Veníamos refiriéndonos al sobrado conocimiento que se tiene en los países y Organismos Internacionales que propugnan por la fusión de la República Dominicana y Haití, sobre el devenir del diferendo histórico que han mantenido las dos naciones y sus estados desde los tiempos de la colonia. Conocimiento que se trata de ocultar para proseguir el plan que tienen trazado, de ir llevando a ambos países a la irreversible fusión de hecho. Han venido ignorando el derecho soberano que como Estado tiene la República Dominicana de establecer su política migratoria.

En ese sentido hemos expuesto sobre los instrumentos legales internacionales desde El Tratado de Nimega en 1678, hasta el Tratado de Aranjuez o Tratado de Límites en 1777, que estableció la frontera definitiva en una detallada descripción de la línea de delimitación, que consta de 9 artículos, y el cual se encuentra depositado en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El periplo legal de los territorios de la isla continuaría, y como resultado de La Revolución Francesa de 1789 con sus avances sociales y políticos en Francia, frente a la pasividad y apatía española, condiciones que se verificaban en las posesiones de ambas metrópolis en la Isla Española o de Santo Domingo, influyeron para siempre en la conformación de los Estados que la pueblan. A partir de entonces se dieron situaciones que traerían nuevos tratados y convenciones, a los que nos referiremos a continuación:

El Tratado de Basilea. Cuando se llevaban a cabo en Francia los aprestos para constituir la república, a lo que se oponía España, que defendía la monarquía que había sido derrotada, Francia le declara la guerra y logra mantener sus principios, saliendo triunfante ante aquella. El resultado fue la firma del llamado Tratado de Basilea que incluía la cesión por parte de España de su porción de la Isla La Española a Francia el 22 de julio de 1795, pasando a convertirse toda la isla en posesión absoluta francesa. Sin embargo, la entrada en posesión de la antigua parte española no podría ser inmediata por lo que se esperó unos años para llevarse a cabo, pues, la situación política imperante en París era muy caldeada.

No es sino hasta el año 1801 que Francia entra en posesión de la parte Este de la isla, cuando se encontraba al frente de la Colonia francesa Toussaint Louverture quien puso en ejecución el Tratado de Basilea en la colonia española, sin haberlo determinado así el régimen recién instalado en Francia. Louverture invadió a Santo Domingo con un ejército fuertemente armado dividido en dos columnas que comandaban, él personalmente, y su hermano Paul Louverture. Evidentemente, tal invasión fue de manera violenta, por lo que hubo que hacerle entrega de las llaves de la ciudad. Napoleón Bonaparte declaró totalmente nula esta toma de posesión y envió una formidable tropa que comandaba su cuñado Charles Leclerc, quien se posesiona como Capitán General de la parte española de la isla.

El Tratado de París. En el año de 1808 Juan Sánchez Ramírez logra poner en ejecución, y comandar un gran movimiento armado que se oponía al Gobierno Francés y a lo establecido por el Tratado de Basilea, para ello recibe ayuda de los Gobiernos de Inglaterra y España, y el 7 de noviembre se lleva a cabo la gloriosa Batalla de Palo Hincado en la cual sale derrotada la tropa francesa al mando del General Jean Louis Ferrand, teniendo que abandonar los franceses la colonia, determinándose así –de hecho- la llamada “Reconquista” mediante la cual readquiría España la soberanía cedida en Basilea. A partir de entonces gobernaba la colonia española Juan Sánchez Ramírez.

Recordemos que 4 años antes, específicamente el 1ro. de enero de 1804, Dessalines había proclamado la independencia de Haití después de una gran campaña sangrienta contra los franceses que gobernaban en occidente. En Francia la situación era calamitosa para las fuerzas de Napoleón pues se enfrentaba a una gran coalición en su contra, viéndose obligado a capitular, y se lleva a cabo la firma del Tratado de París el 30 de mayo de 1814, que contemplaba en su Artículo 8 la retrocesión de su colonia en la parte Este de la isla a favor de España. Recordemos también que al darse estos hechos, ya Haití había ocupado por la fuerza los poblados de San Miguel de la Atalaya y San Rafael de la Angostura, pertenecientes a la parte Oeste, entre el año 1805 y 1809 según algunos historiadores. Tal situación no cambió luego del Tratado de París y, ambas poblaciones siguieron bajo la posesión haitiana.

Como se puede observar, continúa el conflicto fronterizo, territorial y de invasiones violentas del ya recién nacido Estado de Haití sobre la parte oriental, en franca violación al trazado fronterizo que establecía el Tratado de Aranjuez. Y seguirían tales violaciones, como la de la toma arbitraria de la parte del Lago de El Fondo, perteneciente a la parte oriental; coronando con la invasión, ocupación, y sometimiento del naciente Estado proclamado en esta parte de la isla por José Núñez de Cáceres, período llamado Independencia Efímera. Más adelante, durante la ocupación haitiana se adueñarían también de las poblaciones de Hinche y Las Caobas.