Todos nacemos con el potencial de la creatividad y de la imaginación. En el proceso de crecimiento e interacción social, esas potencialidades crecen o se disminuyen, todo dependerá de múltiples factores socio-políticos, económicos, psico-afectivos, educativos y culturales, entre otros. En nuestro caso, la escuela y el hogar son dos espacios fundamentales que sirven para incrementar o para matar nuestro potencial imaginativo y creativo, lo mismo acontece en las universidades.
La escuela, por sus vínculos de intimidad cotidiana con el discente y con la familia, debe ser un referente eficaz en el desarrolo de hábitos de lectura para fortalecer las potencialidades imaginativas y creativas del sujeto , sin embargo, en muchos casos, es una gran retranca para el pensar y/o para el razonar crítico y creativo. En lo atinente a la lectura, ésta, como proceso de descodificación de mensajes o de sentidos, se adquiere y se puede constituir en una hábito placentero o de rechazo en el sujeto, eso va a depender de sus experiencias cotidianas, desde antes de ver la luz del mundo, desde el periodo de gestación.
Si procuramos definir la lectura, lo más pertinente es que la asumamos como un proceso de construcción y de deconstrucción de sentidos, por parte del sujeto. Desde esa perspectiva, es que debemos partir para que, a partir de ella, el sujeto pueda desarrollar sus potencialidades creativas e imaginativas, con la guía o la orientación de una persona o de un equipo que pueda habilitar al sujeto actuante, a que interactúe como sujeto pensante.
Sin pensamiento no hay creatividad, ni hay imaginación. Leer y pensar son acciones concomitantes. En el aula y fuera del aula, hay que propiciar ambientes y contextos de lecturas que nos permitan imaginar y crear y que nos induzcan a habilitar al otro, para que pueda responder de manera eficiente en situaciones de conflictos o de problemas, con creatividad e imaginación. Esto requiere de un personal adiestrado para esos fines, donde la lectura no sea un quehacer obligatorio y/o de castigo.
La escuela, hoy en día, en la mayoría de los casos, lo que hace es matar o robotizar el proceso creativo e imaginativo de los sujetos. Necesitamos espacios áulicos y no áulicos que nos permitan desarrollar y fortalecer las potencialidades creativas e imaginativas de los sujetos, sin que el desarrollo de la tecnología, dentro del mundo global, se constituya en una retranca o en obstáculo, sino en un aliado oportuno.
La monotonía y el aburrimiento puede destruir esa importante iniciativa en nuestro país, por lo que se requiere la aplicación inmediata de nuevas prácticas
La idea no debe ser leer por leer, sino leer como una necesidad de crecimiento cognoscitivo y espiritual. Hay que darle y buscarle sentido a la lectura, para que deje de ser el "mata tiempo" y el aburrimiento del sujeto. Esto implica adiestrar a las personas que trabajan o que tratan con niños y niñas o con adolescentes y jóvenes, llámese padres o madres, maestros, maestras, bibliotecarios y bibliotecarias, niñeras y niñeros, entre otros, para que no sigan convirtiendo la lectura en el "castigo preferido".
Nuestro grave problema está en el hecho de convertir el proceso de lectura en un acto para la imaginación y para la creatividad, donde recreación y pensamiento crítico, fluyan como parte de un mismo proceso formativo en el sujeto, en una escuela que tiene una Jornada de Tanda Extendida, donde, por falta de creatividad y de imaginación, hoy, profesores-as y estudiantes, lucen "amemados", después de la hora del almuerzo.
La monotonía y el aburrimiento puede destruir esa importante iniciativa en nuestro país, por lo que se requiere la aplicación inmediata de nuevas prácticas, donde el arte; el deporte; la tecnología; la lectura; la escritura creativa; la lectura; la música; el folklore; la cocina; la pintura; la escultura; el baile; los talleres de liderazgo; el deporte y el teatro, entre otras actividades, deben formar parte del quehacer cotidiano en la Jornada de Tanda Extendida, para darle sentido y trascendencia en la formación de nuestra juventud, hacia una nueva sociedad de valores significativos en la formación integral del sujeto.
Nos enfrentamos a maestros-as que, en la mayoría de los casos, no saben cómo hacer de lectura una aliada o cómplice para desarrollar la creatividad y la imaginación en nuestros estudiantes. Es el momento de ir diseñando acciones significativas que conlleven al desarrollo de la imaginación y de la creatividad del sujeto. La sociedad dominicana lo amerita de manera urgente.
Quien no tiene creatividad, ni imaginación, no puede poner a otro a imaginar, ni a crear: Nadie puede dar lo que no tiene. Ahí, en esa ausencia, reside uno de obstáculos fundamentales que merman el avance de nuestra país hacia sociedad más democrática, de ciudadanos y ciudadanas que reconocen y respetan sus derechos y sus deberes.
No es suficiente leer, para, desde esa lectura, cimentar hábitos, gustos, recreación, ilusión, vivencias. No, no basta con leer, sino que, para que eso suceda hay que saber leer y saber leer es darle énfasis, tonalidad, vida, sentimiento y teatralidad a lo leído, lo cual irá cambiando de tono y expresión, dependiendo de lo tratado en el texto que se lee.
Después de ser "bien leído" el texto (llámese narración; drama o poesía, entre otros textos), entonces hay que condicionar o preparar para poner a imaginar y a crear al sujeto receptor o que escucha. ¿Qué hago para ponerlo a imaginar y a crear? Salvo que tengas otras alternativas, te sugiero lo siguiente:
1-Seleccionar el texto, dependiendo de la edad, de los gustos y de las preferencias del público con el cuál vas a trabajar.
2-Una vez hayas elegido tu texto, adecuado a tu público, lo lees tú, o solicitar a alguien del público que se brinde a leerlo, si nadie se brinda, lo preferible es seleccionar una persona del público, para que lo haga.
3-Una vez escuchada la lectura, preguntarenos si alguien del público nos puede decir qué es lo que el autor plantea en el texto?
4-Preguntaremos que si ellos hubiesen sido los autores cuál tema o cuales temas, hubiese tratado en ese texto.
5-En caso de que el texto leído es un poema, les preguntaremos que si se puede tratar ese tema en cuento? ¿Qué cómo lo hubiese hecho?
6- ¿Qué si están en condiciones de hacerlo, ya sea con ese tema o tratando otro tema de su preferencia?
7-Que imaginemos el contexto o el ambiente apropiado, para tratar nuestro tema, ya sea desde el cuento o desde el poema.
8-Que entendamos que, al ser nuestro primer día, "redactemos" un texto breve e intenso. He puesto entre comillas el concepto redactar, porque es uno de problemas con los que nos encontramos en las aulas y fuera de ellas. Hay que insistir en que el sujeto, no importa lo que elija estudiar, lo primero que debe "aprender" es a dominar su lengua materna, para que pueda tener dominio de los otros saber es. Debe dominar la simbología de su lengua, para dominar otras simbologías, como la de la química, la física y la de la matemática.
9- Una vez terminado el momento de la escritura creativa, viene el proceso de la lectura. Aquí las observaciones críticas, todas, deben ser para crecer y no para destruir u opacar a nadie.
10-Terminadas las lecturas, se recogen las producciones y se organizan, para, en su oportunidad, evaluar el crecimiento o los cambios obtenidos en la práctica cotidiana de esta actividad, la cual debe ser establecida como una acción permanente y constante renovación, dentro del currículum del Sistema Educativo Nacional, tanto para el Sistema de Tanda Extendida, como para nuestras bibliotecas, ya sean para niños, niñas y adolescentes y/o para jóvenes y adultos mayores.
La lectura y el desarrollo de la imaginación y de la creatividad, no tienen momento, ni edad, para ser asumidas como una necesidad humana, por un mejor país y por el desarrollo sostenible y sustentable de nuestra nación, en procura de un mejor país, en una real democracia funcional, dentro de un Estado institucional de derechos, donde el pensar, el razonar, el imaginar y el crear no sean un delito, sino un derecho, en este tiempo de transición del homo sapiens, al homo videns y del homo videns al homo cibernético, quien ya está instalado en las redes de la quinta generación.
Es desde la perspectiva de esta época que debemos asumir la lectura, para incrementar nuevas utopías, sueños, ideas, pensamiento, conocimiento, imaginando, creando, aliados a la tecnología, siempre por la construcción y defensa de los fundamentos que integran la hermenéutica de nuestra identidad, como pueblo latinoamericano y caribeño.