Con permiso del Secretario General de la OEA, pero voy a hablar de países grandes y pequeños en el concierto de la CONCACAF –la Confederación de Centroamérica, Norte América y el Caribe de Fútbol- y su Copa Oro.
Comienzo confesando mi desilusión que, luego de vivir la Copa América no he podido vivir la Copa Oro. Allí vimos cómo los matadragones eliminaran a Brasil y Argentina. Alzándose con la copa, una de las tres selecciones sudamericanas que nunca la habían alcanzado: Chile, que junto a Venezuela y Ecuador, eran las cenicientas.
Suponía, pero una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja, que habiéndose hecho el esfuerzo para televisar la Copa América, íbamos a continuar con la Copa Oro, que es la que nos toca, porque algún día participaremos en ella y seremos otro matadragones, como lo ha sido Jamaica desbancando al campeón vigente de la final y enfrentándose al equipo de México, el máximo ganador de Copas Oro.
Panamá estuvo llevando al “gigante” de la CONCACAF a la descalificación por el 1-0 a su favor, cuando dos penaltis arbitrales (aquellos sólo comprobados por el árbitro actuante en ese partido) produjeron los dos goles de la victoria mejicana. Panamá ha llevado el caso a la CONCACAF (la madre de toda la corrupción en la FIFA conjuntamente con altos funcionarios de la CONMEBOL). Si algo sucede rápidamente el cuadro sería otro.
Si Panamá no pudo con México (aunque la CONCACAF reconoció el fallo arbitral en el penalti que le otorgó a México la oportunidad del empate y el definitivo desenlace a favor), pudo llevar a la alicaída selección estadounidense a perder la nunca codiciada tercera posición de la Copa Oro. Panamá es la matadrgones de Estados Unidos luego que Jamaica la desbancara para lograr el oro anhelado.
Pero lo que vivimos es que Estados Unidos suponía que la supremacía demostrada en el Mundial de Futbol Femenino celebrado en Canadá, hace pocos días, le predestinaba a ser el Campeón para igualar la marca mexicana en la Copa Oro. El domingo vemos el enfrentamiento de un matadragones como Jamaica frente al ¿tramposo? Tri mejicano,
¿Por qué importantizar este encuentro que no ha tenido el mismo tratamiento de la Copa América? “Easy.” Porque nosotros podemos ser el próximo matadragones ya que hasta ahora nos eliminan Belice ó Santa Lucía, si nuestra Liga Profesional de Fútbol se desarrolla hasta colocar unos “cracks” en ligas competitivas para convocarles y barrer con tantas islas-estados del barrio caribeño. Debemos el ejemplo jamaiquino. Aunque Jamaica no mató al México-Dragón, llegó al subcampeonato de la CONCACAF –que vale más porque llega de más lejos.
Yo quisiera que nuestra selección dominicana sea un mata-dragones como han sido Panamá y Jamaica. Que seamos el matadragones del futuro no tan lejano en la CONCACAF, que es nuestro territorio y nuestro vecindario (un recordatorio a los que patrocinan el “visionado” de estos eventos internacionales).