Destacados periodistas y creadores de opinión han enfocado al ex presidente Leonel Fernandez como blanco de sus criticas debido a la oposición de este a que se modifique la Constitución de la Republica, lo han tildado de ambicioso y manipulador pues todos recordamos sus intentos de optar por un tercer periodo consecutivo en 2012, opción que descartó ante la ola de opiniones contrarias que se sucedieron en todas las instancias de la sociedad dominicana.

Yo pienso que Fernández se merece esas criticas que se le hacen, pero que no me dejen fuera al presidente Danilo Medina, quien con su cara de yo no fui nos tiene atontados aplaudiendo un gobierno que no tiene ningún merito espectacular y que después de repetir hasta la saciedad que el solo quería 4 años y que no le interesaba volver a ser presidente, ni siquiera diferido como permite la Constitución actual, ahora saca las garras y muestra una ambición desmedida que esta llevando a su partido a una confrontación que puede terminar en una división. Por algo citó el Dr. Fernández a José Martí cuando dijo: “un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado” refiriéndose obviamente al presidente Medina.

Si, porque es Danilo Medina quien pone en riesgo la unidad del PLD y de paso arrastra un problema interno de su partido, el de la lucha de liderazgos, al seno de toda la sociedad pues es el quien quiere violentar el orden establecido, tal y como lo intentó en su ocasión el ex presidente Fernández.

Para mi Leonel Fernández y Danilo Medina son iguales en el fondo, sus políticas son las mismas; endeudamiento, botellas a todo el que huela a morado, corrupción y uso abusivo del presupuesto como caja chica de su partido. Ambos defienden una camarilla que se ha enriquecido en el gobierno, sus diferencias son cosméticas, uno gusta de la opulencia y el boato y el otro finge ser humilde y pone una cara de que no mata una mosca, cuando en realidad ha sido el artífice de todas las políticas peledeistas que han inflado el presupuesto hasta limites inimaginarios hace unos años, con el único fin de sostener una tropa de parásitos que cobra sin trabajar y una serie de subsidios sociales utilizados exclusivamente con fines electorales.

No podemos permitir que la Constitución sea un relajo de cada gobernante que quiera hacerse un traje a la medida, si los que favorecen la modificación a la Constitución se basan en el único argumento de la “enorme popularidad” del presidente, porque no consultan a la población para que sea esta que decida si de verdad quiere que se permita de nuevo la postulación del presidente en las elecciones del 2016. Hasta ahora Danilo Medina ha navegado prácticamente sin oposición, los cañones opositores se enfilaron desde 2012 sobre Leonel Fernández y se olvidaron del presidente, mientras este orquestaba en silencio su plan reeleccionista que empezó desde aquel momento en que un ministro del gobierno informó al país sobre el enorme déficit fiscal que había dejado el antecesor gobernante, nada mas y nada menos que su compañero de partido el ex presidente Leonel Fernández.

Lo que no dijo ese ministro es que el formó parte de las dos administraciones de Fernández, y que su cargo era y es nada mas y nada menos que el encargado de la economía, o sea, el que debía velar porque ese desguañangue no ocurriera. Tampoco dijo este ministro irresponsable que el hoyo en que nos metió Leonel y el PLD, si porque todo el PLD participo, fue para evitar el triunfo de la oposición y poner en la silla de alfileres a Danilo Medina.

Aun recuerdo al actual presidente poner esa cara de yo no fui para decir que le habían dejado un maletín lleno de facturas, por supuesto que no dijo cuales deudas representaban esas facturas ya que las mas grandes, las de mas monto cubrían el gasto de su elección como presidente. Pero Fernández sabia muy bien porque metía al país en ese hoyo, lo hizo después de su pacto de impunidad con el entonces candidato Danilo Medina, lo hizo para evitarse un periplo por la justicia, con todo y su blindaje.

La oposición no debe permitir que se arrastre al país a una confrontación interna de los peledeistas, y tampoco debe permitir que la Constitución sea un relajo para estos querer seguir engrosando sus bolsillos a costa del erario. Hay instituciones y partidos políticos que han hecho propuestas interesantes para una eventual modificación a la Carta Magna y ni siquiera ha merecido la atención del Partido de la Liberación Dominicana, concentrados como están en intentar seguir chupando de la ubre nacional.

El Comité Político peledeista, esa logia cuya inmensa mayoría no puede justificar sus fortunas, no es el Congreso y mucho menos el país para que sus decisiones sean acatadas cual tribunal inquisidor, esos solo cuidan sus intereses y el evitarse una visita a los tribunales de justicia para rendir cuentas por sus desafueros.

Probablemente el gobierno consiga los votos obligatorios para aprobar la reforma, hay varios ministros abriendo las carteras para tentar los votos faltantes y ya doblegaron al león que tuvo que desdecirse de todo lo que dijo en su alocución, pero si el presidente es tan popular como lo pintan por que no va a un referendo aprobatorio?, la excusa del costo de ese proceso no es valida pues los gobiernos peledeistas son expertos en derrochar recursos en cosas menos importantes, además ya sobrevaluaron el referendo de 800 millones que dijo la JCE hace unos meses a 1,500 millones que dice ahora el gobierno, tal cual hicieron con el hospital Darío Contreras y las plantas a carbón de la CDEEE. Será para embolsillarse la diferencia?

Si Danilo Medina acepta realizar el referendo a lo mejor le va tan bien que legitima sus aspiraciones y tal vez no necesitemos ni elecciones en el 2016, o es que no esta tan seguro?.