Publico este artículo porque quien lo escribe me pidió el favor y además todo lo que dice tiene mucha verdad. Pero también, para que tomemos nota que desde afuera también nos observan y se habla de nosotros y nuestro fútbol. No vayan a creer los directivos de fedofutbol que se trata sólo de los que estamos acá quienes les siguen los pasos:

En un estado de coma

Según la Real Academia de la Lengua Española, Coma, es el Estado patológico que se caracteriza por la pérdida de la conciencia, la sensibilidad y la capacidad motora voluntaria.

Una definición que ejemplifica mejor este estado de Coma inducido por FEDOFUTBOL (Federación Dominicana de Fútbol) durante más de una década. Esta franja de tiempo se corresponde con la presidencia de Osiris Guzmán, una presidencia llena de oscurantismo, revanchismo, corrupción (fue suspendido por la FIFA en un caso de soborno), una gestión comunicativa paupérrima y un fútbol que cerca del 2015 todavía no tiene una organización y estructura aceptable para los tiempos que corren de competitividad máxima.

En primer lugar debería presentarme. Mi nombre es Iñaki Alberdi y vivo en la ciudad de Donostia-San Sebastián en el País Vasco (Estado español) una tierra que si algo le ha identificado futbolísticamente hablando es la Cantera (2 de sus equipos entre las 10 mejores canteras del Mundo en una región de poco mas de 2 millones de habitantes). Clubes de Primera División, que compiten en Europa regularmente que juegan con sólo jugadores vascos (Athletic de Bilbao) o con el porcentaje más alto de jugadores de producción propia como la Real Sociedad. A pesar de mi juventud (cumplo 26 años en diciembre) trabajo en el fútbol profesional al más alto nivel pero sin duda en este deporte el crecimiento y la evolución es constante, jamás puedes estar quieto.

Ustedes se preguntarán como un hombre que vive al otro lado del charco comprende y sabe tanto del balompié dominicano. Mi contacto con el fútbol dominicano se produce hace unos cinco o seis años aproximadamente. Todo se debe a amigos que emigraron de República Dominicana a mi ciudad. Una alegría y vida que aquí carecemos, es un tesoro que ustedes tienen la suerte de tener. Esto se unió a mi gran pasión y mi trabajo: el fútbol. Cuando empezó mi estudio y conocimiento del fútbol dominicano, este deporte no estaba nada masificado. Éramos pocos los que lo seguíamos, prácticamente todos los dirigentes, divulgadores, futbolistas, entrenadores y aficionados nos conocíamos unos a otros. El estado del fútbol dominicano era penoso, una Liga Mayor sin fechas definidas con cantidad de equipos variables. Una selección prácticamente inexistente que deambulaba por los clasificatorios donde perdían continuamente contra las islas minúsculas del Caribe; pero además que no realizaba amistoso alguno. Campos destartalados sin ningún tipo de seguridad mínima para los jugadores o entrenadores; y  un seleccionador sin titulación y con un plan decenal ya en marcha. Algo que hace difícil que les permita llegar a torneos o competiciones internacionales y lograr mejorar el estado del fútbol dominicano.

Estamos ya casi en 2015, y no ha mejorado mucho la cosa. Ese plan decenal termina este 2014 y no veo a RD ni cerca de ir a un mundial y continúan perdiendo contra islas pequeñas del Caribe; es decir que están lejos aún de ser importantes en el Caribe. Es lógico si no hay un estudio, estructura y modelo de juego definido. Tienen un seleccionador que no da la talla y todavía no hay constancia de que tenga el Título III de entrenador (de no ser así se estaría cometiendo una irregularidad). La Liga Mayor esta vez se dice que será “profesional”  y es toda una incógnita: cambio de equipos, mentiras sobre la organización de y que no es privada como en el resto del mundo, pero además que la crean ahora cuando han tenido 14 años para hacerlo. Y lo peor es que desde la presidencia se nos vende que todo va bien y que pronto iremos al Mundial, cuando esto al día de hoy es un autentico delirio. Sumémosle además las críticas de jugadores por no cumplir con necesidades básicas y por su situación de desamparo.

No me olvidaré de mencionar qué fue del acuerdo con Nuevo Cielo o la huida de patrocinadores dada la poca seriedad. Me dejo muchísimas cosas en el tintero, son tantas cosas en cinco años que necesitaría muchísimas páginas para analizar punto por punto.

El 14 de diciembre se presenta un día crucial, probablemente el más importante de la historia del fútbol dominicano. Osiris consta de un apoyo y popularidad por los suelos, criticado hasta por jugadores y con bagaje de un balompié secuestrado y lejos de la competitividad. Por eso es necesaria una regeneración ya, cuatro años más sería un golpe muy duro para todos, incluido para el fútbol. Por eso Adalberto Rodríguez es el hombre que el fútbol necesita, tiene una tarea difícil pero ilusionante, al menos por mi trato con él y lo que hemos hablado y planteado es un tipo dialogante y que quiere escuchar. El tiempo dará o quitará razones.

Por último comentar que siempre he estado disponible para ofrecer mis servicios a quien los crea necesario en República Dominicana siempre que haya algo serio y crea que es bueno para el fútbol, para mí es un país especial que sus gentes siempre me han tratado con alegría y amabilidad. Dentro del fútbol soy uno de ustedes, sufro, sigo y difundo como cualquiera de ustedes y lo bonito es que todos ustedes me han acogido como uno de los suyos, solo tengo palabras de agradecimiento y emoción para ustedes. Por eso siempre voy a estar con vosotros y para vosotros.

Me gustaría despedirme con un mensaje de un título de una canción típica en Euskera (el vasco lengua de mi tierra) para la actual directiva.

¡Agur Jaunak! (¡Adiós señores o nobles!)