Rabat. 14 de junio del 2020. La contienda electoral esta llegando a su final, estamos en la recta donde los ataques se recrudecen y las fuerzas se definen. En ese contexto, dos de los partidos con más posibilidades exhiben una relación parecida a la que tenía Rusia con Finlandia en la primera mitad del siglo XX.
En 1809 el Ducado Finlandia, perteneciente al Reino de Suecia, es conquistado por las fuerzas del Zar Alejandro I. El Ducado de Finlandia es incorporado al Imperio Ruso. El nuevo territorio gozaría de cierta autonomía exceptuando su política exterior. Después del triunfo de la Revolución Rusa en 1917 el estatus de Finlandia quedó en el limbo ya que Rusia pasó a ser una república.
El 6 de diciembre de 1917, en Helsinki, se declara en el parlamento la independencia de Finlandia. Una vez declarada la independencia, se busca desarmar las fuerzas pro-rusas provocándose una breve guerra civil entre dos bandos, el ejercito rojo, apoyado por la Unión Soviética, el blanco, apoyado por la Alemania del Káiser Wilhelm II, cuya esposa era prima del Zar Nicolás II, prevalecen los blancos, liderados por Carl Gustav Emil Mannerheim, antiguo oficial de la Rusia Zarista.
En la Primera Guerra Mundial, entre 1917 y 1918, los ejércitos del Káiser Alemán eran los dueños indisputados de la Europa Oriental, de ahí que Finlandia buscara una alianza para contener la expansión del comunismo y apaciguar las divisiones internas.
En 1918 Alemania había capitulado y Finlandia permanecía en estado de guerra con su vecino por el apoyo al ejercito rojo en la guerra civil. En 1920, en las negociaciones de paz de Tartu (Estonia) la Unión Soviética reconoció la independencia de Finlandia respetando el territorio del antiguo ducado, como bien explica Max Jakobson en el libro “La Neutralidad Finlandesa”.
El 30 de noviembre de 1939, comenzada la segunda guerra mundial, la Unión Soviética invade Finlandia. Los finlandeses resisten provocando considerables bajas al ejercito soviético. El 12 de marzo de 1940 se firma el Tratado de Moscú en el cual los finlandeses cedieron el 11% de su territorio. En junio de 1941, tras la decisión de Hitler de invadir la Unión Soviética, los finlandeses entran al conflicto junto a los alemanes para recuperar parte del territorio cedido.
En febrero de 1947, finalizada la Segunda Guerra Mundial, Finlandia acude a las negociaciones de paz de Paris donde nuevamente tiene que hacer concesiones a la Unión Soviética, en este caso permitiendo una base naval en su territorio. El 6 de abril de 1948 firman el Acuerdo de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua. En estos acuerdos Finlandia se comprometía a repeler cualquier ataque a la Unión Soviética, de esta manera los soviéticos se protegían de una invasión a través del territorio finlandés.
El valor estratégico de Finlandia, un país de amplio territorio pero de baja densidad poblacional, era vital para la supervivencia de la Unión Soviética, lo que no esta claro es porque no fue invadida con más fuerza, al parecer, una escalada de apoyo de un país aliado hubiera constituido un mal mayor, como ocurrió con Alemania en 1917 y 1941.
En el contexto político dominicano hay un escenario de finlandización, la Fuerza del Pueblo (FP) permanece neutral ante las dos grandes fuerzas, el PLD y PRM, para crecer depende de la militancia peledeista. La FP ha resistido el asedio del grande y poderoso PLD, su antigua casa, pero a diferencia del caso soviético las partes han decidido no cooperar, de esta manera aumenta el valor estratégico de la FP colocándola en una posición que podría ser determinante en un escenario de segunda vuelta.
La neutralidad de Finlandia se mantuvo por una política exterior de alianzas útiles, cuando buscaba su independencia se alió a Alemania pero también mantenía relaciones cordiales con Suecia, Noruega e Inglaterra. En cuanto a la Unión Soviética, mantuvo una relación de cooperación hasta el fin de la Guerra Fría.
La difícil relación con la Unión Soviética fue determinante en la neutralidad de Finlandia pero tuvo un costo alto para el país escandinavo ya que tuvo que pagar una compensación después de las guerras lo cual implicó considerables sacrificios económicos.
La situación diplomática de Finlandia implicó decisiones difíciles como la de no aceptar la ayuda del Plan Marshall o negar el apoyo diplomático tanto a la Alemania Oriental como Occidental. La neutralidad Finlandesa se mantenía en el plano político, en plano económico mantenía relaciones comerciales con las dos Alemanias.
Los acuerdos entre Finlandia y la Unión Soviética se mantuvieron hasta 1992, después de la desintegración del campo soviético, continuando la primera un camino ascendente como país capitalista, próspero y democrático.
En la historia del siglo XX la figura de Mannerheim es menos conocida que la de Stalin, Finlandia no fue una fuerza militar determinante en ninguna de las dos guerras mundiales. El país escandinavo logró mantener su neutralidad por proeza diplomática y firmeza en la defensa de su territorio, como ocurrió en la Guerra de Invierno en 1939 y en la Guerra de Continuación en 1941.
En el 2011, por iniciativa del gobierno de Bután se aprueba una resolución en la Asamblea General de las Naciones Unidas. La iniciativa buscaba motivar los países a considerar la importancia de la felicidad y el bienestar dando origen al World Happiness Report, un ranking que mide el nivel de felicidad de los países. En marzo de este año Finlandia fue declarada por tercera vez la nación más feliz del mundo.