“Los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que en tiempos de crisis moral mantienen su neutralidad.”—Dante Alighieri
El tropezón que representa Trump no detendrá- ni siquiera desviará- la indetenible marcha de la humanidad guiada por la ciencia hacia nuevos estadios de desarrollo integral. La resolución de la comunidad científica y el apoyo masivo que ha suscitado su causa para combatir las políticas regresivas de la nueva administración del gobierno estadounidense auguran un renovado impulso a la investigación científica a nivel mundial. Tenemos que aprovechar como oportunidad la agresión de Trump a la ciencia, pues ha aglutinado y movilizado muchas voluntades para despejar la ignorancia y disipar la desidia de los que asumen que la tecnología- que tantas ventajas y comodidades nos provee- brotará espontáneamente como un manantial inagotable sin invertir en las ciencias básicas.
Es preciso pregonar la verdad incontestable: sin ciencia pura las tecnologías avanzan lentamente; la ciencia catapulta los grandes avances tecnológicos que mejoran la calidad de vida. El conocimiento innovador no se produce espontáneamente. La ciencia no se improvisa, se cultiva. Y como todo cultivo, primero hay que invertir para luego cosechar. Hay que invertir en la gente que se dedica a investigar, en sofisticados equipos y laboratorios, en todo el entramado para impulsar el conocimiento teórico y luego hacer las imprescindibles comprobaciones que caracterizan la ciencia experimental. Y sobre todo tenemos que respetar la integridad y la libertad de los científicos para producir conocimiento sin constreñimientos ideológicos de ningún tipo. Si queremos los beneficios de las tecnologías que han prolongado y mejorado la calidad de vida de millones- y además extender esas ventajas a tantas otras personas que las anhelan- tenemos que seguir impulsando decididamente las ciencias básicas que sirven de soporte al desarrollo tecnológico.
Con frecuencia el impacto de los descubrimientos científicos tarda décadas en valorarse, pero eventualmente la cosecha es abundante y muy rentable a nivel colectivo. ¿Cuándo nos beneficiaremos de saber la velocidad de expansión del universo? ¿Para qué sirve estudiar el impacto y la inercia causantes de que los cordones de los zapatos se desaten al caminar o correr? Por eso las ciencias básicas deben ser financiadas y apoyadas por los estados líderes. EEUU no puede rehuir a esta responsabilidad, o pronto perderá su liderazgo mundial, con las consabidas consecuencias. A todos nos atañe, no solo a los científicos o a los ciudadanos estadounidenses, velar por una adecuada atención al desarrollo del conocimiento científico, pues todos somos eventualmente beneficiarios de la ciencia. El conocimiento científico no tiene nacionalidad ni propietario- no es objeto de patentes- es un acervo de la humanidad que se comparte generosamente. El científico solo recibe el reconocimiento de los que apreciamos el valor de su trabajo. En eso se diferencia la ciencia de las tecnologías, y por eso los estados deben fomentar y financiar la investigación científica como bien colectivo.
La semilla de la “Marcha por la ciencia” en Washington ha fructificado y se han celebrado simultáneamente marchas por la ciencia en cientos de las principales ciudades del mundo con la participación de importantes personalidades y en muchos casos decenas de miles de científicos y ciudadanos conscientes de los aportes de la ciencia a nuestras vidas. Se sabe que la ciencia ha de ser objetiva, pero los científicos y los que apreciamos su aporte no podemos permanecer neutrales ante el asedio del oscurantismo. Marchar por la ciencia es marchar por el desarrollo humano. Apoyar militantemente la ciencia es apostar al futuro, invirtiendo para seguir aportando a una mejor calidad de vida. No dejemos de marchar mientras exista la amenaza del nuevo oscurantismo que cuestiona con falsedades y “hechos alternativos” los continuados aportes del conocimiento científico al progreso. Marchar por la ciencia es marchar por la vida.
Lecturas:
http://www.bbc.com/mundo/noticias-39674941 "La ciencia en EE.UU. no era una cuestión partidista”: el mensaje de una científica a Donald Trump en el Día de la Tierra
http://www.lavanguardia.com/vida/20170422/421939631402/marcha-ciencia-actos-mundo.html
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10155195888806613&id=7720276612&_rdr
http://rspa.royalsocietypublishing.org/content/473/2200/20160770.figures-only “The roles of impact and inertia in the failure of a shoelace knot”
http://www.vox.com/first-person/2017/4/21/15374532/breast-cancer-march-for-science