En página de Facebook empecé un debate respecto a la ideología de género que defienden Agustín Laje y las Iglesias cristianas. Dentro de todos los aportes he querido compartir la reflexión del doctor en Sociología Leopoldo Artiles que transcribo casi fiel con su anuencia.

La ideología de género no es un concepto académico, en ninguna de las fuentes sobre perspectiva de género, desde las sociales, aparece ese concepto y cuando se le menciona se lo describe como lo que es: un término fraguado para combatir el enfoque de género producido en la tradición de estudios feministas y estudios sobre problemas de mujeres.

Se enfoca principalmente en el feminismo de última generación, el cual ciertamente con un nivel de elaboración conceptual muy complejo desafía la diferencia entre sexo y género.

El movimiento que representa Laje entiende como “aberración”, el feminismo y ha llegado en algunas instancias a negar el carácter social de la dimensión de género. Este movimiento entiende que fenómenos como el matrimonio igualitario, los diferentes modelos de familia, la aceptación de los transgéneros, son consecuencias de la aceptación de dichas teorías, las que califican como “ideología de género”, entendiendo por ideología una concepción falsa y anticientífica de la realidad.

Curiosamente ese concepto de ideología tiene tintes marxistas, aunque atribuyen a los gobiernos socialistas la propagación de lo que llaman “ideología de género”. Una debilidad que encuentro en dicho concepto es que “ideología” no es sinónimo de “anticientifidad”, pero tampoco si fuera por eso la teoría de marras no califica como “ideología”, más bien calificaría como una utopía que proyecta un escenario de futuro que ya ha empezado y es el de la posibilidad no sólo de elegir el género que se quiere, sino hasta el sexo que se desea en base a las nuevas tecnologías médicas basadas en el dominio de la genética.

Esta discusión sobre la llamada “ideología de género” no es un debate que a nosotros nos concierna, pero dada la relevancia que ha cobrado por unos desafortunados incidentes, se está poniendo en riesgo la política de equidad de género que desde el estado se implementa conforme al mandato de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.

Algo que señaló Laje es que la política de equidad de género es la aplicación de la llamada “ideología de género”. Eso, en lo que toca al caso dominicano, es una grosera falsedad ya que se está hablando de cultura para debatir, léase el texto de la END 2030, y fíjense en lo que dice la política transversal de enfoque de equidad de género.

El “concepto” de “ideología de género”, aunque no validado académicamente ha sido enarbolado por un movimiento conservador de carácter internacional con raíces en las iglesias y en ciertas franjas políticas conservadoras.

Surge de la Declaración de Manhattan que recogió la voluntad de las iglesias cristianas de reaccionar ante lo que ellas entienden que es una gran conspiración para hacer desaparecer el cristianismo como creencia y forma de vida.

Esta declaración fue hecha en el 2009 y de ahí despegó este movimiento que enfila sus cañones principalmente contra el feminismo. Por eso el término “ideología de género” está hoy en todos los lados, y una gran parte de los que lo usan no sabrían definirlo conceptualmente, más allá de saber que conlleva el rechazo de las políticas de equidad de género y el rechazo de los derechos de las “minorías sexuales”, así como el feminismo.

Esa declaración es algo así como el gatillo, pues lo que existe hoy es más grande que eso, pero ahí figura el inicio del consenso entre iglesias católica, evangélicas y ortodoxas en torno al rechazo de las leyes de legalización del aborto, el matrimonio entre parejas del mismo sexo y de la homosexualidad.