El segundo gobierno de cuatro años del presidente Danilo Medina empieza con la incertidumbre política de si volverá a cambiar la Constitución para intentar ser candidato nuevamente en el 2020 y, además, con el inicio del diseño de estrategias de promoción y contactos proselitistas de los  "presidenciables" del PLD.

Las tensiones en torno a la posibilidad de una nueva reforma a la Carta Magna para facilitar que el presidente Medina sea candidato en el 2020, irán creciendo con el paso de los meses y se da como un hecho que el jefe de Estado no la descartará por lo menos en los primeros dos años del "nuevo" gobierno.

De esa manera, los "presidenciables" del PLD de cara al 2020 tendrán obligatoriamente que moverse con esa posibilidad sobre "sus espaldas", sin importar que el mandatario esté convencido de no asumir el riesgo de una segunda reforma constitucional con el único propósito de ser candidato.

Aparte de los altos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que se lanzaron en busca de la candidatura presidencial para las elecciones del 15 de mayo de este año, entre los cuales no estuvo oficialmente el ex-presidente Leonel Fernández, hay al menos dos auténticos danilistas que estarían en esos aprestos.

En el proceso interno hacia la elección del candidato presidencial para el 2016, se presentaron ante el país como precandidatos los miembros del Comité Político del PLD Francisco Javier García, Temístocles Montás y Reynaldo Pared Pérez y lo de Radhamés Segura, también miembro del CP, se quedó más en intenciones que en realidad.

En el caso del ex-presidente Fernández, no se presentó oficialmente como precandidato presidencial, aunque recorrió el país con un discurso en el que insinuaba sus aspiraciones y repitiendo que "los vientos soplaban a su favor", lo que finalmente no ocurrió.

A ese grupo de aspirantes a la candidatura presidencial habría que sumar a partir de los próximos meses al ministro de Interior y Policía, ex-senador de la provincia Espaillat y miembro del Comité Político, Carlos Amarante Baret, y al ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, ambos del estrecho círculo político del presidente Medina.

Aunque a Pared Pérez, senador del Distrito Nacional y secretario general del PLD, se le tiene como "un hombre de Danilo Medina", las funciones partidarias que desempeña lo obligan a jugar un papel de equilibrio y eso hace que se perciba en la opinión pública que en realidad es una figura independiente dentro del peledeísmo.

En el caso de Temístocles Montás, actual ministro de Industria y Comercio, sus contactos internos son intensos y no se han detenido en los últimos tres años, aunque no se le puede asumir como "un danilista" a pesar de que en los últimos años se le observa cada vez más cerca del presidente de la República en su accionar político.

De los "presidenciables" del PLD, el que más indescifrable "se ve" es el ministro de Turismo y seis veces jefe de campaña del PLD, Francisco Javier García, pues aparenta que sus tradicionales y buenos contactos con la militancia y dirigencia de su partido están muy por debajo de otras ocasiones. Además, no se observa cerca de Danilo ni de Leonel, sino independiente.

Pese a que hay que admitir la incidencia e influencia casi decisiva de un presidente de la República en la militancia del partido al que pertenece, la verdad es que con la entrada al grupo de "presidenciables" del PLD de los ministros Amarante Baret y Gonzalo Castillo, el "voto danilista" dentro del partido de gobierno se divide aún más.

Sin embargo, no debe haber dudas de que es precisamente el presidente Medina el único que unifica sus seguidores dentro del PLD y que para que uno de su entorno pueda lograr la candidatura presidencial para las elecciones del 2020, descartada la reelección por supuesto, tendría él que intervenir directa y decididamente en un proceso interno.

Esa debilidad que provoca la división del voto "danilista" en varios aspirantes a la candidatura presidencial, se convierte sin dudas en fortaleza para el ex-presidente Fernández en cuya corriente interna él es el único que aspira a la candidatura para el 2020, aunque tiene "la sombra" de su esposa y Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández.

En torno a Cedeño de Fernández, los adversarios internos de Leonel han diseñado una estrategia altamente inteligente y que aparenta ya los asesores del ex-presidente la conocen con todos sus detalles. El interés sería "convencer" a la opinión pública de que Leonel "debe darle paso" a su esposa para que aspire a la candidatura presidencial del PLD.

Lo interesante es, de acuerdo a los datos, que a Margarita "no le desagrada" la idea y estaría "enamorada" de esa posibilidad. Sin embargo, la estrategia sería llevar desasosiego, incertidumbre y hasta tratar de crear un conflicto de dimensiones incalculables en el sector del ex-presidente Fernández porque lo enfrentaría a su esposa.

Además, el unas elecciones internas en el PLD para escoger el candidato presidencial para las elecciones del 2020, según los cálculos de los adversarios internos de Fernández, la Vicepresidenta Cedeño de Fernández sería derrotada con suma facilidad pues ni siquiera estructura dirigencial interna tiene para competir.

Se podría pensar que estos planteamientos son prematuros porque el segundo gobierno de cuatro años del presidente Medina apenas comienza. Sin embargo, la realidad es que todos los "presidenciables" del PLD, incluyendo a los nuevos Amarante Baret y Gonzalo Castillo, ya empezaron sus "contactos exploratorios" para determinar si deciden "echar ese pleito".

En el caso, por ejemplo, del senador Pared Pérez y del ministro Temístocles Montás, no detuvieron sus contactos ni siquiera en la pasada campaña electoral. Temo estuvo en Santiago realizando su "Conversatorio Estratégico", una plataforma de campaña en la que se analiza el futuro del sistema de partidos políticos y que sería llevada a varias ciudades del país.

La frecuencia con que altos dirigentes del PLD alineados con el ex-presidente Fernández están visitando la plaza política de Santiago en contactos "puntuales", es cada vez mayor y no deja dudas de que se trata de una labor política para cuando llegue "el momento de las decisiones" en torno a la candidatura presidencial del 2020.

Por supuesto, todo dependerá de lo que decida el presidente Medina sobre la posibilidad de una nueva reforma constitucional para ser candidato nuevamente en el 2020. Aún así, los "presidenciales" del PLD no se pueden sentar a esperar la decisión de Medina y por eso, de manera correcta, han empezado a "armar el muñeco" y a prepararse para la competencia interna.