“La ciencia es una gran y digna maestra, pero hay una superior y esa es la Humanidad, a quien la ciencia sirve.”* — W.E.B. Du Bois

Stephen Hawking ha muerto. ¡Viva la Ciencia!

La maravillosa y divertida vida de Stephen es un himno a la humanidad. O como dice Dicent “deste caballero”, él fue “regalo de Palas Atenea a los humanos”. Un guiñapo de cuerpo, un cerebro universal y un corazón cósmico, unidos indisolublemente, hicieron del astrofísico un símbolo eterno de la tenacidad por la vida y el espíritu inquisitivo con fino sentido del humor. Su hija, Lucy,  señala que el sentido del humor y la capacidad de reírse incluso de sí mismo fueron vitales para que él le ganara la batalla a su enfermedad durante tantos años”.  Empecinado en descifrar los misterios del universo desde lo más ínfimo hasta el infinito, se declaraba incompetente para interpretar las profundidades de las mujeres (tuvo dos matrimonios tumultuosos, por ende no fue por falta de experimentar). Sobre todo se destaca su profundo humanismo, evidente en su apreciación del valor del cosmos objeto de su pasión científica, comprimido en su proclamación de fe:

No sería un gran universo si no fuera hogar de las personas que amas.

Sin girar alrededor de la Tierra, el cosmos de Stephen es ante todo humano-céntrico en el mejor sentido de la palabra. Según el cosmólogo, “Somos una raza avanzada de monos en un planeta menor de una estrella bastante normal. Pero podemos entender el universo. Esto nos hace muy especiales”. Ser muy especial también conlleva ciertas responsabilidades. Obsesionado como un Quijote galáctico, Stephen declaraba con toda naturalidad:

"Mi objetivo es simple. Es un completo conocimiento del universo, por qué es como es y por qué existe".

De recio carácter y obstinado en sus ideas, en ocasiones Stephen emprendió con gran ímpetu la tarea de probar una teoría sobre la naturaleza del universo, solo para- tras largos cálculos matemáticos- comprobar lo contrario y enmendar su posición inicial ante la evidencia irrefutable. En uno de esos momentos memorables de la sinceridad científica, confesó: “Solía creer que la información era destruida en los agujeros negros. Ese fue mi mayor error, o al menos mi mayor error en la ciencia.”

Amoroso padre, en entrevista del 2010, Stephen plasmó el fruto de su experiencia de vida para sus hijos: "Estos son los consejos más importantes que he querido transmitirles. Uno, recuerda mirar hacia arriba, hacia las estrellas, y no a tus pies. Dos, nunca dejes el trabajo, él te dará un significado y un propósito en la vida sin el cual tu existencia estará vacía. Tres, si tienes la suerte de encontrar el amor recuerda que es algo muy raro, no lo tires nunca por la borda". Ya antes había pronunciado consejos similares: Recuerda mirar a las estrellas y no tus pies. Intenta dar sentido a lo que ves y pregúntate por lo que hace al universo existir. Sé curioso. Aunque la vida puede parecer difícil, siempre hay algo que puedes hacer y tener éxito. Lo importante es que no te rindas.” Esta es la cosmovisión práctica del científico humanista y luchador hasta el final: “La vida sería trágica si no fuese divertida”.

Por sus circunstancias, Stephen desarrolló una palpitante conciencia de su dependencia de los demás, la misma dependencia de los demás que todos tenemos, pero no todos sentimos o reconocemos constantemente este vínculo con la misma intensidad que él. Dependía de su equipo para plasmar sus intuiciones científicas en complejas ecuaciones matemáticas, y hasta para secarle la baba porque no controlaba los músculos de su cuerpo. La interdependencia, la colaboración, y la solidaridad son atributos de la raza avanzada de monos que nos permiten mejor “entender el universo”. Como pocos científicos de su nivel, y a pesar de su dificultad física para comunicar, el cosmólogo dedicó grandes esfuerzos a compartir su profundo conocimiento sobre el universo (incluso en algunos casos en colaboración con su hija), convencido de que la ciencia es para servir a los humanos. Gracias a su labor didáctica y divulgativa, hoy llueven los testimonios de personas inspiradas por Stephen a dedicar su vida a mirar hacia las estrellas. También persuadió a muchos de que “la ciencia no solo es una disciplina de razón, sino también de romance y pasión”.

¿Qué valor tiene el cosmos para nosotros, si no lo desciframos y compartimos el conocimiento adquirido con las personas amadas?

¿Qué valor tiene la ciencia, si no sirve a los humanos?

Coincidiendo con Dennis Overbye, reconocemos que Stephen es gigante entre los gigantes, “no solo por lo que nos enseñó del universo, sino por lo que nos mostró sobre cómo vivir”. Por suerte Palas Atenea nos ha regalado la larga y maravillosa vida de Stephen Hawking, ahorrando a algún ingenioso manco el tener que inventarlo y escribir su hagiografía para ayudarnos a conocernos mejor.

Stephen ha muerto. ¡Viva la Humanidad!

 * La oración original de Du Bois en inglés reza: Science is a great and worthy mistress, but there is one greater and that is Humanity which science serves.” 

Lecturas:

https://acento.com.do/2018/opinion/8546407-asi-me-dijo-hawking%E2%80%A8/

https://www.nytimes.com/es/2018/03/16/stephen-hawking-aprendizajes/?emc=eta1-es

https://elpais.com/elpais/2018/03/14/ciencia/1521000039_928701.html

http://www.elmundo.es/loc/celebrities/2018/03/17/5aac0752e5fdea48588b4588.html

http://www.latercera.com/tendencias/noticia/mi-nombre-es-lucy/102154/

https://www.theatlantic.com/science/archive/2018/03/stephen-hawking-sean-carroll-physics-airport/555764/

https://www.theatlantic.com/science/archive/2018/03/stephen-hawkings-extended-bodies/555848/

https://www.newyorker.com/tech/elements/stephen-hawking-was-a-living-metaphor-for-the-scientific-endeavor

https://www.newyorker.com/tech/elements/a-physicists-farewell-to-stephen-hawking

https://blogs.scientificamerican.com/observations/memories-of-a-truth-seeker-stephen-hawking-1942-2018/

https://www.forbes.com/sites/christinecomaford/2018/03/17/the-soulshake-of-stephen-hawking/#7251e245223c

https://www.theatlantic.com/science/archive/2018/03/stephen-hawking-is-still-underrated/555590/

https://thebulletin.org/stephen-hawking-physicists-appreciation11612