Es un hecho comprobado que la “Rockefeller Foundatión”, las “Naciones Unidas” (ONU) y la “Organización mundial de la Salud” (OMS) tienen décadas patrocinando campañas de vacunaciones masivas en el tercer mundo. A esas organizaciones se ha sumado la “Gates Foundation” de Bill Gates.

Resulta y viene a ser que la Asociación Médica Católica de Kenia, África, (de donde era oriundo el padre de Barack Hussein Soetoro Obama), después de haber hecho sus propias pruebas de laboratorio, ha descubierto que las vacunas anti tétanos (DPT) contienen un antígeno, el Beta-HCG, una hormona producida durante el embarazo que, en caso de ser inyectados trazos de ella como parte integral de la vacuna anti-tétanos, estimula la producción de anticuerpos en el sistema inmunológico de las mujeres embarazadas, causando abortos espontáneos.

Debido a esta situación el Dr. Stephen Karanja, director de la “Asociación Médica Católica de Kenia” le ha recomendado al “Sindicato de Maestros” de Nairobi, Kenia, rehusar las vacunas, a pesar de que el ministerio de salud del país, representado por el Dr. Macharia, ha negado tales aseveraciones, diciendo que las vacunas tienen que ser válidas porque han sido patrocinadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por “Unicef” (ONU). (lifesitenews.com).

El Centro de Control de las Enfermedades de Atlanta (CDC, por sus siglas en inglés) ha estado recomendando la versión conocida como la “Tdap” (tétanos-difteria-tos ferina o pertussis acelular), y experimentando con este tipo de vacunas en países latinoamericanos, como Costa Rica, Méjico (1993) y en Filipinas (1994).

De acuerdo con el Dr. Karanja, tanto la “OMS” como la “ONU” patrocinan grandes campañas de vacunaciones masivas entre mujeres de 14-49 años, con el objetivo de controlar a la población en los países del tercer mundo, donde los nacimientos han estado creciendo de forma exponencial. El objetivo es reducir drásticamente el crecimiento demográfico.

Stephan Dirnhofer, ex miembro del “Instituto de Investigaciones Biomédicas” de Austria, afirma lo siguiente: “Nuestro estudio provee datos precisos sobre la posibilidad de usar las vacunas anti tétanos como instrumento de control de natalidad  o de esterilización, promovidas por la Organización Mundial de la salud. El propósito de las mismas será el de producir abortos espontáneos en las mujeres vacunadas que se encuentran en estado de gestación”.

El reporte de Dirnhofer se concentra en bloquear a la hormona “hCG B” (human chorionic gonadotropina B), neutralizando su actividad y creando un estado de  infertilidad en el cuerpo femenino, debido a los anticuerpos que produce este bloqueo en el sistema inmunológico de la mujer.

El “Boletín Médico Británico”, volumen 49, del año 1993, en su sección dedicada a las “Vacunas Anti-conceptivas”, habla sobre los tres enfoques al desarrollo de estas vacunas. De éstos, el más avanzado clínicamente es el que induce al sistema inmunológico femenino a producir anticuerpos, lo cual, automáticamente produce una infertilidad automática.

Una de las características principales de esta situación es que estas vacunas han estado siendo promovidas por “UNICEF” y por la “Organización Mundial de la Salud” (OMS), dos organizaciones dependientes de las Naciones Unidas (ONU), como parte de una campaña para reducir los nacimientos en el tercer mundo.

“Lo que es inmoral de todo esto”-dice el Dr. Wahome Ngare, de la Asociación Médica Católica de Kenia, “es que se han estado conduciendo estas campañas de vacunaciones sin informar de sus efectos contraceptivos a las mujeres a las cuales se les administran estas vacunas y ellas creen que se trata del tétanos neonatal. Eso es lo monstruoso de este procedimiento”, afirma Ngare.

El famoso “Informe Kissinger 200” del 1974 afirma lo siguiente: “Tenemos que mantener el acceso ininterrumpido a las recursos naturales del Tercer Mundo. Las consecuencias del crecimiento demográfico global descontrolado pueden producir una inestabilidad interna en esos países, hambrunas insospechadas, huelgas políticas y rompimientos del equilibrio social. Eso podría crear un impedimento del flujo normal de los recursos naturales de esos países. Demasiada población global quebraría ese flujo y causaría la quiebra de recursos para nuestras corporaciones transnacionales. Por lo tanto, la reducción de esas poblaciones, a través de campañas de vacunaciones masivas, es de vital importancia para nuestros intereses globales”. Ahí está precisamente el detalle.

De acuerdo con el Papa Francisco, este tipo de estrategias no anunciadas es el mayor de los pecados de los que hoy pretenden controlar al mundo.