero” control sobre lo que sale? No presentaron a nadie asumiendo la responsabilidad del error, en consecuencia, no sabemos las repercusiones internas que tuvo ese hecho gravísimo de no informar al Jefe de Estado y hacerlo tomar decisiones sin saber todo lo que debía saber ¿Se tomaron medidas? ¿De qué se entera el presidente? Solo pasa con los nombramientos, porque, al fin y al cabo, la nómina se asume desde la trivialidad de favorecer a alguien con un “puesto” y simplemente era una lista de personas que había que “recompensar” o pasa con otras decisiones de Estado?…
2. No logro entender, como personas inteligentes, que tu supones realmente tienen “dos dedos de frente”, pueden subirse a la ola de la desinformación y creer todo lo que sacan en las redes si se trata del tema de Haití.
De verdad, sin darnos cuenta nos colocamos en una posición que llega a ser idiota. Haiti es un país sin ejército, sin dinero y sin estructuras; Y no digo esto con la intensión de denostar al pueblo haitiano, pues creo firmemente que la resiliencia, la alegría y la voluntad de vivir de su gente es increíble y maravillosa. Me refiero a la corrupción de sus gobernantes y de la cooperación internacional que opera en ese país de espaldas a la gente. Se nos olvida que, de este lado, hay ejército, armada y fuerza aérea. Y un país, que a pesar de todo lo que no va bien, está medianamente organizado.
Haití no puede invadirnos, porque invasión implica entrar por la fuerza en un lugar para ocuparlo. Introducirse sin derecho o justificación en asuntos o funciones ajenas. Apoderarse de alguien hasta dominarlo por completo. ¿Eso está haciendo Haití? ¿Puede hacerlo?
Recuerdo una ocasión que estuve en España en un Panel sobre Migración, en Casa de las Américas, y una señora española pidió la palabra luego de mi intervención y dijo: que consideraba que las dominicanas que habían llegado a España, le quitaban su paz, pues eran escandalosas, habían “invadido” el parque de su vecindario y ya sus hijos-as no podían jugar ahí, porque estaba una “cochinada”. Siempre que escucho expresiones crueles sobre la migración en RD, recuerdo esto y el impacto que tuvo en mí, cuando lo escuché.
Me parecería muy bien exigir a las autoridades el fin de la corrupción gubernamental y privada que se lucra con la pobreza del pueblo haitiano y ahora está consiguiendo apoyo político “chubándonos el cuco” de la “invasión” en una frontera que dicen se trafica todo y que aparenta que es cierto. Pero en lugar de exigir que funcione bien, apuestan a crear miedo entre ambas poblaciones.
Me parecería bien, exigir una rectificación al Tribunal Constitucional que le arrebató la nacionalidad a dominicanas y dominicanos, por ser de ascendencia haitiana. Porque es casi seguro que usted, al igual que yo, tenga ascendientes extranjeros y nadie pone en entredicho nuestra nacionalidad.
Me parecería muy bien, que entendamos que al igual que dominicanos y dominicanas emigran en busca de mejores oportunidades, otras nacionalidades también lo hacen. Me encantaría que apostemos a estudiar los ejemplos de territorios fuertes porque apuestan a la integración. Que no es unificación, ni invasión ¿Podremos resolver la situación apostando a la irracionalidad y el odio?
Celebremos una PATRIA segura y buena. Que la luna llena nos traiga de vuelta la solidaridad y la alegría.
Que el abrazo cotidiano, la sonrisa sincera y la bondad nos “invadan”
¡!!!Que la vida les sonría!!!!!