La palabra “cambio” utilizada en el marco de la propaganda política dominicana y del discurso electoral, es un señuelo utilizado por empresas políticas, propagandísticas, publicitarias, educativas, sindicales, comunicativas y otras que reproducen la superestructura y la estructura material productiva de un proceso económico-social, público e instrumental, asumido por una sociedad dependiente en trazados de servicios y confluencias comerciales, contables, administrativas, con base en un modelo político y económico de tipo neocapitalista. El vocabulario sostenido por un semiocapitalismo (ver Franco Berardi 1999, pp. 24-32), acuerpado en todas las instancias de la vida social, es indicador, en el caso dominicano, de modos de hacer, modos de decir, modos de enunciar, modos de realizar a través de actos de habla y lenguajes pragmáticos ligados a contenidos y expresiones justificadas en secuencias modales, textuales y retórico-argumentativas.
El mapa percepto-textual que recupera elementos comunicativos, ilocutorios y en general discursivos, nos advierte de situaciones enunciativas basadas en relaciones entre sujetos político-sociales activos en la sociedad y la cultura, recuperando a través del lenguaje los llamados hechos y fórmulas performativas en dos espacios ajustados al proceso político-social: el orden y el contraorden sociocultural.
El Cambio: Una estructura abierta al desconsuelo político.
Se trata en este caso de una palabra que no es solo verba dicendi, verba res, o verba coniuncta, tal y como se observa en el Manual de Retórica literaria de Heinrich Lausberg (1983, I, II), sino de un lexema activo que ha sido posicionado en su uso y en el marco de la política nacional.
Las voces y ocurrencias que se movilizan como el cambio en la superficie social, aparecen en dimensiones frásicas, verbales e ilocutorias especiales y específicas:
- El cambio
- El cambio va como quiera
- El cambio llegó
- El cambio va
- Estamos por el cambio
- Toy harto y quiero cambio
- Ni un paso atrás, el cambio va
- Como quiera hay cambio
- Sin cambio no hay progreso
- Por las rutas del cambio
- E pa ̀̀ lante que vamos con el cambio
- Papá con el cambio
- Búscale la suerte al cambio
- Cambiamos o nos jodemos
- Los campesinos por el cambio
- Solución y cambio
- Juntos por el cambio
- Vengan con el cambio
- X representa el cambio
- Y quiere cambiar ya
- El momento del cambio está
- Sube con el cambio
- El cambio seguro, el mejor cambio
La estructura compleja del significado que asegura la palabra cambio, solicita nuevas miradas a partir de los resultados cosechados por la semántica distribucional y frecuencial, por un lado, y de la semántica política y cognitiva por otro lado. (ver, T. A. Van Dijk, 2008, 2009)
El grado intensivo que produce la carga asistemática del cambio como perspectiva de sentido en el ecosistema político dominicano, se define y explica en un campo de asimetrías en la línea de los mensajes antes destacados, como fraseos implícitos y explícitos, pues el uso vinculante y argumentativo del tópico cambio sitúa y resitúa un contexto de influencia, construcción, comunicación, falsa convicción, desgaste verbal-enunciativo y pragmático, siendo así que el modus textual organiza las acciones, mensajes y elementos direccionales, orquestados en la sintaxis social que le sirve de base a los significados posibles de la interpretación y la comprensión de los mundos del sujeto social y el sujeto político.
Así las cosas, los enunciados direccionales y sus apoyos ideológicos, se materializan como realidad puntualizada y organizada, en tanto que fuerza específica de una semiosis política ajustada a una teoría de la manipulación cuyo nivel de atribución discursiva se reconoce y compromete como direccionalidad y recepcionalidad de los discursos y el poder analizados por T. A. Van Dijk (2009, pp. 19-70 y pp. 74-44). Toda la línea adoptada en este sentido a propósito de lo político y la política en el marco de la reproducción del poder, el cambio del poder, el poder del cambio y otras funciones discursivas y electorales, debe admitir un tipo de actuación o performance social. en cuyo arqueado aparecen las variantes que reproduce el discurso de la prensa:
- Cambiar para poder
- Poder para cambiar
- ¡Búscatela con el cambio!
- ¡Sin cambio no hay ná!
- ¡Mentira, no hay cambio ná!
Así pues, este pequeño inventario presenta las contradicciones políticas de un sistema social que no siempre explicita sus nudos o imágenes de mundos, presentificados como elementos de borde y elementos de centro de una determinada construcción social de la realidad. (Ver, Berger, Peter y Luckmann, Th. 1984). El valor doble que presenta mayormente la palabra cambio como sustantivo y verbo, permite entender y extender la condición clasemática, archiclasemática, semémica y archilexémica, particularizada en sus respectivos registros indexicales y lexemáticos según a Greimas (1966 (1971) y Coseriu (1982, 1977, 1978). El elemento ideológico y construccional del significado político y del constructo político es indicador de una función comunicativa y cognitiva en su caso:
R/ = relación entre
R/ Cambio-sociedad-sujeto
R/ Cambio-sujeto-acción
R/ Cambio-política-estructura social
R/ Cambio-diversidad-lenguaje
R/ Cambio-mensaje- política
R/ Cambio-consuelo-perspectiva
R/ Cambio-desconsuelo-política
R/ Sujeto-cambio alteridad
R/ Sujeto-cambio-vínculo político
R/ Sociedad-cambio-suma de suma de sujetos
R/ Mundo social-semiosis-interpretación