Cuando llegó el día de la fiesta de los casabes, en que debía sacrificarse el Chivo, Chapita  envió a Johnny Abbes y a Navajita Espaillat, diciéndoles:

“Vayan a preparar la cena para que celebremos el día de San Rafael”.

¿Dónde quiere que la preparemos?”, le preguntaron.

“Al entrar a Ciudad Trujillo, verán un hombre que lleva una caja de Presidente.

Síganlo hasta el Hotel Embajador,  y díganle al recepcionista:

“El Jefe manda a decir que nos lleve a la suite en la que va a cenar con nosotros”.

Él les mostrará una en el último piso, desde donde se domina La Feria y el Mar Caribe.

“Díganle además que el Jefe manda a preparar la cena.”

Y así fue.

Cuando llegó la hora, el Jefe y sus apóstoles se sentaron a la mesa. Entonces les dijo:

“Tenía muchos deseos de compartir esta cena con ustedes antes de padecer, pues les digo que no volveré a comerla hasta que vuelva disfrazado de presidente democrático.

Entonces tomó las fuentes de habichuelas, arroz y chivo guisado, dio gracias, fue sirviendo los platos y lo pasó, diciendo:

“Tomen y coman todos de él, este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros”.

 Luego tomó su jarro de Presidente, dio gracias y lo pasó diciendo:

"Tomen y beban todos de él, porque ésta es mi sangre que será derramada por vosotros”.

“Hagan esto en conmemoración mía".

“Y mientras comían, dijo: en verdad le digo, que uno de ustedes me va a entregar”.

Entristecidos, Navajita miró a Johnny miró a Disla miró a Dede miró a Minervino miro a Tunti miro a Pirulo[i] miró a Alicinio[ii] miró a Pechito[iii], preguntándose quién era el traidor.

Entonces Johnny, hizo señas a vincho, el discípulo amado, quien estaba recostado sobre el hombro del Jefe, para que le preguntara quién era.

El Jefe se dio cuenta y dijo: “Aquel a quien yo diera el concón salseado, ese me traicionará”. Dicho esto, se lo pasó a Balaguer.

Balaguer se jondeó el concón, calló[iv] y se fue a escribir el panegírico de “ese roble tronchado por el soplo de una ráfaga aleve”.

 

[i] Pirulo Sánchez Rubirosa, el raso Dede, Tunti Sánchez, Minervino, Careto y Disla participaron, entre otros, en el crimen de la hacienda María.

[ii] Alicinio Peña Rivera, jefe del SIM del Cibao cuando el asesinato de las Mirabal.

[iii] Pechito León Estévez.

[iv] Algunos descendientes de los héroes del 30 de mayo afirman que Balaguer conocía el complot y calló en su propio beneficio.