Dos temas más del baúl de los recuerdos. Inspirado en la peculiar forma de anunciar una pasta alimenticia en “Sábado de Corporán”, publiqué en un “Sábado Económico” la encuesta “Yo especulo, tu especulas, el especula, nosotros…” con la siguiente introducción:
“La especulación, la deuda externa y el gobierno anterior se disputan en estos días el primer lugar en el concurso “Adivinen por qué todo anda mal”. En este certamen de las excusas en que participan a diario casi todos los sectores del país, la especulación ha ido ganando terreno. En especial entre funcionarios públicos y los “representantes” de organizaciones populares.”
Con dieciséis preguntas, la encuesta pretendía ser un examen de conciencia para ver qué tan cerca estaba el lector de esa “raza de víboras” que sólo pensaba en su bienestar individual, proteger sus bienes y propiedades de la inflación, preservar el valor de sus ahorros contra la devaluación y orientar servicios a los fines más rentables. Las relacionadas a la propiedad de viviendas para alquiler eran las siguientes:
“6) Si mi sustento dependiera del alquiler de una vivienda, la rentaría a:
a) Un obrero con cuatro hijos.
b) Una viuda pensionada del gobierno.
c) A una pareja de recién casados profesionales y con trabajo.
d) Le pongo unos mueblecitos de mimbre, una camita, un abanico de techo, una mesita con dos estatuillas de las sin cara y se la alquilo por semanas a los turistas.
7) Esta casa la alquilaría:
a) Por un año.
b) Por cinco años.
c) Hasta que el inquilino quiera.
8) El alquiler lo establecería:
a) Tomando en cuenta el precio de alquiler que tienen viviendas similares en la actualidad.
b) De acuerdo a las posibilidades económicas del inquilino.
c) Cargando un porcentaje mínimo por encima de la cuota que le pagó a Bienes Nacionales o a una asociación o banco hipotecario.
d) Por lo que considere apropiado un empleado del Departamento de control de alquileres.
e) Tomaría de referencia el alquiler promedio en los países socialistas, convertiría esa suma en dólares y luego de dólares a pesos dominicanos, usando la tasa del RD$ 4.16 por US$ 1 sugerida por la Conferencia de Organizaciones Populares.
9) En cuanto a aumentar alquileres Usted:
a) Nunca lo haría. ¡Jamás!
b) Lo dejaría a discreción del inquilino.
c) Lo aumentaría anualmente de acuerdo a un “justo “indicador.
10) El “justo” indicador por el cual me guiaría seria:
a) El porcentaje en que aumente el sueldo o las entradas del inquilino.
b) La “saludable” tasa de inflación del Banco Central.
c) La inflación que calculan empresas privadas de reconocida solvencia.
d) La proporción en que suben los precios de los bienes y servicios que YO consumo.
e) El que me sugeriría mi párroco o pastor.”
La vocación al bien común, compromiso y solidaridad con los que menos tenían, en esos tiempos de azote inflacionario y devaluatorio, se buscaba evaluar con las opciones seleccionadas en las siguientes situaciones:
“1) Si recibe 100,000 pesos para invertir en la agricultura:
a) Sembraría productos sujetos a controles de precios.
b) Sembraría productos NO sujetos a controles de precios.
c) Produciría los cultivos más beneficiosos para el pueblo.
d) Produciría los cultivos que me dejen más ganancia.
2) Si recibe 100,000 pesos para depositar en un banco lo haría en:
a) Libretas de ahorros de los bancos públicos.
b) En los títulos más rentables del banco privado más seguro.
c) En una financiera de las de mayor reputación.
d) En un banco en Miami.
e) En Cuba.
3) Si mi sustento dependiera de un carro del transporte público:
a) Trabajaría rutas largas y a las tarifas fijadas por la Oficina de Transporte Urbano.
b) Me asociaría con un grupo de chóferes para ofrecer el servicio exclusivo de “carreras”.
c) Me concentraría en dar servicio a la clientela de estudiantes de la universidad estatal.
d) Me concentraría en ofrecer el servicio de transporte a los turistas.
11) Si a la mitad de la construcción de la obra del gobierno que obtuve de grado a grado, me encuentro con que los precios de los materiales de construcción se han duplicado:
a) Elevo el presupuesto de la obra para que las próximas cubicaciones reflejen el costo real de los materiales.
b) Dejo el presupuesto igual y cubro el aumento de costo sacrificando el 10% que tenía pensado ganarme del presupuesto original. También le bajo un poco el salario a los trabajadores, pidiéndoles paciencia a los dominicanos y “pasian” a los haitianos ilegales que tengo en la construcción.
13) Soy dueño de un hotelito cerca de una playa y de una zona franca. En diciembre toca la coincidencia que vienen más turistas, huyendo del frío, y los obreros de zonas francas reciben vacaciones colectivas, como dueño del hotel:
a) Introduciría un “Todo Incluido Popular” para que los obreros de zonas francas disfruten de habitación, comida y ron a precios bajos.
b) Subiría los precios por la temporada a través de un “package deal, all included” y qué venga al hotel quien lo pueda pagar.
c) Como me caen bien la gente de la Conferencia de Organizaciones Populares, los complacería imitando lo que hacen en Cuba: cierro el hotel a los criollos y me concentro en los turistas.
12) Si a mi labor de periodista combativo y defensor del pueblo por prensa y televisión se une cierto talento para componer merengues, a mis composiciones:
a) No les pongo Derechos de Autor y las publico anónimas en un periódico o un volante para enriquecer la cultura popular.
b) Trato de venderlas por un buen precio o un por ciento de las ventas a uno de los grupos que más vendan disco en el país.
c) Trato de interesar a un grupo musical que facture muchos dólares por sus ventas y presentaciones en el extranjero.
A medios y programas que criticaban a los comercios por subir los precios de artículos en la medida que aumentaba la tasa de cambio, se les invitaba a responder sobre la administración de sus fuentes de ingresos:
14) Si mi periódico, televisora o espacio de radio y/o televisión está aumentando su aceptación dentro del público, yo:
a) Le cobrara a los anunciantes de acuerdo a sus posibilidades económicas. Mucho a una industria grande, menos a una industria mediana, poco a una pequeña y a los microempresarios no les cobro o les acepto un intercambio de cuñas por dulce de coco, lámparas o camisetas.
b) Pongo un precio fijo a los anuncios y diseño mi publicidad siguiendo muy estrictamente el orden de llegada de las solicitudes de publicidad por parte de las empresas. En el caso de que todas lleguen al mismo tiempo, hago un sorteo delante de tres testigos para que vean que no tengo favoritismo, ¡Igualito que en el Reintegro de Divisas del Banco Central!
c) Como la publicidad es parte del costo de los productos, apoyaría cualquier esfuerzo para que el gobierno tenga más control sobre el precio de la publicidad que los diferentes medios cargan a las empresas. Un precio fijo, bajo y controlado por el Estado permitiría que el presupuesto de publicidad de las empresas sea predecible, afectando así menos el costo de los productos.
d) Daría un descuento de un 50% a los anuncios de las empresas estatales y bancos del estado, ya que son empresas sin fines de lucro que benefician a todo el pueblo. Colaboraría ofreciendo parte de mi espacio gratis para la campaña de recolección de cuentas por cobrar y de resignación y paciencia ciudadana de la CDE.”
En esos tiempos la Fundación Economía y Desarrollo recibía ataques de políticos de partidos de izquierda por nuestra visión sobre el proceso inflacionario-devaluatorio y el apoyo que, en esa época de desequilibrios macros, recibía de empresarios privados (que, a propósito, se fue diluyendo en la medida que pasamos a defender las reformas de apertura comercial y competencia que afectaban rentas protegidas valoradas como intocables). A los socialistas con más vínculos internacionales, la academia y el campo de la consultoría privada, dedicamos estas dos preguntas de la encuesta:
15) Los dólares que recibe mi partido de los camaradas del exterior:
a) Los canjearía como siempre he hecho a la tasa legal y nacionalista del RD$ 1 = US$ 1.
b) Los vendo a un banco comercial al RD$ 6.28 para ayudar a fortalecer el peso y el Reintegro de Divisas del Banco Central.
c) Los llevo al mercado negro que me lo compra al RD$ 6.80, para así tener más dinero para nuestra lucha popular.
16) Para que mi imagen de socialista sea inmaculada:
a) Contribuyo al desarrollo industrial elaborando proyectos de factibilidad al costo más un diferencial mínimo para mis gastos de subsistencia.
b) Los cobro caro pero doy la mayor parte de los beneficios al partido y a los organismos populares de lucha (clubes, sindicatos, comités patrióticos).
c) Nunca elaboro proyectos de factibilidad a industriales o comerciantes con vocación explotadora.
El diagnóstico de si lo afectaba o no la alegada pandemia especulativa, origen de todos los males, y el tratamiento para curarse, lo presentaba así en los párrafos finales.
“Amigo lector, si usted como agricultor evita sembrar los productos a que el gobierno fija precios; si como ahorrante prefiere los bancos privados nacionales o de países capitalistas extranjeros; si prefiere ser “taxista” a “chofer de concho”; si le gusta que lo atienda un médico en una clínica privada en vez de un médico, cuando no está en huelga, de hospital público; si asegura sus propiedades con empresas privadas; si es de los dueños de casa que alquila por un año y trata de ajustar la renta con la inflación; si como ingeniero ajusta el presupuesto de obras cuando suben los materiales; si como hotelero prefiere a los clientes que más pagan; si como compositor quiere que sus merengues los toque El Caballo o 440; si trata de obtener altos beneficios por la gran audiencia de sus programas o la penetración de su periódico; y si como socialista llega a flaquear ante los deseos de levantarse unos pesitos, entonces, no hay para dónde coger, usted también es parte de esa raza de víboras que son los especuladores. Nada lo diferencia de todo aquel que para protegerse de la inflación de origen monetario aumenta los precios de los bienes y/o servicios que ofrece a la comunidad.
Pero usted todavía tiene tiempo de salvar su reputación haciendo lo contrario y siguiendo, además, estos patrióticos consejos: saque sus hijos del colegio privado y apúntelos en una escuela pública, tan pronto como termine la huelga de la ADP; póngase al día con la CDE; llame a la CAASD para que le ponga un contador de agua; saque a sus tatarabuelos y otros familiares muertos o no nacidos del formulario de impuesto sobre la renta y pague sin hacer “truño” todos los demás impuestos y tasas; haga una fogata con sus pólizas de seguros privadas; viaje en la línea aérea estatal; sea de los primeros en comprar acciones de CORDE, y, finalmente, modifique su testamento para dejarle su casa a Bienes Nacionales, su carro a ONATRATE o a un diputado, su colmadito a INESPRE, su tierrita al IAD, su plantica eléctrica al secretario general de SITRACODE y sus ahorros al fondo de pensiones y jubilaciones de empleados del gobierno.”
La quiebra de financieras, a finales de los ochenta, la abordé en el marco de esta cita con que iniciaba el artículo, en la que al final agrego el enlace donde lo pueden encontrar completo.
“Todos sabemos que cuando los negocios van bien se exige que el Estado no intervenga, mientras que cuando van mal se reclama su ayuda en operaciones urgentes de salvamento; y que consecuente con su predominio del interés privado, el hombre de negocios reclama que ha de dejársele solo cuando se trata de repartir dividendos, pero que la participación del Estado es indispensable cuando se trata de distribuir pérdidas” (Salvador de Madariaga). El resto del artículo en:
http://www.scribd.com/doc/119666211/Crisis-de-Financieras-en-1988