Los niveles seguridad que tienen las instituciones bancarias del país deben ser observados y analizados, dada la cantidad de accidentes graves que sufren los clientes al salir de los bancos, que indican, que algunas medidas de seguridad y de atención al cliente suelen ser inapropiadas, en un escenario donde la criminalidad parece envolverlo todo. Una de esas medidas es solicitar a los clientes descubrirse la cabeza, y quitarse las gafas oscuras, lo cual parece lógico si usted al llegar al servicio al cliente no encuentra que todos los empleados del banco están portando cachuchas con el logo y los colores de marca de la institución. Se evidencia la incongruencia de la normativa, violada de entrada por los que exigen “no portar cachucha”.
Una práctica frecuente es llamar de viva voz, por nombres y apellidos a aquellos clientes que efectúan transacciones de cambios de cheques, haciendo que todos los usuarios los identifiquen, volviéndolos muy vulnerables ante una eventual localización y persecución.
La realización de transacciones bancarias, como contar y entregar dinero a la vista de todos los que están en las instalaciones, es la expresión más pura de la promiscuidad espacial bancaria presente en muchas sucursales, siendo realmente precaria la distancia que separa al cajero del público en general.
Para la seguridad de los empleados y sobre todo de los usuarios, es un gran riesgo, encontrándose el público demasiado apretujado, basta con ver las pequeñas sucursales en los centros comerciales, sin otra protección que no sea un guardián pistola al cinto, que parece ser un cliente más, atravesado en el marco de la puerta mientras “chatea”.
Las condiciones espaciales no solo permiten que todos los que están dentro del recinto bancario observen las transacciones, sino que además se enteran de las más intimas conversaciones que se llevan a cabo intra y extra clientes y relacionados. Esto explica por qué muchos clientes son esperados a la puerta de los bancos para llevarles el dinero delante los guardianes impasibles.
Lo delicado es que en caso de emergencia los clientes se verán altamente afectados, ya que no existe un margen de operatividad espacial del agente de seguridad bancaria, que garantice el uso un arma de fuego, delante de todos los usuarios del banco, ni espacio para la movilidad de las personas en caso una evacuación urgente del local.
Una de las practicas incongruentes de la seguridad bancaria, es la de solicitarle al cliente la reconfirmación telefónica de unas serie de información de tipo personal, supuestamente confidencial, con la finalidad de validar la veracidad del cliente, en momentos en que el espionaje telefónico se hace una práctica frecuente mediante sofisticados equipos, que operan poderosas redes de espionaje privado.
Exponiendo al cliente a cualquier tipo de eventualidad , desconocedor del riesgo que corre, al verse en la obligación de responder a un cuestionario telefónico , que vehicula la usurpación de la identidad, además de facilitar información que en manos de delincuentes se vuelve un instrumento delicado capaz de poner en peligro la vida a los clientes .
Los bancos deberían revisar las condiciones de espacio laboral que ponen en riesgo la vida de los clientes, fuera y dentro de las instituciones, pero sobre todo sus medidas de seguridad para reconfirmar identidad, ya que la Republica Dominicana, cuenta con una representación significativa de delincuentes trabajando exitosamente en el fraude bancario, clonación de tarjetas, falsificación de cheques, etc. tanto a nivel nacional como internacional.