A raíz de la visita que realiza el Papa Francisco a Chile desde el Latinobarómetro ha publicado los resultados de un estudio donde el catolicismo ha quedado muy por debajo y me parece que es hora de que la Iglesia se revise profundamente. El estudio muestra la evolución del catolicismo en 18 países latinoamericanos desde 1995-2017.

El 65 % de los encuestados en los 18 países de América Latina dice confiar en la Iglesia. Las naciones donde tiene más crédito son Honduras (78%), Paraguay (77%) y Guatemala (76 %), mientras que en Chile solamente el 36% de los ciudadanos tiene confianza en la Iglesia Católica.

La cantidad de latinoamericanos que se declaran católicos ha caído de manera paulatina durante las dos últimas décadas. Si en 1995 los católicos representaban el 80 %, este porcentaje bajó al 59 % en 2017, según el sondeo.

Los países donde hay más personas que se declaran católicas son Paraguay (89 %), México (80 %), Ecuador (77 %), Perú (74 %), Colombia (73 %) y Bolivia (73%). En el otro extremo, hay siete naciones donde el catolicismo ya representa a menos de la mitad de la población: República Dominicana (48%), Chile (45%), Guatemala (43%), Nicaragua (40%), El Salvador (39%), Uruguay (38%). Es importante que pongan especial énfasis al caso de República Dominicana donde hace apenas cinco años el catolicismo, aunque había descendido de forma estrepitosa, todavía representaba el 53% de la población lo que significa que en apenas cinco años descendió cinco puntos porcentuales.

La directora de Latinobarómetro cree que el desencanto general con la religión católica en América Latina se debe al descenso de la pobreza y la aparición de una clase media más individualista que se aleja de las instituciones. Subrayó que la elección de Francisco en 2013 tuvo un "efecto positivo" en el catolicismo y posee el carisma necesario para recuperar una parte de la fe perdida.

Sin embargo también la imagen del Papa Francisco ha comenzado a descender. Según el sondeo, los latinoamericanos evalúan al papa Francisco con un 6,8, una nota inferior al 7,2 que recibió en 2013, cuando asumió el cargo. El 6,8 promedio de la región contiene diferencias por países. Los que le dan una mejor evaluación al pontífice son Paraguay (8,3), Brasil (8) y Ecuador y Colombia (7,5), mientras que en el otro extremo aparecen Uruguay (5,9) y Chile (5,3). Al filtrar las respuestas según la religión que profesan los encuestados, los católicos le dan una nota de 7,7 a Jorge Mario Bergoglio, los evangélicos un 5,1 y los ateos o agnósticos un 5,3%.

Particularmente pienso que esta caída obedece a tres factores: en primer lugar el auge que ha tenido el protestantismos en los últimos treinta años aunque este auge es consecuencia del desencanto con la Iglesia Católica. En segundo lugar los múltiples escándalos en que se ha visto envuelta la Iglesia especialmente los de pederastia pues la niñez es un tema muy sensible para la sociedad. Por último también ha crecido el número de personas que han visto otras religiones como opción, por ejemplo el Islam que en los últimos veinte años es la religión que más ha crecido mundialmente hablando.

Esta situación debe llevar a la Iglesia Católica a un proceso de revisión profunda del contrario no bastará con que se reafirmen como la Iglesia fundada por Cristo, esto ya no resulta una verdad tan atrayente y convincente como en otros tiempos pues ya los tiempos han cambiado y mucho.