La Gunguna, opera prima de director Ernesto Alemany, escrita por Miguel Yarull y producida por el veterano Juan Basanta tuvo su premier el día 13 de Julio del año en curso, donde asistieron un sin numero de personalidades del ámbito artístico local. La Gunguna lleva el inframundo dominicano a parecerse a los relatos británicos del director Guy Richie. Un mundo de negocios negros, de apuestas, prostitución, abuso y venganza girando todos alrededor de una pequeña pistola llamada La Gunguna.
Un guión muy inteligentemente escrito, una trama bailando alrededor de un artefacto de valor desconocido para todos los que llegan en contacto con él. Esto hace que pueda dirigirse a varios estratos sociales sin tener que enfocarse en uno sólo. Al mismo tiempo el guión no lleva un relato lineal, salta de historia en historia a estilo Tarantino. La producción se tomó la libertad de presentar el mundo dominicano en su mas cruda expresión, mostrando diferentes estratos de un mundo que queda tras bastidores para todos aquellos que tienen la dicha de no sufrir económicamente.
En el elenco podemos ver a un irreconocible Panky Saviñon, dejando su piel para encarnar a un estafador, cibaeño, gago de una clase social baja. Nashla Bogeart nos deleita siendo una seductora dueña de un billar que sabe como usar lo que Dios le dio para timar a todo pendejo que pase por su camino. Pero son los veteranos Jansel Santana, Vladimir Sosa, Gerardo Mercedes, Miguel Martínez y Patricia Ascuasiatti con sus personajes claramente complejos que nos demuestran una vez mas que en nuestro país puede faltar todo menos talento. Todo actor estuvo como mínimo creíble en sus acciones y diálogos. Los que no eran actores nunca rompieron la realidad y fueron un deleite para el film, sobre todo los chinos y el haitiano; esto sólo pudo ser posible gracias a una correcta dirección del señor Ernesto Alemany.
Desde los escenarios, la dirección de arte, hasta la música escogida hace que este proyecto te mantenga interesado en cada historia que desenvuelve. Otro aspecto bien llevado fue la idiosincrasia del Dominicano, tomando por ejemplo como los mismo Chino-Dominicanos se decían “Dime Chino” entre ellos, o la gracia con la que el dominicano sabe usar para safarse de las garras corruptas. Eventualidades culturales que quedan claras para cualquiera que vea la película, sea latinoamericano o no.
La Gunguna es un buen ejemplo de un proyecto comercial y al mismo tiempo artístico. La mezcla de géneros los hará, sentir dolor, vergüenza, empatía y hasta morir de medio o de risa. Recomiendo esta entretenida y trepidante odisea.