La comercialización y uso legal de la mariguana, tanto para uso medicinal como recreativo está en expansión. En los Estados Unidos, California, Oregon, Washington, Nevada, Colorado, Alaska, Massachusetts, Maine y el Distrito de Columbia, esta despenalizado el uso recreativo. En Latinoamérica, Uruguay legalizado el uso medicinal y recreativo. En países como México, Costa Rica, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil y Argentina es ilegal el cultivo, pero el consumo está despenalizado.

En los estados y países en dónde es legal el uso medicinal y recreativo, también lo es el cultivo y comercialización, lo que implica la gestión de mercado del producto. Aquí, lógicamente, intervienen los costos de producción y en estos los insumos que posiblemente deben ser adquiridos en estados o países en dónde la producción, comercialización y uso sea ilegal, por lo que la compra de esas materias primas como de cualquier otro producto no vinculado, pero requerido por ese productor o comercializador, es también ilegal, pues serían adquirida con dinero producto de nada más y nada menos que del narcotráfico.    

En Estados Unidos este escenario ha inducido a los bancos nacionales a no aperturarles cuentas y no ofrecer servicios financieros a productores y comercializadores de Mariguana, aun cuando cuentan con permisos legales para operar como tales y pagan los impuestos correspondientes. Un banco nacional incurriría en una violación penal al operar cuentas a clientes de ese sector, pues transgredirían las normas de otros estados donde operan. Imaginemos, que un productor de Mariguana o Cannabis de California compre abono a un vendedor en Georgia y utilice su cuenta para pagar, vía transferencia a la cuenta del mismo banco de su suplidor. Evidentemente el banco estaría involucrado en una operación de lavado de activos.

Lo mismo le pasa a las farmacias y tiendas de Cannabis uruguayas, los bancos no les permiten operar cuentas, ni les ofrecen servicios. Esto ha generado un gran problema para un sector que está creciendo significativamente por lo que la situación tenderá a complicarse y esto lo saben las autoridades del Uruguay, por lo que están buscando alternativas al sistema bancario para que la comercialización pueda efectuarse a través de medios pagos nominales y quienes operen el mercado puedan mover sus fondos sin problemas. En tal sentido, analizan que las farmacias trabajen con cooperativas dentro del Banco Central de Uruguay, pero eso le traerá problemas a esa entidad reguladora con sus bancos corresponsales.

El Banco Central reconoce que éste es un problema muy complejo, sólo sería factible para todas las partes si Estados Unidos decide modificar su norma legal respecto a este tipo de droga.

Jeff Sessions, actual Fiscal General de los Estados Unidos, tiene una posición ultraconservadora al respecto, pues ha indicado que trabajará para anular los avances del movimiento de legalización, aunque el presidente Trump, no ha definido su posición al respecto. La tendencia pro-legalización es muy fuerte pues está alentada por el mercado y por organizaciones muy importantes de la sociedad civil norteamericana como la Fundación Open Society, la cual es auspiciada por el conocido inversionista y filántropo George Soros.

New Frontier Data, una empresa norteamericana que ofrece servicios de información y comercialización al sector ha indicado en un informe de este año, difundido por Nasdaq, que las ventas de cannabis medicinal en los Estados Unidos serán de 5.3 millones de dólares en 2017, lo que sólo representa aproximadamente el 67% de las ventas totales y 2.6 millones para uso recreativo. Para el 2025, alcanzarán los 13.2 millones y 10.9 millones respectivamente. 

Adicionalmente, el portal MassRoots creado para los consumidores de mariguana solicitó cotizar en el mercado de acciones Nasdaq, lo cual fue rechazado dado que se convertiría en un ente a través del cual se fomentaría la distribución de una droga ilegal basándose en la norma legal federal vigente en Estados Unidos.

Por su lado, la Organización de Naciones Unidas (ONU), dan cuenta de que en el mundo los consumidores de cannabis se cifran entre 125 y 227 millones de personas. Mientras que en Europa el consumo per cápita más alto lo tiene Finlandia, pero el mayor consumo lo ostenta el Reino Unido con un 24%, seguido de Alemania con un 16% y España un 15%.

Este gran mercado está funcionando básicamente en efectivo, lo que genera una tendencia a la opacidad a través de triangulaciones de operaciones, falsificando facturas o no simplemente no facturando, lo cual no es deseado por los estados y países que cuentan con legalizaciones o los que se vean motivados a legalizar el uso del cannabis. El Financial Crimes Enforcement Network (Fincen), la Unidad de Análisis Financiero de los Estados Unidos, que depende del Departamento del Tesoro, ha indicado que los bancos locales pueden ofrecer el servicio sin violar las normas, siempre y cuando no involucren a bancos localizados en jurisdicciones dónde este mercado sea ilegal.

El problema existe y crece con connotaciones sociales, legales, de salud, de mercado y por lo tanto económicas.

El mercado siempre tenderá a buscar su equilibrio. Como hemos dicho antes sus fuerzas son como las aguas que las lluvias vierten en las montañas, que se convierten en afluentes de ríos, formando estos últimos y buscarán desembocar en el mar, venciendo todos los escollos que a su paso encuentren. Se manifestarán según el terreno en rápidos, caídas, playas y si la superficie es porosa se hundirán para transformarse en ríos subterráneos que indefectiblemente alimentarán al mar.