Existe una extensa literatura económica acerca de la independencia de los bancos centrales y los resultados de la política monetaria. La independencia originalmente comprende la capacidad de las autoridades monetarias de elegir los instrumentos con los cuales alcanzarían sus objetivos según la legislación vigente (Blinder, 1998) y que una vez adoptadas las medidas monetarias, estas resultan difícilmente modificadas por el poder político. Algunos autores asocianla mayor independencia de los bancos centrales a la baja inflación que constituye su objetivo central.
En la medida en que las ideas sobre la independencia de los bancos centrales fueron inquietando a los investigadores, se agregaron otros elementos que complementan el marco conceptual de lamisma. En efecto, las autoridades monetariasdeben orientar esfuerzos en la construcción de lacredibilidad pública en sus políticas monetarias, mediante un ejercicio continuo de apertura, transparencia y compromiso con los instrumentos de política seleccionados.
Contrariamente a un ejercicio independiente, existen bancos centrales políticamente comprometidos y en este caso lapolítica monetaria persigue objetivos múltiples. No solamente contemplan en sus metas monetarias el mantenimiento de baja inflación, sino que además incluyen elevadas tasas de crecimiento del producto, bajas tasas de desempleo y la reducción de las tasas de interés (Alessina y Summers, 1993).
La discusión en torno a la independencia de los bancos centrales ha discurrido en medio de discrepancias teóricas en torno a la neutralidad del dinero o la efectividad de la política monetaria para enfrentar los vaivenes del ciclo económico.
Quienes respaldan la neutralidad del dinero apoyan políticas monetarias que garantizan que el dinero sea sólo un medio de cambio y que, por tanto no alteran las variables reales (i.e. la tasa de crecimiento del PIB, el desempleo, la pobreza, entre otras). Sin embargo, los bancos centrales que favorecen la existencia de una relación inversa entre tasa de inflación y tasa de desempleo (curva de Phillips), aceptan que la política monetaria tiene un rol más activo y queeventualmente alteran las variables reales.
No obstante esta controversia entre economistas monetaristas y keynesianos sobre los fundamentos de la política monetaria y su efectividad para enfrentar disturbios en los mercados, el banco central dominicano adopta la neutralidad de su política monetaria, es decir que persigue una política monetaria neutral con efectos nulos sobre las variables reales.
El Banco Central dominicano se ha distinguido, en estos últimos siete años, por anunciar el éxito de la política monetaria a través dela promoción de un elevadocrecimiento económico, bajo desempleo (de acuerdo a una de sus mediciones), baja inflación y estabilidad en el mercado cambiario.
¿Cabría preguntarse si a partir de estos resultados podría concluirse que el BC es independiente? En primer lugar, el gobernador lo elige el poder político (el presidente de la república y no el congreso) y permanece en esaposición siempre que garantice resultados que favorezcan al interés político del presidente de turno.
A diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados, existe evidenciade que no hay relación entre la independencia legal del banco central y la inflación en los países subdesarrollados. Cabe destacar no obstante,que existe una relación positiva entre la inflación y su variabilidad respecto de la vulnerabilidad política de los bancos centrales (Cukierman, 1994).
En otras palabras, si el gobernador no tiene resultados que favorezcan a la tranquilidad política de la administración, entonces el gobernador podría perder su puesto. Evidentemente que uno de los aspectos básicos de la vulnerabilidad del banco central consiste en que induce a sus autoridades a la creatividad;construyendo un mundo de cifras que describen otras realidades económicas, pero que en cambio auguran el éxito de la gestión del banco central.
Por eso, el banco central dominicano protege celosamente el cálculo del producto interno bruto y del índice de precios pese al conflicto de intereses que esto plantea a cualquier administración monetaria y financiera. En la mayoría de los países de igual desarrollo que el nuestro, estos cálculos serealizanen las oficinas de estadísticas para eliminar la tentación de favorecer la propia gestión del banco central y la del poder político.
Por todo lo anterior,en el país no hay garantía de apertura ni de transparencia de la organización reguladora del sistema financiero ni de selección independiente de los objetivos monetarios. Por el contrario, el banco central interviene en los mercados para garantizar su estabilidad o hace contratos con los bancos comerciales (cuyo costo financiero es muy elevado) para cumplir con objetivos de reservas internacionales o también interviene en el mercado cambiario para lograr su estabilidad o sencillamente publica cifras de crecimiento e inflación que no describen lo que efectivamente ocurre en la economía dominicana. Y todo esto con el único propósito de complacer el ego político de un gobierno que ha exhibido poca disciplina en la gestión fiscal. Que lamentable!