Una implosión ocurre cuando los explosivos son detonados en la superficie externa del objeto y su onda expansiva se mueve hacia adentro. La onda se transmite al núcleo fisionable, comprimiendo y aumentando su densidad hasta alcanzar el estado crítico del mismo. Otras explicaciones, mucho más sencillas, comparan a las implosiones con la táctica japonesa del Aikido; utilizando las propias fuerzas internas del oponente para neutralizarlo.
Aparentemente, los principales dirigentes del PLD se han hecho expertos en esta táctica japonesa, logrando con mucho éxito la implosión de las principales fuerzas opositoras del país: el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Incluso, si analizamos algunas acciones y resultados de elecciones legislativas y, especialmente, la elección del alcalde del Distrito Nacional, podríamos advertir acuerdos con fuerzas a lo interno de la nueva fuerza opositora, el Partido Revolucionario Moderno, que en el futuro podrían tratar de utilizarlas para provocar la implosión de esta fuerza opositora.
Sin embargo, en el seno del propio PLD, hay claras muestras de luchas en el núcleo o Comité Político de éste y, estas luchas intestinas entre los sectores del presidente del PLD, Leonel Fernández, y del presidente Danilo Medina no se han resuelto, aunque habían entrado en pausa con el objetivo de ganar las elecciones; sin embargo esta pausa se logró a través de un acuerdo de 15 puntos, del que sólo se ha cumplido con unos pocos puntos, en especial, el principal objetivo de los Danilistas: la reforma constitucional que permitió la reelección de Medina.
En la recta final del pasado proceso electoral, vimos como sectores del Danilismo no apoyaron o incluso traicionaron a candidatos vinculados al Leonelismo, como el caso de Puerto Plata y del Distrito Nacional.
Pasadas las elecciones, de cara al cumplimiento de los demás puntos del acuerdo, vimos varias escaramuzas en el proceso de selección de los presidentes de las cámaras legislativas, y comienzan las manifestaciones de compañeros que sostienen que es necesaria la renovación de sus autoridades.
En ese sentido, se han pronunciado Amarante Baret, del Comité Político, y Gabriel Castro, del Comité Central, ambos íntimos de Medina, que para renovar los estatutos del PLD exigen que se haga un congreso nacional del partido. Mientras la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, insto a la organización a cumplir el acuerdo y a remediar los males que afectan la organización.
Claramente, el núcleo dominante, hoy los Danilistas, ha comenzado a utilizar subterfugios y artificios, para alzarse con el control total de los organismos del partido y, poder así perpetuarse en el poder. Por lo que no dudamos que se impongan las sugerencias de Amarante Baret y Gabriel Castro, o la de Melanio Paredes, quien manifestó que debería celebrarse ese Congreso el próximo año 2017.
Mientras, otros puntos del acuerdo ya ni se mencionan, ocurren estos acontecimientos:
- Se formalizan acusaciones por la compra de los Super Tucano y el supuesto pago de sobornos, mientras ambos sectores aportan nuevas evidencias, que involucran a miembros de una u otra corriente, como son las fotos de legisladores reunidos con representantes de Embraer.
- El destituido consejero del Poder Judicial, Francisco Arias Valera, alega ser “un perseguido político de Danilo Medina, Presidente de la República, y de Reinaldo Pared Pérez, actual presidente del Senado” con el objetivo de que él denuncie al expresidente Leonel Fernández y al exprocurador Radhamés Jiménez Peña “como las cabezas de una red a lo interno del Poder Judicial, dedicada a obtener sentencias en favor de allegados con la anuencia del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, y de la cual también formaba parte”, lo que catalogó como falso.
- Incluso, vemos como fue destituido de su cargo, el prestigioso Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, Dr. César Pina Toribio, según se comenta, por sólo parecer del sector del presidente del PLD, Leonel Fernández.
Definitivamente los peledeistas parecieran dar razón a la expresión que popular mente decimos: –al que hierro mata, a hierro muere-, pues hay claras muestras de que el PLDeismo entró en proceso de implosión y que su Núcleo o Comité Político, más temprano que tarde, alcanzará el estado crítico en el que podría desmembrase o destruirse por completo.
Sin embargo, del manejo que tengan Leonel y Danilo dependerá que el PLD, sobrepase esta triste etapa y siga siendo la principal fuerza política del país; por lo que se hace indispensable que cada sector entienda que ninguno ha alcanzado el poder sin la participación del otro y que divididos sólo lograrían beneficiar a la oposición.