Desde que vi la noticia de que el candidato del partido en el Gobierno, Humberto de la Calle, convocó a una recaudación de dinero por las redes sociales para pagar deuda del proceso electoral colombiano, pensé: ¡Dios mío, si así fuera en República Dominicana!
En nuestro país no tenemos ni una ley de partidos que establezca la forma clara para financiar los partidos. Los opositores se quejan eternamente que los partidos gobernantes utilizan los fondos del Estado para vencer sus opositores. Es un círculo vicioso, una vieja maña política, que los opositores conocen muy bien, porque cuando les ha tocado gobernar también utilizan los recursos del Estado para vencer los contrarios. Lo que pasa es que no es lo mismo cuando un político tal o cual es el agresor de las leyes y la Constitución, a cuando es el agredido.
Es un secreto a voces que gente ligada al narcotráfico y otras actividades ilícitas financian algunos candidatos de casi todas las organizaciones políticas. Es común escuchar las quejas de políticos de que hasta para aspirar a ser regidor “hay que tener una millonada”.
En Colombia, De la Calle es del Partido Liberal, con cuatro períodos de gobierno y se ve de forma natural que su candidato tenga que hacer una colecta para pagar una deuda con Bancolombia. Los organizadores de la financiación colectiva informaron que todo el dinero recaudado será sometido al escrutinio público y que los excedentes serán donados a una causa benéfica.
La prensa publicó diversos titulares: “La vaca para pagar la deuda de Humberto de la Calle”-El Tiempo; “Vaca para pagar la deuda de De la Calle” – Revista Semana; “El emprendimiento que hizo posible una vaca por De la Calle” – Kienyke; “En su primer día, la ‘vaca’ por De la Calle ya recolectó la tercera parte de su deuda”-Pulso. La expresión “hacer un vaca” se utiliza en el habla popular de algunas naciones para reunir dinero para una actividad determinada o un fin común, dice la página notimérica.
Ahora que en República Dominicana nos abocamos con mucho tiempo de anticipación a un proceso electoral (para el 2020), yo, con la frase popular, pregunto: ¿Y la honestidad pa’ cuándo? Necesitamos un cambio de paradigma político. Tomemos los buenos ejemplos, como el del candidato del Partido Liberal de Colombia, que a pesar de perder las elecciones, la sociedad apoyó su campaña pública de recaudación.