En un articulo anterior sobre la situación del Partido Reformista Social Cristiano

dijimos que los militantes de la organización tenían que estar atentos a las maniobras del presidente del partido, ya que trataría de que la elección de las nuevas autoridades sea hecha por una convención de delegados y no por primarias, ya que la primera es manipulable en base a la misma formula que ha aplicado en los últimos anos, engañar a los reformistas necesitados con un empleo en que solo se cobra una vez, para que voten por el y  luego de ser electo, esos reformistas no verán ni el sueldo ni al presidente de la organización hasta que necesite embaucarlos de nuevo.

También dijimos que este trataría de que su aliado morado le ayudara a salir airoso de una prueba que, hecha por la ley, no tiene posibilidad alguna de ganar. Ambas predicciones se han cumplido, ya que consiguió que la cúpula, comprometida igual que el con el PLD, asumiera recomendar a la Comisión Ejecutiva que la elección se hiciese por convención y no por primarias, y consiguió que su aliado morado, en una acción inaudita ordenara al Ministerio Publico solicitar al Tribunal Constitucional revocar una decisión de la Suprema Corte de Justicia que exonera de culpas al Senador Amable Aristy en su manejo de la Liga Municipal Dominicana.

Esa decisión de la Suprema se tomo en febrero y el ministerio publico no había actuado en contra de ella sino hasta que el Senador Aristy decidió optar por la presidencia del PRSC, con amplísimas oportunidades de desplazar al aliado del PLD de la presidencia del PRSC.

Si los reformistas permiten que estas maniobras prosperen y el presidente del partido se reelija que se olviden de candidaturas propias, ya que el partido no se reunirá hasta finales del 2015, donde de nuevo se dirá a los militantes que no hay tiempo de desarrollar una candidatura propia y que hay que aliarse, otra vez, al PLD, y con el sacrificio de los cientos de reformistas que pudieren ganar una candidatura congresional o municipal, ayudar a mantener el dominio absoluto de los peledeistas sobre el congreso y los municipios.

Ya la advertencia esta hecha, ahora solo queda esperar si los reformistas asumirán su futuro con hidalguía, o si por el contrario acudirán en silencio al sepulcro de un gran partido.