El capitalismo estadounidense tuvo su esplendor en los años de posguerra con su pico más alto a mediados de los años 60. Y fue posible por los ajustes políticos y sociales en la Era de Franklin Roosevelt que devinieron en la `seguridad social` calcada de la experiencia de países nórdicos de Europa. De manera que durante casi 30 años USA gozó de bienestar social al igual que Inglaterra y otros países occidentales, salvo Latinoamérica y el Caribe que jamás han gozado más que migajas.
Dicen que el capitalismo lleva en su seno el germen de su propia destrucción. Y ese germen es la violencia legalizada, centrada en la esclavización de fuerzas productivas. En el caso de USA fue -¿y aun es?- la violencia legal contra el negro y el latino donde la mujer de esos sectores llevaban la peor parte. De ahí que se dieran las luchas civiles en las que Malcom X y Martin Luther King lideraron dos respuestas al racismo y a las condiciones cuasi esclavistas del trabajador negro. La DESIGUALDAD (prohijada por el estado y la clase gobernante) dentro de ese estado de bienestar social recibió una legitimación y una regulación en el que el racismo cumplió un papel fundamental.
En RD podemos decir que se recibió ese impacto debido a que las exportaciones de commodities tales como azúcar, café y cacao tuvieron su mayor esplendor en esos años con precios triplicados y, por tanto, con una mayor capacidad de desarrollo de un mercado interno, mayor participación social de una clase media que fue empujando hacia la democratización controlada por sectores que a su vez controlarán hasta el día el hoy un espacio donde solamente sus familiares y allegados gozan de un ilusorio estado de bienestar social que solamente se mantiene por coerción, chantaje y violencia extrema.
La percepción de estabilidad -que tiene RD hoy- nace de un show de estabilidad donde los conflictos son administrados. Balaguer tenía sus esquemas regidos por una manera de gobernar neo trujillista valiéndose de la eliminación física de individuos que se opusieron a su `progreso`, quien no se vendía recibía su pela o su plomo e igual ocurrió con los gobiernos posteriores. Esto ocurre porque cuando un gobierno no puede administrar bien el bienestar social entonces se vale de una violencia que tiene un discurso que legitima a esa violencia. Es lo que hizo Danilo Medina en su gobierno, lo que hizo Leonel Fernández, lo que hizo Hipólito Mejía, lo que hizo Salvador Jorge Blanco e incluso Antonio Guzmán Fernández.
Empezaron por eliminar sectores sindicalizados independientes, porque es mediante un sindicato que el trabajador adquiere aumentos periódicos que le permiten consumir, aumentar su capacidad de consumo. Cuando eso no ocurre, la insatisfacción por la distribución desigual de trabajos dignamente remunerados y por ende un consumo decente, es cuando se originan las crisis a las cuales el mismo Estado o gobierno no pueden responder porque los ajustes fiscales y de toda índole corresponden a un momento anterior para el que todos los sectores llegaron a un acuerdo y a leyes de protección y/o reivindicadoras.
Pues bien, la respuesta del modelo capitalista fue el surgimiento del periodo neoliberal y el posfordismo. Nuevos arreglos, reestructura productiva del capital, es decir un nuevo régimen de acumulación de capitales. Ni en USA ha sido compatible -ni en sus satélites como RD- porque ese régimen es apenas compatible con un modo de regulación establecido para el bienestar social de los años 60. Y esa desarticulación capital-sociedad es el germen de las crisis que vivimos y que no parecen tener fecha de vencimiento.
¿Cuál es la respuesta a esos conflictos que continuarán surgiendo en vista del modelo de sociedad que tenemos? ¿Cuáles serían los sectores interlocutores entre gobernantes y gobernados?
Se añade algo que no estaba previsto y es la productividad a partir de productos de alta tecnología que usa trabajo robotizado en lugar de “trabajo vivo”. Y eso viene contribuyendo a un tipo de “desempleo estructural”. Muchos profesionales especializados serán ultimados y por tanto el mercado de consumo perderá clientes de alta gama.
Cada día más se aleja la posibilidad de consenso. Los expresidentes Danilo Medina y Leonel Fernández lo saben y apuestan para pescar en el río revuelto en que se convertirá todo. Ellos dejaron amarradas sus chivas para disminuir la capacidad del Estado y de un gobierno para intervenir en áreas sensibles estratégicas empujados por sectores neoliberales –probablemente a cambio de apoyarles en sus ansias desmedidas de poder–.
En una situación así no es fácil estar en la oposición, fuera del gobierno central. Saben que la violencia y la coacción les tocarán como le toca a cualquiera por debajo de los sectores de poder.
¿Qué pueden hacer ellos o el gobierno? Nada. Como en USA, va a aumentar la población carcelaria si la justicia actúa como mano férrea. Y eso ocurre hasta en el mundo llamado socialista con la coacción legal. Ocurre en China muy a pesar de sus arreglos diferenciados. Nada escapa a esa lógica. China, hasta donde se sabe, es el único país que ha logrado un nuevo tipo de bienestar social basado en el nuevo esquema de desarrollo gracias a su dinámica industrialización y formación de un mercado interno, pero que además se convierte en un complejo sistema por lo que se la llama hoy la fábrica del mundo.
Para que RD logre algo similar tendría que romper con el dominio del capital financiero, con la AFP, con las ARS por ejemplo, acordando con no romper con sus privilegios. Dudo que todo eso ocurra al menos de manera legal pues ya sabemos que entidades como el Congreso de la República no es de la República y hemos visto que el gobierno está con las manos atadas y reducidas sus posibilidades de intervención del Estado.