Se ha anunciado que China continental hará inversiones en Haití por el orden de los 30,000 millones de dólares. Se dice que estas inversiones serán en diferentes sectores, tales como en generación eléctrica de 600 megas, reparación de calles e infraestructuras, puerto, ferrocarril que atraviese el país, y hasta urbanizaciones residenciales.  Demás está decir, porque es obvio, que estas inversiones traerán grandes beneficios, tanto para Haití como para nosotros mismos.

Lo primero que veremos en nuestro país es el retorno voluntario de la mayoría de la mano de obra que ha venido en busca de trabajo, por supuesto junto con su familia. Allá habrá mayores y mejores oportunidades del trabajo que realizan y por más tiempo. Y esto hará que la mano de obra Dominicana se revalorice, tanto en construcción como en agricultura.

Otro beneficio directo que veremos en el corto plazo es que esa mano de obra que regresa a su país de origen dispondrá de mayores recursos, porque vive y tiene su familia allá mismo, no tendrá que hacer envíos o viajar a llevar dinero, y esa mayor disponibilidad de recursos se traduce en mayor consumo o demanda de productos que nosotros somos los llamados a suplir.

En adición, estas inversiones provocarán que se incremente el turismo, principalmente chino, lo que podría ser aprovechado por nosotros para hacer un turismo compartido y que puedan visitar la isla completa.

También vemos que una motivación para dicha inversión podría ser el establecimiento de sus industrias en este país caribeño para aprovechar la cercanía de sus suplidores de materias primas e introducir sus productos al mercado norteamericano a través del CARICOM. Pero a la vez abrirá nuevas oportunidades y plazas de trabajo para los locales.

Todo esto está bien, lo vemos bien, y mejor aún que nosotros pudiéramos ser beneficiados de alguna manera. Sin embargo esta inversión en Haití no es sólo la inversión que se hará en América Latina, se habla que China hará inversiones por el orden de los 250,000 millones de dólares, de los cuales nosotros debemos hacer el esfuerzo necesario para captar un porcentaje importante. En tal sentido me permito sugerir a las autoridades analizar las posibilidades de que podamos captar inversiones de ese programa en sectores como generación eléctrica, metalúrgica, turismo, agricultura, tecnología, etc.

Todos sabemos que si pudiéramos captar un 10% o un 15% de ese monto, sería una inversión importante viniendo de un solo país y para realizarse en corto plazo, y en cualquier sector que se materialice, ayudaría al resto de la economía. Podemos poner el turismo como ejemplo, aunque aquí es obvio que habría que abrir nuevas áreas para poder captar un monto así de inversiones, pero necesitaríamos ampliar nuestra oferta, por lo menos, de energía eléctrica y de productos agropecuarios. Y esto traería nuevas inversiones en estos sectores. Podríamos tomar a Japón como ejemplo, que multiplicó por 4 la llegada de extranjeros en el corto plazo. Para ellos sólo ha explotado sus particularidades y creando las condiciones para que esos visitantes se sientan cómodos. Aquí pudiéramos hacer lo mismo con muchas de las áreas protegidas.

Si podemos captar inversiones de esta importancia en sectores productivos específicos de la economía, es obvio que necesitaremos ampliar nuestras infraestructuras públicas, y para ello tendríamos que acudir a nuevos financiamientos.  En tal sentido me permito sugerir la especialización o separación del resto de nuestros recursos fiscales de los ingresos o ahorros que generen estos proyectos, para destinarlos en la proporción que se negocie al repago de esa nueva deuda. Así no se vería afectado nuestro equilibrio macroeconómico,  nuestra capacidad de pago, ni la viabilidad de continuar con este esquema. Esto podría implementarse de manera inmediata con los proyectos que ya están ejecutados y/o los que están en proceso de construcción. Las plantas eléctricas de Punta Catalina podría ser un buen ejemplo, ya que se habla de que cuyo costo ronda los 2,000 millones de dólares y el país se ahorraría unos 400 millones de dólares al año, por lo que tal vez podríamos hacer un pago de 200 y poder utilizar 200 para nuestro propio financiamiento de otras obras de desarrollo.

Para complementar esta idea y que pueda ser ejecutada favorablemente, hay factores a los que nos hemos acostumbrado y que las autoridades deben vencer, tales como el establecimiento de relaciones diplomáticas con China Continental, el permitir que sus ciudadanos ingresen al país con la tarjeta de turismo, y cualquier otro factor burocrático innecesario. Esperamos que nuestras autoridades puedan ver estas nuevas y buenas oportunidades de desarrollo.