El 28 de enero recién pasado la presidenta electa de Chile completó el gabinete ministerial que la acompañaría en el inicio de su segundo gobierno el 11 de marzo. Ese día anunció los nombres de quienes ocuparían las 32 subsecretarias (11 subsecretarias y 21 subsecretarios).

Entre las designadas Doña Carolina Echeverría como Subsecretaria para las Fuerzas Armadas, militante del Partido por la Democracia (PPD) e hija del coronel de Ejército ® Víctor Echeverría.

El 10 de febrero los chilenos pudieron leer en los periódicos a la escritora Mónica Echeverría que aseguró que el uniformado torturó a su esposo y cometió abusos deshonestos hacia ella misma.

“El capitán Echeverría estaba a cargo de inteligencia militar y trabajaba con Investigaciones. Él me detuvo y él mismo también me interrogó”, sostuvo la escritora.

“Fue un hombre cruel, que no sólo torturó, sino que también violó”, recordó la mujer.

En esa línea, se preguntó la escritora: “¿Son los hijos responsables de los actos criminales o de los actos, en general, de sus padres? En este dilema creo que los hijos deben saber también y conocer del pasado de sus padres (…) y me parece increíble que Carolina, con un puesto tan importante de subsecretaria (…) no sepa, no haya intuido, no haya buscado qué es lo que era su padre, que era capitán en el Regimiento Buin y que es culpable de detenciones, de muertes, de tortura, de violaciones y hoy día está libre”. “Ella es hija de un torturador y un asesino y no puede moralmente tener ese puesto”.

El 11 de febrero se hicieron públicas las declaraciones de Mercedes Bulnes: “El día 23 de octubre de 1973 fuimos detenidos junto a mi marido en la casa de mi padre y conducidos al Regimiento Buin. La persona que lideraba la detención fue el capitán Víctor Echeverría Henríquez. En ese tiempo, capitán y a cargo de la inteligencia militar y de llevar a delante todas las detenciones y los interrogatorios en el Buin (…) Roberto tenía entonces 26 años y yo 23, y estaba embarazada de mi tercera hija (…) esa noche, me dejaron a mí en la guardia hasta las dos de la madrugada. Y, en tanto, Roberto fue torturado dentro de las dependencias de la Comandancia del Buin”

El 17 de febrero se conocieron las declaraciones del sacerdote jesuita José Aldunate, fundador en la década de los 80 del Movimiento contra la tortura Sebastián Acevedo: “no se puede acallar (…) no podemos eludirlo, hay que afrontarlo directamente”. Esto porque ya “la opinión pública está alertada (…) de que va a estar la hija de un torturador para un puesto tan importante”. “El testimonio de ellos es contundente. Hay otros también, y mientras eso no se aclare ante la opinión pública (…) yo creo que ella debe dar un paso al lado nomás, no creo que pueda asumir un cargo”.

El 5 de marzo la designada subsecretaria declaró que: “Tengo dos valores claros: el amor a mi padre y el valor de la justicia por sobre todas las cosas. Y son dos valores importantes para mí.” Agregó que “Mi padre no ha sido sujeto de ningún tipo de condena judicial.”

El 6 de marzo el diputado Tucapel Jiménez (PPD), hijo de Tucapel Jiménez dirigente sindical que fue degollado por los servicios secretos de la dictadura de Pinochet, aseveró que resulta “insostenible” que se mantenga designada a Carolina Echeverría como parte del futuro equipo de Michelle Bachelet.

Según afirmó, su reparo se debe “al evidente conflicto ético que enfrenta por ser hija de alguien que ha sido acusado de torturar y violar sistemáticamente los DDHH durante la dictadura, a pesar de que Víctor Echeverría no ha sido procesado, igualmente son repudiables los delitos que se le acusan”.

El 7 de marzo la abogada Mercedes Bulnes, patrocinada por su marido, el abogado Roberto Celedón, presentó la primera querella criminal por torturas en contra del coronel en retiro Víctor Echeverría Henríquez. La querellante señala que “todas las mujeres que estuvimos detenidas en el regimiento Buin en esa época fuimos sometidas a vejaciones sexuales, que van desde ofensas al pudor y abusos deshonestos, hasta violación”.

El mismo día Roberto Celedón, quien presentó la querella ante la Corte de Apelaciones, destacó que sólo desde hace 2 años que los tribunales acogen a tramitación las querellas por torturas. Hasta entonces la tortura era un crimen impune. “Sólo ahora algunos tribunales están entendiendo que la tortura, de conformidad al derecho Internacional de los DDHH, es un crimen de lesa humanidad, por tanto imprescriptible e inamnistiable. El Estado de Chile está obligado a investigar de conformidad a sus compromisos internacionales”

El 8 de marzo Carolina Echeverría, junto con dar las gracias por la confianza, renunció a asumir el cargo. La renuncia fue aceptada por la presidenta electa M. Bachelet que inmediatamente nombró en el cargo al abogado socialista Gabriel Gaspar.

La abogada de Derechos Humanos Carmen Hertz, viuda de Carlos  Berger dirigente comunista asesinado por la Caravana de la Muerte en 1973 cerró el debate: “Valoramos que la subsecretaria haya renunciado a un cargo, como dijimos muy claramente nosotros, era insostenible, porque había conflictos evidentes de intereses, que le hacía muy mal al gobierno, y que le hacía muy mal, no solo a los familiares, sino que era una tema de sociedad, por lo tanto valoramos eso y también que en el comunicado muestre respeto a las víctimas de los derechos humanos”, dijo la abogada de DD.HH.

Carmen Hertz enfatizó que “estoy convencida que el programa de la presidenta, sobre el tema de los derechos humanos que abarca, no solo el tema de los crímenes de la dictadura, sino que también el tema de cómo el Estado chileno se planta, frente al tema de los derechos humanos como un agente promotor de ello y no solo garantizador, por lo demás yo trabajé en la elaboración de ese programa y estoy cierta que va a ser llevado adelante”.

Finalmente, para que nadie crea que estos asuntos son expresiones de países atrasados, llenos de rencores y de morenitos del sur del mundo, anoto lo que alguien recordó mientras Carolina Echeverría se negaba a renunciar: “Cuando la actual Reina de Holanda se iba a comprometer con el príncipe, ella debió declarar ante todos los medios de que no era responsable de los actos de su padre. Y su padre había sido ministro de Agricultura de una dictadura militar. Y el parlamento holandés exigió esa declaración y exigió que el padre no pudiese estar presente en la boda. Eso es un ejemplo de ética pública.”