El campo de la lectura está constituido por acciones y elementos que no son únicamente lingüísticos, sino que se particularizan como literarios, estéticos, pedagógicos, textuales, comunicativos, antropológicos y sociodinámicos, entre otros. Mediante la lectura el sujeto produce sentido, esto es, pensamientos, mensajes, objetos ideales o intelectuales.

En efecto, debemos observar que el campo de la lectura es también un campo sociocognitivo, empírico y biocognitivo que se organiza a partir de varios ejes:

  • Eje de pensamiento
  • Eje de significación
  • Eje de percepción
  • Eje de actuación
  • Eje de adecuación
  • Eje de comprensión
  • Eje de interpretación
  • Eje de intercomunicación
  • Eje de producción

Dichos ejes van creando un proceso de construcción de conocimientos que se articulan en el marco significativo y comunicativo en un universo de lectura, donde el sujeto se va afirmando y se va unificando como lector-intérprete.

El conjunto formativo de la lectura se reconoce en la participación y en la intención de conocimiento del lector, quien en el proceso constructivo de la lectura, funciona como agente activo de conocimiento. El lector, es entonces, una categoría histórica, productora, lingüística y sociocultural. El mismo produce y transmite los conocimientos en una situación discursiva determinada.

El proceso de la lectura entendido como un proceso funcional construye campos de conocimientos que involucran situaciones diversas, necesarias en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero también en el proceso donde el lector se expresa como sujeto activo de la lengua. Es así como se produce un campo de experiencias sociales, discursivas, perceptivas, conceptuales, cognoscitivas y socioverbales.

En este contexto, la lectura es una instancia de emisión-recepción en el orden del sujeto social integrado a la actividad verbal. De ahí que como instancia de registro y realización la lectura funciona como espacio repertorial y creativo del sujeto.

Toda lectura produce un mundo, organiza un universo y a la vez materializa el sentido y sus huellas. El marco de lectura se organiza mediante los siguientes órdenes de construcción:

  • Comunicativo
  • Socioverbal
  • Sociodiscursivo
  • Semiolingüístico
  • Estilístico
  • Psicolingüístico
  • Interlingüístico

Estos órdenes se visualizan en la experiencia dinámica de la lectura y el lector, pero también, en la conceptualización de un mundo que se advierte en el movimiento realizativo del lenguaje. El apoyo epistémico de la lectura se hace visible en el valor de los actos verbales, ilocutorios o perlocutorios que organizan la escritura y la textualidad.

El acto de lectura moviliza las capacidades del sujeto-lector o sujeto dinámico de la comunicación verbal y está dado por el acto de leer, que es un acto voluntario y por naturaleza psicoverbal. Leer es una instancia que se expresa como significativa. Desde esta experiencia el texto funciona como significación dinámica y carga epistémica, desde la cual se pronuncian, se construyen y se delimitan los conocimientos.

Cuando en el mundo actual hablamos de lectura, nos referimos a una actividad funcional y agentiva no mecánica de la percepción y la interpretación. Por tanto la lectura se hace cada vez más significativa en los siguientes marcos:

1-El marco de lectura se apoya en las correspondencias entre el lector, el contexto de lectura y el acto mismo de leer, lo que produce un espacio de lectura significativo y de alcance repertorial-funcional. En este marco se reconoce el tiempo de la lectura y el eje de lectura como elementos de la instancia de comunicación-significación.

2-Tenemos que, la situación de la lectura se conforma en la relación texto-lector-mensaje, pero a la vez en el sistema de reconocimiento de los contenidos de lectura. En este conjunto de relaciones aparece el eje de memoria como un eje productivo que articula los mensajes del texto-función. La situación de la lectura es una situación comunicativa donde el agente principal de construcción epistémica es el lector.

3-Es así como la definición de un eje de lectura se constituye como experiencia conceptual-funcional y como particularidad de actos lingüísticos en situación de producción de conocimientos y transmisión de saberes.

4-Otro marco importante de lectura se explica a partir de la construcción de sentido que involucra el tema eje y el mensaje constituido, por un lado. Por otro lado la dinámica de lectura implica el soporte verbal de lectura y el propósito de lectura. Se constituyen los llamados apoyos de lectura que son básicamente los sociales, los comunicativos y los culturales.

5-Los contextos de lectura se construyen como parte de una función sociodinámica y sociodiscursiva, en tanto el contexto materializa o ayuda a materializar la significación y el cuerpo de la lectura. En el mismo, entendemos el tiempo, la circunstancia, los momentos y ambientes en que se produce la lectura. El acto de leer, siendo un acto individual hermenéutico requiere de voluntad y de propósito.

Los marcos anteriores pretenden constituir el proceso de la lectura como suma de instancias donde se articulan los propósitos de la comunicación-significación. El sujeto es, entonces, el agente significativo y funcional que particulariza la lectura.