Las campañas electorales tienen etapas, dentro del marco de una gran escaramuza hasta una semana antes de las elecciones. Los candidatos tienen sus equipos de mediciones que se reúnen, semanas tras semanas, para poder detectar, según zona geográfica, posicionamientos positivos o rechazos sectoriales. Sería útil analizar las estrategias internas y externas, en esa guerra de números, puntos y preguntas.
De estrategas y encuestas publicables.
Los estrategas tienen un jefe que se supone es el llamado jefe de campaña, figura jerárquica que debe dar la cara pública como vocero principal del candidato que representa. Claro, en el manejo de datos internos y datos externos ese jefe de campaña tiene el deber de proteger la imagen de su candidato y en función de ello elige escenarios y fechas para hacer público los datos positivos de su candidato ante la opinión pública. Pudiera ser que otros datos que no son de su fuente, desmientan lo positivo que quisiera vender, entonces el jefe de campaña debe ingeniársela para manipular aquellos datos negativos y ponerlos, en base a serias argumentaciones, en favor de su candidato.
En cierta manera, todo es un riesgo, porque el jefe de campaña y el equipo íntimo del candidato (su futuro anillo) conocen bien verdadero posicionamiento, con datos internos llamados papeles de trabajo del candidato. Esos datos internos son la guía de ataque público, en defensa de su candidato.
Todo esto se desarrolla al margen de las declaraciones públicas de los candidatos, que son escaramuzas verbales que alimentan los espacios mediáticos, quienes según sus preferencias o compromisos, darán tratamiento a las noticias generadas por uno u otro. En ese juego de enfrentamientos verbales, no siempre un candidato suele responder a otro, porque todo no se responde y es el propio candidato con sus estrategas, quien decide otorgar rangos a las respuestas, porque algunas deben hacerla los voceros, para establecer los niveles de importancias temáticas e interés en las respuestas.
Establecidos los criterios arriba señalados, se podrá observar en qué punto se encuentran las estrategias mediáticas y las tácticas públicas en relación con la guerra de encuestas, el peldaño actual en que se encuentra una campaña electoral que promete ser movida y difícil, agresiva y de grandes emociones: como en los mejores momentos de las novelas de espadachines, a solo 7 meses de las elecciones del 20 de mayo del 2012.
Escaramuzas de posicionamientos: Danilo vs Hipólito
El dolor de cabeza para los estrategas de Danilo supongo deben ser cuatro elementos:
A) Carisma.
B) Verosimilitud visual.
C) Lenguaje.
D) Percepción negativa del Gobierno.
Buscar solución a todos los elementos ha influido bastante para que cada cierto tiempo, el candidato morado, con propósitos diferentes a Hipólito, también haga sus viajes al exterior en la búsqueda de imagen junto a gobernantes de otros países: en el caso de Brasil, tema de la pobreza y en el caso de Colombia, el tema de la seguridad.
El tema del carisma, tiene soluciones materiales temporales, papeletazo puro y duro o acercamientos selectivos y grupales, paso a paso o en todo caso, una mezcla de ambos.
¿Por qué?… Sencillamente porque en la estructura mental y emocional del candidato la pauta del viejo militante, auténtico, a su edad es muy difícil de cambiar, los estrategas tendrán que lidiar con ese elemento hasta el final buscando soluciones que ayuden a cambiar la imagen y la percepción.
En cuanto a la verosimilitud en materia de imagen tele-visual, eso es más difícil y ahí se nota el sello partidario fuerte y confiado, acrítico. Como en su otra campaña, se revela un conflicto íntimo ante las cámaras, que impide que el mensaje llegue con seguridad al destinatario no partidario ni militante, que puede darse el lujo que permite la frialdad del cristal televisivo, como es distanciarse y percibir la inseguridad del emisor.
En otras palabras, los factores de crecimiento no solo deben medirse, en su caso, por circunstancias asociativas a la gestión de gobierno, sino además al tema mismo del miedo escénico evidente, que los spot muestran sin dificultades de lecturas exteriores.
Las encuestas a lo largo de varios meses, desde la elección misma del candidato del PRD, el Ing. Hipólito Mejía Domínguez, en el mes de marzo del año en curso, le han sido favorables con distancias que han oscilado entre los 18 y 14 puntos de diferencia.
Esta situación obligaba a los estrategas del candidato Lic. Danilo Medina a pronosticar que el candidato del PRD tenía un techo y que la elección de la primera Dama, Dra. Margarita Cedeño de Fernández como compañera de fórmula, aportaría los puntos necesarios para ayudar al crecimiento del Lic. Danilo Medina…
Colocados en el mes de Octubre, la estrategia del candidato Medina ha sido iniciar la guerra de las encuestas para concebir percepciones y entrar en pelea con el candidato puntero, de tal modo que cualesquier exageración en materia de encuesta y sus puntuaciones, no sería creíble, pero para ellos ese no es el tema, la médula de esa campaña de percepción es la más conveniente para un candidato que le ha sido difícil crecer y a quien compartir el espacio público con la primera dama tampoco le será muy fácil, en caso de ser ella su acompañante, porque sus perfiles mediáticos son totalmente yuxtapuesto y el candidato es Danilo Medina, quien deberá seguir creciendo para buscar un posicionamiento digno de contienda electoral.
La actual estrategia de la guerra de encuesta, emprendida por la candidatura morada tiene un fin estratégico muy evidente, como es que en medio de la polémica, sobre la autenticidad o no de las encuestas, su objetivo es preparar a la opinión pública para anunciar el empate técnico, fruto de una medición inmediata a la proclamación de la primera dama como candidata a la vice presidencia de la república, en caso de que finalmente sea la escogida.
Si se observa bien, luego de un consenso interno del no crecimiento de Danilo, la estrategia no podría ser mejor, aunque los riesgos de su artificialidad en realidad pueden ponerla en evidencia, cuando los datos de una evaluadora profesional y creíble pueda desmentir lo que se ha propuesto…
La idea de hacer mirar hacia el pasado ha chocado con el presente, ése es su mejor retador, porque de nuevo los estrategas
tienen la misión de ocultar que la aparición de Hipolito Mejía en el escenario político, tiene que ver con la asignatura pendiente de la propia revisión autocrítca del PLD en el poder, en los últimos 8 años.
En gran medida, la candidatura de Danilo Medina confronta muchas dificultades, una de ellas es la percepción de que está atado de manos para hacer críticas públicas a sus compañeros en el poder, el tiempo dirá, además, hasta dónde con la imagen actual del gobierno, la primera dama le aporte a su campaña y no sea la mejor evidencia de la desconfianza tan temida :
la continuación de lo mismo, bajo cielo de esperanzas…
LA OTRA CARA: HIPOLITO VS DANILO.
En unas declaraciones de Héctor Guzmán, publicadas por Acento, el 14 de Octubre pasado, éste afirmaba que la campaña negativa realizada contra el candidato del partido blanco, no había hecho mella en la preferencia del público.
Según estas declaraciones, la diferencia de puntos entre ambos candidatos, se mantenía una larga diferencia: 56% para Hipólito Mejía y un 38% en favor de Danilo Medina.
La diferencia para el mes de Octubre, según estas mismas declaraciones, sería de 12 puntos. Suponiendo que antes de diciembre del 2011, el único mes activo para seguir la campaña sería el mes de noviembre, los estrategas del candidato del partido blanco, tendrán que hacer maravillas, para mantener en esta guerra de encuestas, esa diferencia en lo que resta de este año. Algo que será difícil, a juzgar por los recursos estatales anunciados, para ser invertidos en volcar la voluntad "libre" del voto en favor del candidato oficial, que serán cuantiosos y significativo, porque al final de lo que se trata es de retener el poder a toda costa.
Los estrategas del PRD olvidan que estas elecciones, o parecieran olvidar, tienen el carácter de balance a casi una década en el poder del PLD, y es esto lo que explica que el nivel de rechazo, por parte de la población al gobierno sea tan alto, que le permite al propio PRD no tener la organicidad debida, en lo que debiese ser una pre-campaña con mayor presencia.
Por otro lado, es evidente que ya existe una confrontación pública entre los estrategas de ambos partidos por el tema de la percepción, elemento temático de interés para los estrategas morados, porque de ahí es desde donde están construyendo el muro de contención sobre los puntos de diferencia, existentes entre una campaña y otra, con el fin de crear el imaginario de que Hipólito Mejía es un candidato que tiene un techo electoral frágil, y que antes del mes de mayo del 2011, el candidato morado podría romper ese techo para llegar puntero el 20 de mayo del 2012, fecha de las elecciones presidenciales.
¿Tienen dolores de cabeza los estrategas del PRD?..
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Obviamente, claro que los tienen y he aquí los nodales, desde mi punto de vista:
A) El posible uso de los recursos del Estado en favor de Danilo Medina.
B) ¿Vigilar el voto de género en caso de que la acompañante de Medina fuera una mujer?…
C) Trasparencia en la Junta Central Electoral.
D) Mejor control mediático de su campaña: Presencia.
E) Coletazos del faccionalismo Miguelista.
Los estrategas del PRD tendrán que valorar estos factores como elementos esenciales en los días por venir a lo largo de toda la campaña. El propio candidato ha dado muestras públicas de que a pesar de su carisma, indiscutible, su rol no es hacer de hazme reír, sino todo lo contrario, usar su carisma para el acercamiento popular, con la desenvoltura que de modo consensuado se le reconoce.
Todos los elementos planteados desde la A hasta la D unido al tema de mantener puntero al candidato hasta el 20 de mayo próximo, son tareas de los estrategas para quienes se ha de suponer, la idea de Miguel Vargas como sustituto de Luis Abinader, es solo el último coletazo de un faccionalismo, ejercido como rumor mediático y planteado casi como un chiste, que risa no inspira, con el tiempo electoral encima y la campaña en proceso de maduración.
( Véase el artículo : La Campaña Electoral o el Duelo Eterno de Miguel Vargas, aparecido en Acento. Com, el Lunes 19 de Septiembre del 2011, en la columna Papeles de Trópico )
CONCLUSION: La guerra de las encuestas es apenas el primer round duro de la precampaña electoral en este 2011, porque ambos equipos de estrategas saben, que llegar a enero con puntos arriba, es crucial para el torneo electoral del 20 de mayo del 2012.