1.- Hablando de los MOCES

 Desde el 29 de julio del pasado año iniciamos una serie de artículos en esta columna explicando lo que era para nosotros el Movimiento Central o el MOCE y quienes eran los considerados MOCES.

Como hemos pensamos publicar un folleto con esa serie, se lo dedicaremos a la más grande MOCE del mundo que ha llamado la atención y este mismo mes se habló de ella.

Refrescaremos la memoria de los lectores señalando algunos de los artículos primeros:

El del 29: “Por los Andurriales de las Marchas Verde y de la Plaza de la Bandera”, El 5 de agosto: “¿Qué es el Movimiento Central político social, al fin y al cabo?” y el 19 “La organización del Movimiento Central” entre otros.

En resumen, indicamos que un MOCE nace, no se hace: y  que se trata de una condición humana no buscada ni siquiera imitable. El MOCE, ES.

En las Revelaciones del 5 de agosto definimos Clase y Moce: “Si alguien es decente, honesto, educado, discreto, serio, conceptuoso, cuida tanto su persona como su lenguaje, es incapaz de usar una palabra subida de tono, o de hablar alto, decimos que tiene Clase. Para nosotros tiene Clase MOCE.”

De modo que podemos definirlo y apreciarlo con solo algunas facetas de su personalidad. Los empresarios los buscan y casi capitalizan. Los gobiernos ni los pueblos los eligen ni los buscan. No se preocupan por tenerlos. Por eso no pueden triunfar.

  1. Alemania despide a la MOCE más grande del mundo que estaba gobernando.

En las redes sociales circula un artículo que no indica de dónde se ha tomado, señalando quién era la que llamamos la MOCE más grande del mundo que estaba gobernando. Las MOCES, es decir,  las Moces son más difíciles de señalar. Las mujeres, de por sí, cuando tienen estas virtudes, por su discreción pueden pasar sin que mucha gente las aprecie como tales. Sin embargo hay tantas o más que masculinos. No olvidemos que son las madres, las criadoras, que en ellas la bondad y la humildad parecen intrínsecas. Las reconocemos cuando son maestras o profesionales; si se quedan en sus hogares, podríamos solo decir que “eran buenas mujeres”.

En el caso de la germana Ángela Merkel, se habla de ella comentando su infancia socialista en la Alemania Oriental. Empero, según nuestro modo de ver las cosas y entenderlas, la MOCIDAD, no tiene nada que ver. El Moce puede nacer en el hogar que fuese: Capitalista o socialista o en medio de una dictadura. Porque es una esencialidad humana. Es así, se comportará así, vivirá así no importa el sitio o el lugar. EL MOCE NACE.

En el Cohete del Sur un periódico digital de Barahona, del 23 del mes en curso, aparece con la firma de Marcos López la semblanza de la excanciller alemana que anda de mano en mano por las redes. Extraeremos de ese suelto y de otros datos en la Web lo que consideramos la definición de MOCE de ella.

Ángela Dorothea Merkel (1954) data:image/jpeg;base64,/9j/4AAQSkZJRgABAQAAAQABAAD

Se inicia señalando los seis minutos de aplausos que el pueblo alemán le tributó al dejar el cargo. Un hecho sin precedentes en una democracia, y sobre todo en Alemania. Los germanos no son efusivos, sino muy austeros. Esa espontaneidad premia a una mujer excepcional en todos los sentidos. Sobre todo a los términos de nuestra preocupación humana. Algo sobre ella y lo que dijo en una entrevista,  que copiamos, señala entre otras cosas, las siguientes:

“Alemania se mantuvo como un solo cuerpo despidiéndose de su líder, un físico químico que no fue tentado por la moda o las luces y no compró bienes raíces, autos, yates y aviones privados, sabiendo que ella es de la antigua Alemania Oriental.

Dejó su puesto después de dejar Alemania en la cima. Ella se fue y sus familiares no reclamaron ventaja. Dieciocho años y nunca cambió su vestuario. Dios sea con este líder silencioso.

En una conferencia de prensa, una periodista le preguntó a Merkel: Notamos que estás usando el mismo traje, ¿no tienes otro? Ella respondió: “Soy una empleada del gobierno y no una modelo”.

En otra rueda de prensa, le preguntaron: ¿Tiene sirvientas que limpian su casa, le preparan la comida, etc.? Su respuesta fue: “No, no tengo sirvientes y no los necesito. Mi esposo y yo hacemos este trabajo en casa todos los días.

Entonces otro periodista preguntó: ¿Quién lava la ropa, tú o tu marido? Su respuesta: “Yo arreglo la ropa, y mi marido es el que maneja la lavadora, y suele ser de noche, porque hay luz eléctrica y no hay presión, y lo más importante es llevarse en la cama”. Cuenta los posibles inconvenientes para los vecinos, afortunadamente la pared que separa nuestro departamento de los vecinos es gruesa, ella les dijo: “Esperaba que me preguntaran por los aciertos y fracasos en nuestro trabajo en el gobierno”

La Sra. Merkel vive en un apartamento normal como cualquier otro ciudadano. Vivió en este apartamento antes de ser elegida canciller de Alemania. Ella no la abandonó y no es dueña de villa, criados, piscinas ni jardines. “

Si esa no es la mejor definición de una MOCE, que baje Cristo de la Cruz a confirmarla.

Es tan difícil que un o una MOCE llegue y se mantenga en el poder, dejando tantas obras y un liderazgo tan grande, que realmente esperamos que aparezcan otras u otros MOCES gobernante y se lleve a cabo la cacería que hemos pedido, de rescatarlos de su olvido y de su humildad y aprovecharlos.

En nuestro país, lo más parecido a un MOCE que haya llegado al poder, lo tenemos gobernando; no lo hago por adulación: Por sus hechos lo veréis. Lo que sucede es que algunos de los políticos que le rodean no tienen el mismo sentido ni se han preocupado por conservar y mantener en el tren gubernamental a los MOCES que existían y a los que existen, solo pensando en la politiquería partidista y no en su país, ni siquiera en el hecho de que a la postre, quienes más se beneficiarían de tener los mejores y los más sanos serían ellos, para que cuando terminen sus gestiones y el pueblo les pregunte: ¿Qué hiciste? ¿Qué dejaste? En vez de cacerolazos o protestas, hayan aplausos, no de tantos minutos, siquiera de uno solo  por todo el país.